18 | víspera de Navidad

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XVIII. CHRISTMAS' EVE

Los últimos meses habían sido una gran y extraña mezcla de emociones para Maddy

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Los últimos meses habían sido una gran y extraña mezcla de emociones para Maddy. Tal y como si estuviera montando en una de esas montañas rusas del parque de atracciones al que iba cuando era adolescente, con sus amigos, perdiéndose en el mundo muggle. 

Desde que Maddy le había contado a Sirius que estaba embarazada, se notaba que estaba de un mejor humor del que habría estado en otras circunstancias. Seguía quejándose por no poder salir de casa, algo bastante racional, pero al menos tenía algo en lo que enfocarse.

Al principio, la noticia había sido un shock para todo el mundo. La guerra que se avecinaba no iba a frenarse por que ella estuviera embarazada, y sabía que iba a ser algo muy riesgoso. Pero pensar en que en unos tres meses podría abrazar a su hijo le daba una perspectiva más positiva. Habían confirmado hacía menos de un mes que sería un niño. Sirius se había puesto loco de contento pensando que tendría una mini réplica suya corroteando por la casa, y decía que podría enseñarle todo lo que sabía. Maddy se sentía inmensamente feliz al ver la expresión en el rostro de su marido, del que había estado separada doce años.

Esta vez no tendría que pasar por lo mismo que cuando eran más jóvenes. Sirius estaría a su lado, cuidarían juntos de su hijo y, con un poco de suerte, saldrían de la guerra a tiempo para que el niño tuviera una infancia normal y alegre.

Había tratado de mantener su embarazo en secreto, porque Sirius seguía estando en el foco de mira y no querían crear sospechas. Pero había llegado el punto en el que fue imposible ocultarlo, así que Maddy tuvo que limitarse a no responder a quién era el padre.

Maddy pasaba su tiempo entre Grimmauld Place y San Mungo, porque Dumbledore no le encargaba misiones peligrosas desde que se enteró de que estaba embarazada. Los demás miembros de la Orden se iban y venían con frecuencia. Como Remus, que pasaba semanas fuera y regresaba unos cuantos días; y Beatrice, que viajaba por Europa tratando de reclutar a gente y aprovechaba para visitarles cuando volvía a Inglaterra, para informar de cómo iba la situación.

La madrugada del 21 de diciembre, Maddy se encontraba trabajando en el hospital, haciendo papeleo en el despacho, cuando alguien llamó a su puerta. 

—Disculpe, señora Black, pero Arthur Weasley ha llegado hace unos minutos gravemente herido. Su mujer me ha pedido que la avisara para que acudiera cuanto antes. 

—Ahora mismo voy —respondió Maddy con inquietud. 

Dejó todo lo que estaba haciendo y se puso de pie, con prisas. Tenía entendido que Arthur debía estar vigilando la profecía esa noche, lo que significaba que seguramente habría sido atacado durante su guardia. 

—Está en la primera planta —añadió la sanadora antes de que saliera de forma precipitada de su despacho. 

Corría todo lo rápido que su ya crecida tripa de embarazada le permitía, bajando las escaleras desde el cuarto piso al primero. Fue deprisa por los pasillos, los cuales se había aprendido de memoria después de tantos años, hasta que llegó a la puerta de la sala de operaciones. 

[3] KISS AND MAKE UP, wizarding worldWhere stories live. Discover now