Capítulo 14

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-¿Crees que soy estúpido? -los gritos de mi padre resuenan en la casa y aunque estamos solos en el salón, estoy segura de que mi hermana y mi madre pueden oírlo perfectamente-. Parece que lo haces a propósito, que te gusta que te castigue.

-No soy su esclava -grito a mi vez, incapaz de callarme más. He llegado al límite de mi resistencia y ya no puedo contener la rabia que siento por mi familia-. Ni tu muñeco de pruebas. Ni la chacha de mamá. Soy una persona, vuestra hija, su hermana. Se supone que sois mi familia, que debéis protegerme y cuidarme. Pero no...

-¿Acaso no has tenido un techo sobre tu cabeza estos dieciocho años? -me interrumpe- ¿No te hemos puesto un plato de comida en la mesa cuando estabas hambrienta? ¿No te hemos vestido? 

-Os faltó lo más importante -ni siquiera soy capaz de llamarlo papá ahora-. El amor. Y podría entender que no me lo dieseis, si Dallas hubiese estado como yo. Pero a ella la consentís en todo, es la favorita. He llegado a pensar que os habíais convencido de que solo tenéis una hija.

-Estás celosa -me acusa.

-No -respondo con rabia-. Para sentir celos, debería recibir algo más que mierda de vuestra parte.

-No me hables así, Harper.

-Y tú deja de tratarme como si solo existiese para complacer a mi hermana. Vale, pasé de ir a buscarla de madrugada a casa de sus amigos. ¿Y qué? ¿Es tan horrible que hayan tenido que traerla? Apenas hace un par de meses que tengo el permiso de conducir y mi hermana jamás me recogió a mí de ningún sitio. 

-Ella no tiene por qué hacerlo. Tienes dos piernas para caminar.

-También ella las tiene -le replico. 

Y es entonces cuando me golpea en el rostro. No lo vi venir y lo siento como la última de sus traiciones como padre. Hasta ahora me había castigado e incluso insultado, pero no me había puesto la mano encima y creo que por eso he soportado todo lo que me ha hecho. Pero esto no puedo consentirlo. Sé que si lo hace una vez, no parará ya.

-Te odio -le grito-. Os odio a todos. No sois mi familia. No sois nada para mí.

-No seas estúpida -se acerca a mí, para sujetarme por un brazo, pero me alejo-. No lo empeores, Harper.

-Se acabó -sigo gritando y me odio también a mí ahora, por permitir que me vea llorar-. Aquí ya no hay nada para mí.

-¿Qué vas a hacer, irte? -la risa de mi padre me duele más que el bofetón.

-Eso mismo -no era lo que tenía pensado, aunque mis palabras fuesen encaminadas a ese final, pero ahora que lo ha dicho él, me parece una gran idea. Cualquier cosa será mejor que seguir en esta casa-. Saldré por esa puerta y no volveréis a saber de mí.

Subo a mi cuarto para recoger mis cosas, seguida por mi madre y mi hermana, que me dicen que no lo haga. Mi padre solo me observa desde abajo, como si no le importase que me vaya, como si estuviese esperando toda su vida a que lo hiciese. Lo poco que queda intacto de mi corazón se termina de romper. Ya no tengo familia.

-Harper -Cornell me llama y regreso al mundo de los vivos.

-Perdona -me disculpo-. Me he dejado llevar por los recuerdos... una vez más.

-¿Tan malos son? -me pregunta y entiendo que lo hace porque he debido poner mala cara.

-Bueno, ahora mismo estaba en medio de mi última discusión con mi padre. La que me llevó a marcharme para siempre de mi casa.

Harper (Saga SEAL 7)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu