Españita, un padre ejemplar

El abuelo, parte 2

Al llegar a la habitación, los hermanos se pusieron alrededor de la cama de su padre y Nicaragua empezó a preguntar:

-Papá, ¿estás bien?

-No lo sé cielitos, estoy con dolor de cabeza y demasiado cansancio...-Respondió el español.

-Eso dice que algo anda mal...-Dijo Mexico.

-Si, jeje, puede ser...-dijo España con una pequeña sonrisa.

-Papi..., ¿qué pasó con el abuelo?, te oímos gritarle y echarlo...-Preguntó delicadamente Panamá.

-Oh..., bueno, es que..., me peleé con él, es todo...

-Fue bastante intenso el grito jefe...-Dijo Mexico, dudando.

-Jeje, si, lo qué pasa es que me cansé de sus comentarios...-Admitió el español.

-¿Cuales?-Preguntó Honduras.

-Bueno..., es que su abuelo siempre fue muy estricto conmigo, demasiado a decir verdad. Él quería que fuera como él, ordenado, astuto y con una mente macabra para gobernar, pero yo no tenia nada de eso.
Por lo tanto, al no tener nada de lo que quería mi padre que tuviera, me decía comentarios muy despectivos sobre mí.
Un día, cuando ya era adulto, en secreto firmó mi independencia y me echó de su castillo, porque no cumplía con el protocolo dictatorial, así que me vine a esta casa y aquí me quedé por el resto de mi vida, con ustedes...-Relató España con mucha tristeza.

Los hermanos se observaron entre ellos, bastante asombrados por el comportamiento de su abuelo, no se lo esperaban. Todos le dieron un enorme abrazo grupal a su padre, para que no se preocupara:

-Awww, pa, no te preocupes, ¡ese culiao no es bienvenido, tu nos tienes a nosotros!-Decía Chile, calmando a su padre.

-Si papá, él no te supo valorar...-Dijo Bolivia.

-Vales oro papá- Dijo Costa Rica.

Los comentarios cariñosos de sus hijos hicieron derretir de amor al corazón de España:

-Jeje, amo cuando se ponen cariñosos y sentimentales..., sois mi mundo entero mis bebés..., nunca me abandonen...-Dijo España, volviéndolos a abrazar.

(FIN DEL RECUERDO)