LA CHICA DE HIELO

Un sillón para tres

Pasé toda la noche pensando en que estaría escondiendo Hades para que manchara la imagen de su padre, este chico no tenía que estar metido en nada bueno.

Conseguí dormir a pesar de que seguía pensando en que me suceder si seguía muy cerca de Hades, tenía que alejarme de él, lo máximo posible dentro de mis posibilidades claro.

Me desperté y le envié un mensaje a Emily para quedar.

Emily
¿Podemos quedar? necesito salir.

Pues claro.

Y dos horas después ya estaba en la puerta de su casa, era más pequeña que la nuestra pero seguía siendo bastante grande. Tenía un jardín con piscina que rodeaba toda la casa blanca.

-Hallo (Hola), Clara.

-Hallo.

-Pasa te voy a presentar a unos amigos.

Emily me llevó a una habitación en la segunda planta, después de subir las escaleras aparecía un largo pasillo y puertas a los lados, andamos hasta el final para llegar a la habitación. El cuarto era pequeño, tenía un sofá rojo a un lado y una tele enfrente, varios cuadros que no quiero saber cuánto valen y también había una librería al fondo (fue lo único realmente interesante) mientras inspeccionaba el cuarto Emily comenzó a presentarme.

-Chicos esta es Clara, está viviendo en casa de Hades y viene para controlar al niño mimado, este verano, así que no seáis muy malos con ella que ya tiene suficiente.

Todos posaron sus miradas sobre mí. Había dos chicas y tres chicos.
Emily empezó a presentarlos.

-Este es Klaus, mi novio.

-Este Kian, el Iván y ellas son Valeria y Miriam.

Kian era el más atractivo tenía ojos azules, pelo castaño y estaba bastante fuerte.

Valeria y Miriam eran de aquí se notaba solo con verlas, ambas castañas de ojos marrones, Klaus no era feo pero nada del otro mundo y Iván un rubio sin más.

Todos me saludaron menos Kian que se me quedó mirando desde que había entrado por la puerta, la verdad me estaba haciendo sentir un poco incómoda.

-Clara siéntate ahí, que hay hueco, entre Iván y Kian.

Calculo que era un sillón para tres y ya había cuatro allí sentados así que estuve un poco apretujada. A medida que iba pasando la tarde y llegaba la noche me sentía más cómoda, había estado hablando un rato con Iván, era muy simpático y gracioso. Pero con el único con el que no había intercambiado ni una palabra fue con Kian.

-Emily voy al baño un momento
-Dije cerca de ella para que nadie más me escuchara.

Subí las escaleras hacía el baño que según las instrucciones de Emily estaba en la tercera planta, segunda puerta a la derecha y así fue. Cuando acabé me miré en el espejo para arreglarme un poco el pelo y volver a bajar con todos, pero el destino decidió que no fuera así.

Joder, que susto me has dado -Le dije a Kian que estaba enfrente de mi mirándome.

Como no decía nada decidí bajar con los demás, el comportamiento de este chico me empezaba a dar miedo. Pero una mano me lo impidió, Kian me había cogido de la muñeca y me había girado hacia el ahora teniéndolo pegado a mí.

-Que sepas que me da igual que seas de Hades -Me quede impactada, uno por su maravillosa voz y dos desde cuando conocía a Hades y desde cuando era yo de Hades.

-Yo no soy de nadie -Le dije de mala gana, me deshice de su agarre y giré hacia las escaleras para huir de allí.

-Tienes carácter, me gusta así será más divertido.