04 | rumbo al cuartel general

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IV. ON OUR WAY TO THE HEADQUARTERS

No les dejaron salir de la casa en los siguientes cuatro días

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No les dejaron salir de la casa en los siguientes cuatro días. Suponía que Gilbert estaría preocupado, ni siquiera sabía qué recordaba y qué no de la noche del 2 de agosto, pero no había vuelto a saber de él desde entonces.

Aquella noche, Maddy entró sin llamar al cuarto de Allison.

—Prepara el baúl con todas tus cosas; nos vamos.

—¿A dónde?

—Al cuartel general, por supuesto. Pero primero tenemos que hacer una parada y... bueno, lleva tu escoba a mano, ¿sí? Voy a avisar a Harry.

Maddy se marchó, cerrando la puerta tras de sí. Allison se levantó de su silla y observó el desorden en el que se había convertido su habitación. Le daba demasiada pereza ponerse a recogerlo todo: la ropa, los libros de texto, la jaula vacía de Hedwig —ya que les habían escrito a Ron y Hermione, pero no les habían contestado— y un montón de trastos que, aunque no parecieran útiles, Allison los necesitaba. Tardó lo que parecieron años en organizar de forma decente las túnicas y demás prendas, y acabó por meterlo todo a presión.

Sacó el baúl y lo dejó junto al de Harry, bajó las escaleras y se encontró a su hermano y a Maddy en la cocina.

—¿Ya estás lista? Bajo los baúles y nos vamos por la Red flu. Antes de llegar al cuartel debemos parar, para reunirnos con otros miembros que os escoltarán hasta ahí.

—Ni que fuéramos de la realeza —bromeó Allison.

Maddy no le hizo caso y subió las escaleras, bajándolas bastante más despacio unos segundos después, mientras levitaba los baúles. Llegaron sin ningún impedimento al salón de una casa que se le hacía familiar a Allison, y en cuanto vio a Mary Cattermole supo que se trataba de su hogar.

Pero no era la única que se encontraba ahí, había un grupo de magos y brujas esperándoles. Allison reconoció a Remus, que charlaba con Tonks. También estaba el verdadero Ojoloco Moody, que observaba el salón como si buscase algo escondido entre los sofás. El resto, dos brujas y cuatro magos, eran desconocidos para ella.

Al verles, la mayoría se pusieron a hablar entre ellos, y Remus se acercó con Tonks, quien les dio un abrazo a cada uno.

—Habéis crecido un montón este año —les dijo, sonriente.

—Y a ti el pelo violeta te sienta de maravilla —halagó Allison.

—¿No crees que me da un toque paliducho? —preguntó Tonks, con cara pensativa.

—No. Pero como el rosa no te queda ninguno igual.

Un carraspeo las interrumpió, era Moody.

—¿Estás segura de que son ellos, Maddison? Menudo problema vamos a tener si llevamos a unos mortífagos que se hacen pasar por los mellizos.

[3] KISS AND MAKE UP, wizarding worldWhere stories live. Discover now