𝙀𝙨𝙥𝙚𝙧𝙖𝙣𝙯𝙖『𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧 𝐁𝐚𝐥𝐥 𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫』𝘿𝘽𝙉 #3

𝐒𝐨𝐫𝐩𝐫𝐞𝐬𝐚

La situación pacífica, o... tan pacifica como podía ser en pleno mundo destruido, había pasado a ser algo francamente ridículo cuando, apartándose a una zona no tan concurrida, Vegeta tomó del cuello de la ropa a Trunks, estrellándolo contra un muro, mientras Goku y Gina los observaban sin inmutarse, esta última con la bebé en brazos.

Sentía que había sido una eternidad, pero tenerla allí, sentir su calor y como su pequeña manito rodeaba uno de sus dedos, era lo mejor del mundo. Ni todo el miedo en el mundo sería comparable con la felicidad de estar otra vez con su hija, y saber que estaba a salvo.

Por fortuna, la zona donde estaba no había sido atacada por Black, pero eso no hacía invisible las numerosas pérdidas que sí habían sufrido. Ambos habían estado constantemente preocupados por Hope desde que su viaje inició, y tenerla allí valía absolutamente todo lo que había pasado, incluso la situación actual.

— ¿Qué diablos significa esto? ¿Se te olvidó mencionar el detalle de que tienes una niña? — Vegeta exclamó furioso, pero Trunks no pareció inmutarse por ello. Es más, estaba sorprendentemente tranquilo, porque la reacción de su padre era más o menos lo que había estado esperando. — ¡¿Cómo demonios no nos dices de algo así?!

— Bueno, realmente no encontré la oportunidad para hacerlo. — respondió, mirando de reojo a Gina. — Había cosas un poco más urgentes en ese momento.

— ¡Tonterías! ¡Eso sólo...! — se vio interrumpido cuando el llanto de la bebé resonó otra vez, a causa de los gritos repentinos.

— Es claro que tiene encanto para los niños. — dijo Gina, intentando aligerar el ambiente, aunque quizás esa no era la mejor manera de hacerlo. — Recuerdo que también hizo llorar a Trunks cuando era un bebé.

— No tienes que molestarte tanto, Vegeta. — Goku suspiró, casi rascando su nuca mientras su hija intentaba calmar a la bebé. — Mira, ya la asustaste.

— Cállate. — ordenó, soltando al muchacho con un gruñido, quien se acercó de inmediato a Gina para poder cargar a Hope y calmarla. — No puedo creerlo...

— Vea el lado bueno... — Gina no pudo contenerse de hablar. — Ahora usted y mi papá son familia.

— Ah, es cierto. Supongo que lo somos. — Goku se cruzó de brazos, curioso, para disgusto del contrario. — Así que todo este tiempo ustedes dos estuvieron juntos. Debí imaginarlo, pero no pensé en la posibilidad de que fueran pareja.

— Pareja suena muy informal. — dijo ella, y Trunks asintió, demasiado aliviado de que Hope estuviera a salvo como para preocuparse por lo demás.

— Gina es mi esposa. — aclaró mientras acunaba a la bebé, quien dejó de llorar en pocos segundos. — Lamento que no se los hayamos dicho antes, pero no había tiempo para hacerlo.

— No te preocupes. Creo que la parte en la que tienen una hija es la más impresionante. — respondió Goku, acercándose con curiosidad para por primera vez poder ver a Hope claramente. — Han pasado años desde la última vez que vi a un bebé así de cerca.

— ¿Desde Gohan? — preguntó ella.

— Sí, eso creo. — asintió. La bebé tenía los ojos cerrados, y arrugaba la ropa de Trunks entre uno de sus pequeños puñitos, pero podía verse asomarse su cabello negro de entre la manta que la cubría. — Realmente es muy pequeña.

— ¿Cómo es posible que aceptes todo tan fácilmente? — gruñó Vegeta. — ¡No sólo huyeron como cobardes de este lugar, sino que dejaron a su hija aquí!

— Oiga, un momento...

— No quiero escuchar más de sus excusas. — interrumpió a Gina. — Mientras ustedes estaban allá, Black podría haberla matado, ¿acaso no pensaron en eso?