Por los pelos

941 68 28
                                    



Escuche como se abría la puerta de mi habitación ¿Quién podía ser a estas horas de la noche? Esa era la duda que me rondaba la cabeza hasta que lo vi aparecer de entre las sombras, el capullo integral, ¿Quién más podía ser?

- ¿Qué mierda haces aquí?

-Baja la voz, que nos van a escuchar -Dijo acercándose a mí.

-Me van a escuchar gritar como no salgas de mi habitación.

Y en ese mismo instante, en el que pronunciaba la última palabra, unió nuestros labios en un beso efusivo, presionando su cuerpo contra el mío. Quise parar el beso, pero no podía, era incapaz. Enrede los dedos en su pelo mientras que el profundizaba el beso y rodeaba mi cintura con sus manos. Lo estaba disfrutando ¿Por qué? Era el capullo integral a quien quería matar hace unas horas. Este siguió besándome y sus manos descendieron hasta mi pantalón. Cuando noté que metía su mano en mi entrepierna cerré los ojos, pero cuando los volví a abrir no había nadie en mi habitación, solo estaba yo. ¿Qué mierda había pasado? ¿Acababa de tener un sueño erótico con el capullo integral? No puede ser, pero lo peor es que me había gustado lo poco que había probado de él. Ahora tenía ganas de más. Intente pensar con la cabeza. Eso era imaginación mía seguramente no bese así de bien.

Clara, eso es lo que quieres pensar, pero sabes que es mentira. Cállate conciencia. No hagas las cosas más complicadas de lo que ya son. Me levanté y decidí irme a duchar porque estaba sudando del calor. Si será sobre todo del calor. No de las ganas que tienes ahora mismo de ir a la habitación del capullo y pasar allí el resto de la noche.

Suficiente conciencia.

Acabé de ducharme y ya estaba más relajada, me dispuse a mirar la hora eran las 5:30 de la madrugada y no podía dormir. Decidí ponerme a leer hasta que se hiciera de día. Fueron pasando las horas y seguía leyendo hasta que me llegó un mensaje al móvil.

Emily:

La fiesta es en la discoteca DCM A las 11:30. Te estaré esperando en la puerta.

Vale, perfecto. Después nos vemos.

Perfecto.

Salí de mi habitación para desayunar. Cuando llegué al salón estaba Kiara sentada en la mesa desayunando.

-Buenos días -Dije para llamar su atención.

-Buenos días.

Me senté en la silla que había enfrente de ella.

-Clara esta noche nos iremos al sur de Alemania y estaremos viajando durante los tres meses de verano aunque algunos días vendremos aquí, supongo que tus padres te habían comentado algo de eso. Quiero que vigiles a mi hijo, que no haga ninguna fiesta ni traiga amigos a casa. Si ves que no te hace caso llámame no me importará -Asentí con la cabeza porque no sabia que responderle. Lo había dicho con un tono serio, como si no confiara en su hijo.

Después de desayunar subí a mi habitación, pero me di cuenta de que ya no podría ir a la fiesta si tenía que cuidar del capullo. No pude evitar recordar mi sueño, no puede ser, la fiesta era una manera de olvidarme de él. Pasaron la horas y Kiara y su marido nos llamaron a mi y al capullo. Bajé y unos segundos después apareció el, me puse nerviosa al ver que tenía los ojos clavados en mí.

-Nos vamos a ir ya, nos está esperando el taxi. Espero que te portes bien y no hagas nada de lo que te puedas arrepentir -Dijo ahora dirigiéndose a él.

-No te preocupes, mamá.

-Lo intento, pero contigo es imposible -Después de eso se despidieron y se fueron.

-Me voy a preparar que voy a ir a una fiesta ¿Te vienes?

-Es que no has escuchado a tu madre nada de fiestas.

LA CHICA DE HIELOWhere stories live. Discover now