Un capullo muy integral

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Le di la dirección al taxista, pero se quedó mirándola unos minutos.

-Pasa algo?

-No simplemente que es la casa del dueño de los hoteles más prestigiosos de Alemania. ¿Está segura de que quiere ir allí?

-Sí.

Asintió y el coche empezó a moverse. Me empezaron a sudar las manos, como mis padres no me habían avisado de esto. Además, no iba lo suficiente arreglada para conocer a gente tan importante, ni siquiera me había llevado un vestido, mi maleta estaba llena de chándales, vaqueros, camisetas y tops. Hacía unas horas que había llegado y todo iba mal, no quiero saber cómo continúa esto. Me estaba muriendo de los nervios, al menos tiene un hijo pequeño y no de mi edad.

Después de un largo trayecto de dos horas  y pasar varias barreras de seguridad, el coche paró, cada vez estaba más nerviosa. Baje del coche y un señor de traje negro me ayudo con la maleta y me enseño el camino hasta la puerta. Cuando llegue el señor misterioso de traje negro que aún no había dicho ni una sola palabra toco al timbre y después de unos segundos se abrió la puerta, no me lo podía creer allí estaban él y su mujer sonriendo y mirándome fijamente, no me podía mover de los nervios hasta que la mujer se me acercó y me dio la mano.

-Clara estamos encantados de que estés aquí, mi nombre es Kiara y este de aquí es mi marido Wider- Dijo mientras el hombre a su lado me daba la mano.

Estuvimos hablando durante un tiempo sobre cómo eran las cosas allí y me explicó lo que tendría que hacer, en resumen tendría que vigilar a su hijo, si hacía algo que se salía de las normas llamarlos, y además ayudarlo a hablar mejor castellano porque se estaba preparando para un examen que tendría en septiembre.

-Bueno Clara creo que querrás descansar después del vuelo. Ambrosio acompáñala.

Y cuando me quise dar cuenta un mayordomo había cogido mis cosas y estaba subiendo por las escaleras.

Cuando entre a mi habitación me quedé de piedra era el triple que la mía. Una cama de matrimonio, un vestidor, baño propio dentro de la habitación y un ventanal gigante que daba al inmenso jardín. Esta era la habitación de mis sueños.

-Señorita Clara- Di un saltito del susto y vi como Ambrosio se aguantaba la risa.

-Espero que disfrute estos meses aquí y espero que no se arrepienta de haber venido.

-¿Porque me iba a arrepentir?

-Por el engendro que tiene que cuidar, todas las mujeres que han venido a supervisar a este individuo han acabado muy mal. Pero no quisiera asustarla antes de conocerlo.

-Pues lo has conseguido. ¿Qué demonios hace ese niño?

-Señorita me parece que estas confundida, no es un niño al que tiene que cuidar, si no a un hombre -Creo que se dio cuenta de que yo no estaba enterada de esa información en cuanto vio mi cara-Pero no se preocupe usted, a lo mejor al ser de de su edad la trata mejor.

-Cuántos años tiene él? -Pregunté sin dar créditos a lo que estaba pasando.

-Eso lo descubrirá usted misma señorita Clara en cuanto venga, no tiene que tardar mucho hace ya quince minutos que acabo su clase de boxeo -Y después de decir eso salió del cuarto como si nada.

Mi cerebro empezó a ir a mil por hora. ¿Cuántos años tendría? ¿Por qué tengo que cuidar a una persona adulta?¿Y si era todo una tapadera para secuestrarme y venderme a pedacitos en el mercado negro?  Y se me pasaban muchísimas más preguntas por la cabeza. Decidí dejarlo estar y vaciar mi maleta, después como no tenía nada más que hacer me fui a darme una ducha.

Conseguí relajarme un poco, me dispuse a salir del baño para coger la ropa cuando de repente vi una figura de un hombre tumbado en la cama, no le podía ver bien la cara porque estaba todo oscuro. Me quede quieta, inmóvil no sabía qué hacer.

-Que, ¿No vas a decir hola?- Se levantó y vino hacia mí mientras iba descubriendo su figura por la luz que salía del baño.

-Encantado de conocerte futura niñera- A medida que se iba acercando pude ver bien quien era, era el capullo integral del avión.

-No puedo decir lo mismo- Le dije sin rodeos.

Se me quedó mirando hasta darse cuenta de quién era.

-Mira, mira quien tenemos por aquí, la chica que me ha dejado con ganas de verla desnuda, me parece que el destino nos ha unido para que cumplas tu misión.

Notaba como me hervía la sangre y mis mejillas se enrojecían.

-Ya, va a ser que el destino nos ha juntado para que te pegue un puñetazo, primero por maleducado y segundo por creer que me veras desnudada.

El capullo integral empezó a reírse descaradamente, a lo que yo respondí con una mirada asesina que hizo que se callara.

-Tranquila, ya verás que con el tiempo caerás en mis encantos.

-Ya te gustaría, egocéntrico.

-Recuerda este momento porque en estos meses te habré follado más veces que a una prostituta.

Me quedé sin palabras, cómo podía haber dicho eso. Empezó a caminar hacia la puerta, pero antes de cerrar la puerta se quedó mirándome, yo aún seguía con la toalla de la ducha y el pelo mojado.

-Y yo que creía que no volvería a ver ese maravilloso culo.

Me gire y si las miradas pudieran matar le hubiera asesinado en menos de un segundo.

-Vale, vale, lo pillo no te gustan los cumplidos. Sabes nos lo pasaremos bien estos meses, que sueñes conmigo en tu cama yo haré lo mismo.

Después de eso cerró la puerta y pude notar como me ponía roja como un tomate, quien se creía que era para decirme esas cosas, pronto se daría cuenta de quien soy y que no debería de hablarme así. Se cree que puede hacer que cualquier mujer se meta en su cama diciendo cuatro cumplidos y dos frases guarras, pues lo siento mucho pero eso no va conmigo, por muy guapo que sea y por mucho dinero que tenga no caeré en ese juego.

LA CHICA DE HIELOWhere stories live. Discover now