-Extra-

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Enero de 1990.

El clima era gélido, las lluvias frecuentes avisaban que pronto caería nieve en lugar de frías gotas, y el sol apenas se dignaba a calentar sus cuerpos. Ese día, HeeJin estaba ansiosa y no paraba de preparar platillos en la cocina mientras su esposo caminaba de un lado hacia otro con nerviosismo e impaciencia. La castaña sonrió, había sido un gran trabajo psicológico lograr que Kim TaeWon aceptase que su único hijo, el que se encargaría de Kim Enterprise, era homosexual y que eso, no era algo malo realmente. Y no lo culpaba, en la época de los mayores aquello se veía como una enfermedad, como algo mal y antinatural; así que era de esperarse que pasaran todos esos días oscuros en la residencia Kim.

Pero tras hablarlo con más calma semanas después, y con mucha ayuda de HeeJin, quien solo le interesaba el bienestar de su hijo cuáles fueran sus gustos, logró comprenderlo. TaeWon amaba a su hijo, y justo como le dijo su esposa ese día, sus gustos eran irrelevantes cuando la felicidad del menor partía de ellos. Es por eso, que el cuatro de diciembre del pasado año, cuando Seokjin luego de soplar las velas de su vigésimo primer cumpleaños, les contó que tenía novio, el señor Kim no se lo tomó tan mal. Porque su pequeño les sonreía con tanta sinceridad, y sus ojos brillaban tanto, que cualquier pensamiento malo que pudiera tener al respecto quedó en segundo plano.

Y luego de un mes, su esposa se reía de su actitud nerviosa a la espera de SeokJin y su novio. Por fin lo conocerían, y tanto TaeWon como HeeJin estaban ansiosos y emocionados, curiosos y expectantes.

La puerta se abrió, y por ella entraron dos jóvenes, el primero siendo su hijo y tras él, un muchacho de piel tostada y hoyuelos. Era tan alto como Jin, sus padres esa tarde en la cena descubrieron que además de guapo, también era muy inteligente y tenía muchísimos temas de conversación, cosa que le agradó mucho al señor Kim. La señora descubrió que le encantaba la sonrisa del novio de su hijo, y su acento al hablar en inglés, aunque quizá no le agradaba mucho la idea de que fuera torpe, puesto que casi rompe sus caros platos de porcelana al intentar ayudarla.

Kim SeokJin no podía estar más feliz. Tenía un maravilloso novio, una hermosa familia y una vida que agradecía.

Todo era perfecto, y con la mano de NamJoon entrelazada con la suya bajo la mesa, supo que su felicidad perduraría por muchísimo más.

Febrero de 1996.

Era la tercera vez que la señora Kim veía a su esposo tan nervioso, siendo la primera cuando nació su amado SeokJin y la segunda al conocer a NamJoon.

Pero la situación no ameritaba menos.

En el pasado cuatro de diciembre, tras soplar las velas de su vigésimo sexto cumpleaños junto a su familia y su amado novio, les dieron la noticia.

Puesto que ya estaban trabajando, SeokJin dirigiendo Kim Enterprise junto a su padre y NamJoon, y luego de cinco años de relación habían tomado la decisión.

Adoptarían a un hijo.

Ambos mayores quedaron sin palabras, pero luego solo pudieron felicitarlos y emocionarse demasiado porque serían abuelos, abrazándose fuertemente.

El 30 de diciembre nació un pequeño cuya madre falleció al tenerlo debido a una enfermedad cardíaca, quedando completamente solo puesto que no tenía más familia. Al escuchar sobre esto en el centro de adopción, apenas una semana después y luego de pensarlo mucho, decidieron que adoptarían a ese bebé.

Focus on me | VKook (+18)[Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora