Capítulo 13

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-¿A dónde vas? -mi hermana me mira de arriba a abajo. No voy muy arreglada, pero se nota que no me quedaré en casa.

-He quedado con algunos compañeros de clase en el parque.

-Pero hoy tenías que ayudarme con mi pelo -se queja-. Está tan estropeado... mañana tengo esa cita tan importante con Eddie y no quiero decepcionarlo.

-Solo estaré fuera hasta las seis, después te arreglaré el pelo -le prometo-. Si lo hago ahora, para cuando acabemos, mis amigos ya se habrán ido. Tampoco ellos estarán mucho tiempo fuera, así que todos podemos tener lo que queremos.

-Me prometiste que lo harías hoy -su tono se ha vuelto más exigente.

-Y lo haré, Dallas, pero después de las seis. Solo tendrás que esperar un par de horas.

-Mamá -en cuanto escucho el reclamo, sé que se acabó la salida para mí. En momentos como este, odio mi vida. Y no quiero odiarla a ella también, pero me lo pone difícil cuando se comporta así.

-Vale -le digo, antes de que la llame de nuevo y mi padre se entere- Ve a lavar la cabeza y te peinaré ahora.

La culpa es mía por aceptar planes con mis amigos cuando le he prometido algo a mi hermana. O cuando ella consigue que se lo prometa incluso a desgana. Desde que ha visto que puede conseguir todo lo que quiere de mí acusándome a nuestros padres, se ha vuelto una egoísta, y tan exigente, que a veces tengo la sensación de que soy más una criada para ella que su hermana pequeña.

Aunque le he dicho que lo haré y no ha vuelvo a llamar a nuestra madre, cuando la veo salir de la sala, rumbo al baño, descubro a mi padre observándonos desde la puerta de la cocina. Su mirada severa no augura nada bueno para mí cuando termine de peinar a Dallas, y mi corazón comienza a latir tan rápido, que temo que se me salga del pecho. Me gustaría poder salir de la casa antes de que me castigue, pero cuando volviese sería peor, así que no me queda otra que callar y aguantar. 

-La familia es lo primero -me dice, después de que mi hermana esté lista y feliz con su cabello bonito, mientras mi padre me arrastra hacia el sótano-. Nada es más importante que eso, Harper. Ya deberías saberlo.

-Y lo sé, papá -mi voz suena como un ruego y me odio por ser tan débil ante él. Eso le da más poder sobre mí.

-Pues parece que no, porque pensabas largarte y dejar a tu hermana en la estacada.

-No iba a...

-No me repliques, Harper -su grito me enmudece, pues sé lo que vendría después, si lo enfrento. 

Cuando me coloca frente a la puerta del sótano, su rostro va transformándose poco a poco, y de repente, me encuentro con un Cornell de mirada tan severa como la de mi padre antes, y que sujeta mi brazo con tanta fuerza que me hace daño.

-La familia es lo primero -dice, con una voz que apenas reconozco-. Si por las buenas no lo aprendes, lo harás por las malas.

Noto cómo me empuja escaleras abajo y cuando creo que sentiré el primer golpe contra el suelo, abro los ojos, sobresaltada.

-¿Estás bien? -Cornell me mira con preocupación y por un momento me tenso al sentir su mano sobre mi brazo. Cuando me recupero, comprendo que he sido una estúpida al temerlo, pues él jamás me haría daño. 

-Solo ha sido un mal sueño -apoyo mi mano en la suya para tranquilizarlo. El viaje en tren es bastante largo y he debido quedarme dormida en algún momento. No sé cómo pude acabar mezclando un recuerdo de mi pasado con Cornell, pero no me gustaría que se repitiese.

Harper (Saga SEAL 7)Where stories live. Discover now