-No te atreverías...-Me interrumpió-. Pruébame y verás.

Cuando llegamos a su "humilde" casa, me dijo que fuera arriba a desempacar lo poquito que había traído.

Unas señoras muy amables me acompañaron hasta donde se suponía que era mi habitación. Él muy descarado me dijo que era muy tradicional, eso quería decir que íbamos a dormir en habitaciones separadas hasta que nos "casáramos".

Estúpido.

Llegué a la habitación, algo grande para mi gusto. Tenía una TV plasma, seguramente más grande que mi cama anterior; una baño que prácticamente parecía una casa; tenía una tina que parecía mi propia cama, seguramente podría dormir allí; el excusado parecía un sofá, prácticamente; la cama eran como dos unidas, pero de las dobles. Creo que allí podrían dormir mis padres, Arielle, Michael y yo, y todavía quedaría espacio.

Lo sé, llegué más allá de los límites de la exageración.

Chloe, ¡concentrate! ¡Estás perdiendo tiempo!

Sí, sí; joder.

Salí de "mi" habitación para ir a la del grosero, estaba al lado de la mía.

No me sorprende.

Llegué a su habitación, ordenada hasta el límite. Tenía prácticamente lo mismo que la "mía", pero a diferencia, ésta se notaba si alguien entrara a buscar lo que no se le ha perdido.

Pero en este momento no me importaba.

Era todo o nada.

Comencé a registrar su habitación en busca de dinero; no era una ladrona o tenía problemas con tomar cosas que no fueran mías ni nada por el estilo. Pero esta era una emergencia.

No tenía dinero, y no podría utilizar tarjetas de crédito de mis padres. Sospecharían.

Encontré una pequeña cajita asegurada, tomé un pequeño gancho de mi cabello, y comencé a abrir la estúpida caja.

Por favor, que haya dinero; por favor.

Cuando la abrí, habían un par de joyas, un anillo que posiblemente estaba más que bañado en diamantes, relojes más costosos que mi propia vida.

Y había un paquete envuelto; mi curiosidad aumentó y abrí la bolsita, allí había un montón de dinero.

Bingo.

Justo lo que necesitaba: dinero. Había más dinero de lo que podía necesitar, pero mejor que sobre y que no falte.

Ahora tenía que idear un plan para escaparme de todos. Espero que esta mierda no sea tan difícil.

-Ejem, ¿sabes dónde está Chase?-Pregunté una vez que estaba en el despacho del grosero.

-¿Por qué te importa tanto lo que pase con él?-Preguntó mirando unos papeles.

Porque obviamente no es un patán como tú. Dije para mí misma.

-Sólo tenía curiosidad. Además, esto aquí huele a aburrimiento-. Él sabía que le estaba tirando una indirecta; por esa razón, dejó de hacer lo que estaba haciendo y me miró expectante.

-Eres muy atrevida, ¿eh? Espero que así lo seas en la cama-. Sonrió con malicia. Dios, ¿no había nada que dijera que no fuese en doble sentido?

-Sólo quiero salir-. Expliqué encogiendome de hombros.

-¿A dónde?-Preguntó escéptico.

-Al centro comercial, no sé-. Miré hacia otro lado. Él me miró con sospecha.

GROSERO ©Where stories live. Discover now