Capítulo 10

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Qué bien sienta volver a casa. No sé si ha sido por la aventura extrema que hemos vivido Cornell y yo o porque algo ha cambiado entre nosotros y necesito explorarlo con más tranquilidad y privacidad, pero esta última semana se me ha hecho eterna, incluso cuando hemos estado más ocupados que nunca. Y aunque estoy deseando hablar con Cornell de lo que pasó y lo que nos está pasando, siempre que vuelvo a casa necesito un par de días para habituarme a estar de nuevo aquí. Sobre todo, porque el primer día suelo pasarlo durmiendo para recuperar el sueño perdido. En los despliegues, por más que tengas tiempo para el descanso, los catres no son cómodos y las mentes no se relajan, pues estamos en continuo peligro, así que al final el cansancio te pasa factura. 

Y lo necesito más que nunca, porque el sábado tenemos barbacoa en casa del jefe y en un par de semanas Doc y Fawn se casan. Estos días en casa serán moviditos, pero casi lo prefiero así, a pesar de todo, porque soy una persona inquieta, aunque dé la imagen contraria, mostrándome tan seria a ojos de los demás. Siempre necesito estar haciendo algo o enseguida me desquicio. Creo que esa fue una de las razones, aparte de callar algunas bocas, por las que decidí probar suerte en los SEAL. Me sentía atrapada en un trabajo que amaba, pero que los que me rodeaban lo hacían casi siempre insoportable, y quería demostrarme, y demostrarle a todos ellos, que era capaz de superarme. Y aunque pensé que no llegaría al final, a pesar de mis ganas, descubrí que me gustaba el reto que supone pertenecer a la élite del ejército estadounidense, y además, conocí a los que ahora considero mi familia. Jamás en mi vida habría imaginado que encontraría mi sitio entre ellos. Y especialmente con Cornell. 

Creo que intuí desde el principio que sentía algo por mí, pero me negué a admitirlo porque pensaba que sería lo mejor para los dos y para el equipo. He sido desafortunada en el amor tantas veces, que no quería intentarlo de nuevo, porque sabía que fracasaría. Y mucho menos con alguien a quien debo ver todos los días y del que dependerá mi vida. Sé que aunque no funcionase lo nuestro, no me dejaría en la estacada en el trabajo porque es un profesional, pero sería demasiado incómodo para todos cuando no estuviésemos en una misión, así que ni me lo planteé. Aunque, en el fondo, creo que no quería verlo porque sabía que con Cornell es muy posible que funcione y eso me aterra. Sobre todo, porque no quiero tener hijos y no hay muchos hombres que entiendan eso. De hecho, mis fracasos amorosos se deben básicamente a que mis parejas no concebían la idea de no tener hijos en el futuro. Debo admitir que me asustaba que Cornell insistiese también en ello algún día, así que pensé que mantener distancia entre nosotros sería perfecto para ambos.  

Sin embargo, cuando descubrí que su madre estaba enferma, fui incapaz de mantenerme al margen. Cornell estaba sufriendo y no podía dejarlo solo. Fue entonces cuando lo conocí más íntimamente y descubrí que teníamos muchas cosas en común, como los planes sobre la descendencia. Pero no fue eso lo que me mantuvo a su lado, sino que nos volvimos grandes confidentes el uno del otro. Es el único hombre al que le conté cosas de mi pasado que nadie más sabe; la razón por la que abandoné mi hogar en cuanto alcancé la mayoría de edad para ingresar en el ejército, lo duro que fue mi tiempo en los Marines, las vejaciones que sufrí por parte de quienes debían ser mis compañeros y protegerme, la desesperación que casi me hunde... Los SEAL fueron mi vía de escape y han sido mi salvación también. Quizá ahora, sean mi felicidad en lo personal, pues en lo profesional ya lo son.

-Voy -digo en alto, cuando suena el timbre. No espero a nadie, pero tampoco me sorprendo cuando veo a Cornell. Llevo mi pijama, con una chaqueta por encima, que coloco mejor por inercia para cubrir mis pechos. No es que me avergüence de que me vea así, pues lo ha hecho en peores situaciones, pero es instintivo, supongo-. Hola. ¿Pasa algo?

-Sé que necesitas dos días para ti -dice, sin saludar primero, lo que me dice que está bastante nervioso. Igual cree que lo echaré de aquí- y los he respetado siempre. Me iré, si así me lo pides, te lo juro porque lo último que quiero es incomodarte o privarte de tu tiempo a solas, pero creo que no pue...

Harper (Saga SEAL 7)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang