Capitulo 7

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“Maldita sea”, murmuro a mí mismo al pulsar el botón verde en la pantalla de mi teléfono con el codo y pongo a Seth en el altavoz. “¿Qué coño quieres?”

“¡Niall! ¡Cuánto tiempo sin verte!” Grita, su voz completamente opuesta a la mía. Algo grande debe haberle ocurrido, entonces. “¿Vienes a la discoteca con nosotros esta noche? Bueno, es sólo yo en realidad, porque…”

“Te dije cincuenta veces hoy y lo voy a repetir nuevamente”, le interrumpo y me inclino hacia mi teléfono mientras me lavo las manos. “No”.

“Vamos”, arrastra la voz sonando como un niño pequeño que quiere helado. Por otra parte, él es sólo un niño gigante. “¡No has utilizado tu ID alguna vez desde que llegaste aquí!”

Me acuerdo entonces de lo que recibí como un regalo cuando me comprometí con su fraternidad – una identificación falsa que dice que tengo oficialmente 21 – una sonrisa aparece en mi cara por primera vez en horas. “Y no pienso hacerlo alguna vez” le digo a través de un pequeño suspiro. “Me reuniré con Leanne cuando mi turno acabe.”

 “Ya sabes que puedo echarte de la casa de la fraternidad si quiero,” él me advierte y no puedo dejar de reírme de eso. Él no lo haría, yo sé que no lo haría. “Enserio, compañero, todo lo que haces durante el día es pensar en Leanne y cortar carne.”

“¿Acabas de decir compañero?” Ignoro sus bromas, aunque es 100% exacto. Yo corto la carne en un supermercado como un trabajo a tiempo parcial y lo hago pasando la mayor parte de mi tiempo pensando en Leanne mientras lo hago. Mayormente no pienso en nadie más.

“Sí, a ver, es mucho el tiempo que paso contigo. Es vergonzoso.” La franqueza de Seth nunca deja de sorprenderme. “Me estoy convirtiendo en británico.”

“Pero yo no soy británico.” Frunzo el ceño cuando finalmente tomo mi teléfono y desactivo el altavoz, colocándolo contra mi oído.

“Es lo mismo.” Bueno, eso definitivamente no es lo mismo. “Por lo tanto, ¿vendrás a la discoteca sí o no?

“Sólo lo has preguntado hace treinta segundos”, digo en voz alta para que me oiga por encima del ruido de la cortadora de carne; lo bueno es que me dieron diez minutos de descanso del trabajo. “Y mi respuesta es la misma desde hace treinta segundos. No.

“Tú no eres divertido,” casi se queja. “Mira, si quieres ver a Leanne, sólo puedes traerla con nosotros. Ella ni siquiera necesita una identificación falsa, esa es una de las ventajas de salir de ella de todos modos.”

Asiento con la cabeza en acuerdo, aunque sé que no me puede ver; aunque yo nunca la he usado para comprarme alcohol ni nada – ya que estoy tratando de vivir como un estadounidense y eso – es muy conveniente que ella tenga 21. Solía encontrar salir con chicas mayores un poco incomodo y ahora no puedo sacar a dos de ellas de mi cabeza. Las cosas eran mucho más simples en Irlanda.

Ahora que pienso en eso, cada amigo mío y todo el mundo que está cerca de mí es mayor de 21 años – Seth tiene 22 – y luego me tienen a mí. Y eso es deprimente.

“No, todavía no.” Me siento en una de las sillas de la sala de almacenamiento. “Me llevarás a beber alcohol y te mataré por la mañana. Yo sé que eso va a suceder.”

“Sólo pregúntale,” él se queja, sin hacer caso, bueno, de todo lo que ya le dije. “Por alguna razón, nadie quiere salir esta noche, y yo no quiero ir a bailar solo.”

“¿Qué quiere decir que nadie quiere salir?” Me río. “Es viernes.”

“Sí, lo es. Pero es, y cito, frio y lluvioso, y que queremos ver el partido.”

Intrepid || n.h. au || EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora