Heather rió y lo abrazó.—Pensé que te habíamos perdido.

      Peter se agachó y unió al abrazo.

      —Como siempre, tus poderes aparecen cuando quieren, y cada vez descubres algo nuevo.—señaló Strange.—Si entrenas...

      —No.—lo interrumpió la chica.—No pienso volver a usarlos. Ya entiendo por qué los Vengadores se retiraron.

       —¿Dónde está el Nulificador?—dijo Reed.

       Heather fue al traje abierto y casi destruido de Iron Man y sacó el aparato. Reed lo agarró y suspiró.

       —Debo regresarlo a Attilan... si es que el Palacio sigue en pie.—miró a Strange y Tony.—¿Quieren venir?

       —¡No!—exclamaron ambos.

       —Yo tampoco quiero ir.—dijo Johnny.— Esa princesa nos debe estar esperando para matarnos.

       —Sí, Reed, ve solo.—apoyó la Mole.

       Sue rodó los ojos.—Yo te acompaño.

       Reed le sonrió a su esposa y miró a Strange. Alzó una mano para despedirse, pero el brujo lo abrazó.

       —No te vuelvas un extraño.—bromeó.

       —Ja, ja.—dijo Strange con sarcasmo.

      Abrió un portal al Edificio Baxter y los Cuatro Fantásticos entraron.

       —¡Te veo en la universidad, Parker!—dijo Johnny antes que el portal cerrara.

       —Universidad... ¿Dónde está Sinthea?—preguntó Peter.

       La pelirroja apareció entre los Spider-Men y le sonrió incómoda.

       —Tony, ¿puedes ayudarla a encontrar a Red Skull?

       —Debemos ir al Com...—Tony se intentó levantar, pero casi cae, siendo atrapado por Peter.

       —Hay que hacerle una revisión médica.—dijo Bruce y lo cargó.

       —¿Dónde estuviste todo este tiempo?—le preguntó Heather.

       —En el Quinjet, esperando que me llamaran.

       Tony abrió la boca para gritarle, pero la cerró—Ugh, como sea. Llévame y cúrame.—Bruce obedeció.—Niña, ven con nosotros.—le dijo a Sinthea.

       Heather miró a su alrededor.—¿Y todos los villanos?

       —Se fueron apenas Galactus lo hizo. Supongo que tenían miedo que rompieramos la promesa.—respondió Strange.

       —Pero Magneto sigue ahí.—señaló Peter.

       El villano estaba unos metros lejos de ellos, a punto de irse volando dentro de un campo de fuerza.

       —¡Espera!—lo llamó la rubia.

       Corrió hacia él y lo abrazó. Magneto rió y le dio unas palmaditas en la espalda.—Lo lograste, niña.

       —Fue gracias a todos, incluyéndote. Vi cuando lo atacaste y creí notar un pequeño corte en el labio de Galactus.—afirmó Heather, separándose del abrazo.

       —Si algún día quieres jugar GTA en la vida real con mis guardias, ya sabes donde vivo.

        Magneto empezó a levitar y se fue por el horizonte. Peter se acercó a su novia y rodeó sus hombros.

After Game • Peter Parker ✓Where stories live. Discover now