Cuando Emma Stokes se encuentra por accidente con el grupo de amigos de su hermano una situación que puede demostrar que los extraterrestres existen, comienza a pasar más tiempo con ellos y eso solo hace que sus sentimientos por Rudy aumenten cada v...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
❛el desván prohibido❜
Al día siguiente, me encontraba incapaz de ir a clase. Entre los sucesos ocurridos el sábado, el domingo y la noche pasada, no podía reunir fuerzas para llegar a clase y concentrarme como si nada.
Para empezar, no podía parar de pensar en el accidente de tren. Lo segundo, no quería ver las caras de Dakota y Evan, aunque pareciese una cobarde. Y lo tercero, no había dormido nada por el cubo que había roto la pared de mi habitación. Había tenido que poner un parche que no hizo mucho, pero que al menos tapaba aquel agujero del tamaño de la palma de mi mano.
Cuando aquello ocurrió Rudy se fue minutos después de asegurarse de que yo estaba bien. Teníamos pensado contárselo al resto al día siguiente.
Mi madre trabajaba en el turno de tardes aquella semana, por lo que aprovecharíamos para hablar del tema esa tarde junto con el resto del grupo en un sitio donde nadie nos pudiese escuchar. Lo que aún no habíamos pensado era el qué diríamos para justificar que Rudy fuese a verme a mi habitación a altas horas de la noche.
Porque, a ser sinceros, yo tampoco comprendía por qué había ido a verme a mi en vez de su mejor amigo. No quería ilusionarme, pero mi corazón decía que lo hizo solo porque quería verme. El beso que estuvo a punto de ocurrir lo confirmaba, y ya no podía excusarme diciendo que fue por la presión del momento, como en la cena con su familia. La noche anterior estábamos a solas y los únicos que nos impulsaban a querer besarnos habíamos sido nosotros mismos.
Gracias al cielo todo lo que estaba ocurriendo a nuestro alrededor haría que nosotros no estuviésemos muy tensos juntos, o eso esperaba yo.
Chase aún no sabía que Rudy había venido a casa la madrugada anterior, así que cuando llegó a casa después de las clases en la Universidad, me acerqué a su habitación.
Yo aún iba en pijama y había recogido mi cabello en una trenza algo despeinada. Chase no me prestó mucha atención.
—No has ido a clase -comentó dejando algunos libros en su escritorio, yo me apoyé en el marco de la puerta. Él se dio la vuelta para mirarme-. ¿Es por lo que pasó en Pier Burger?
Yo reí un poco.
—No. —negué con mi cabeza.
Chase se cruzó de brazos y entrecerró sus ojos, con un poco de preocupación. Tenía ojeras y se notaba en mi expresión que no había dormido mucho.
—Anoche pasó una cosa —Comencé a decir y Chase se acercó a mi, nervioso.
