Capítulo 28 - Sin compromiso

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No pienso esperar hasta el sábado para este capítulo, así que:

<3

28 | "Sin compromiso"

Olivia Audevard

Viernes, 3 de julio

Action ou vérité! —propone Ansel.

Lo dice a gritos poco después de que las botellas hayan llegado a la mesa. Las mías están en la cocina, una botella de vodka y otra de granadina que prefiero mantener en mi estante de la nevera para que nadie más las toque. En el salón tengo mi vaso, con hielo y el líquido de un brillante rojo similar al intenso tono del body bajo mi cárdigan.

Yvonne rueda los ojos y vuelve a su conversación con un pequeño grupo de amigos de Ansel a los que, por cómo les ha saludado al llegar, debía de conocerles de antes. Igual que Tony. Esta no es ni de lejos la primera vez que se ven. Ahora, Tony ignora a Ansel como hacen gran parte de sus amigos.

—Oh, vamos, será divertido —insiste Ansel.

—La última vez que jugamos terminé con un esguince —se queja el chico esbelto del rincón; Malcom. Lleva desde que ha llegado cambiando la música y tiene un carácter abierto. Le he visto tararear y bailar cada vez que iba a rellenar su vaso, compartiendo cortas conversaciones y sonrisas con cualquier persona que se cruzara en su camino. Antes de que Ansel se excuse, Malcom añade—: Me retaste a bajar las escaleras en cinco segundos y terminé volviendo a casa con muletas, no lo he olvidado.

—Tú lo aceptaste —justifica Ansel.

—¡Porque de eso se trata!

—¿Entonces de qué te quejas?

—De que los retos en este grupo son una mierda porque uno empieza, otro se pica, y se lia —dice Malcom. Más bajo, añade—. Además, mi novia me hizo prometerle que no jugaría a eso con vosotros de nuevo.

A mi lado, Jacob rompe a reír.

—¿Se lo prometiste con el meñique? —se burla otro de sus amigos.

—Cállate, Mike —se queja Malcom.

—"No, Cristina, no volveré a jugar al verdad o reto con esos tíos porque son una mala influencia" —imita otro chico al que Malcom le da una mala mirada. Se están riendo y, al final, Malcom hace lo mismo—. Venga, ahora que lo has puesto así me han entrado ganas. ¡Ansel, tienes mi voto!

—Eres una mierda —le dice Malcom a ese chico.

—También juego —dice Jacob, ganándose otra mala mirada de Malcom. Jacob está en el sofá, con un brazo sobre el respaldo desde la última vez que me he levantado y bajo el que estoy sentada desde que volví con mi segundo vaso—. ¿Qué? Tú lo has dicho, "uno se pica y otro sigue", y tú acabas de unirnos a todos diciendo que no quieres jugar.

—Eso es cierto —puntúa Ansel.

—Joder, os odio a todos —se queja Malcom.

—También tienes mi voto —dice Mike, y Malcom se rinde con eso.

Claro que no todos juegan. El pequeño grupo con el que Yvonne está hablando se queda fuera, como lo hace una de las dos chicas que han venido. Malcom se desentiende, saca el móvil y va al sofá individual del rincón. Sus amigos dejan de molestarle con el tema en cuanto Ansel saca su móvil.

—Vale, meto los nombres y empezamos. —Tecleando, me mira—. Usamos una aplicación para que sea aleatorio. Supongo que ya has jugado antes, pero tenemos un par de reglas. Todos los retos son dentro del edificio, nada que implique desnudos, no se jode la relación de ninguno del grupo y está prohibido gastar bromas a las madres.

La promesa de AsherWhere stories live. Discover now