Capítulo 38.

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—Hola —mostraba cara de arrepentimiento y de cansancio.

—Hola, Justin —sacudió la cabeza y siguió su camino hacia la cocina.

—¿Podemos hablar? —Él se levantó y caminó algo inseguro tras ella.

—Eso estamos haciendo, ¿no? —se encogió de hombros, tratando de no darle mucha importancia.

—Sabes lo que quiero decir...

—No, no lo sé —mintió. No quería hablar con él aún. Tomó un suéter, su celular y caminó hacia la puerta. Él suspiró pasándose una mano por el cabello y la miró.

—¿Adónde vas?

—No voy a volver aún, así que tranquilo, puedes traer a tu amiga rubia acá —sonrió con falsedad y abrió la puerta, dispuesta a salir antes de que él respondiera.

—¡____, vamos! —Justin caminó rápido y en unos segundos estaba entre la puerta y ella, para que no saliera.

—¿Qué quieres, Justin? —suspiró. Quizás ella estaba siendo demasiado dura con él.

—¿Dónde estabas ayer?

—¿Eso no debería preguntarlo yo?

—Escucha, si crees que estuve con esa chica, estás muy, muy equivocada —él cerró la puerta y se apoyó sobre ésta, sin dejar de mirar a ____.

—Oh, claro —asintió—. Es por eso que cuando volví, seguías con ella en el mismo lugar, hablando como si nada —Justin no pudo evitar sonreír por ver a una ____ celosa —. No sé qué es tan gracioso, pero ahora, ¿puedes dejarme salir?

—No, debes besarme primero —él se encogió de hombros, tratando de lucir serio.

—Justin, estoy hablando en serio, déjame salir.

—También yo, nena —sonrió apenas—. Me besas o no sales.

—Vamos Justin —ella bufó—, no voy a besarte.

—O lo haces —estiró sus labios— o nada.

—Sólo quiero salir a tomar aire, caminar, tomar algo o lo que sea, quiero salir un rato —se encogió de hombros.

—Bien —se alejó de la puerta.

—¿Me dejas salir? —se sintió desilusionada, pensó que Justin la molestaría más tiempo.

—No, espera acá. Iré a ponerme algo cómodo para que salgamos.

Ella quiso protestar, pero se resignó, prefirió no seguir peleando con Justin, después de todo, ella también tenía ganas de hablar con él, aunque fueran unos minutos. Quería volver a escuchar cosas cariñosas provenientes de él.

Pasaron unos minutos y Justin volvió, tomó su billetera de encima y se la echó al bolsillo trasero de su pantalón:—Vamos.

Comenzaron a caminar, sin dirigirse la palabra, _____ iba viendo a su alrededor, era todo tan precioso.

Respiró aire profundamente y contó hasta 20.

Cuando terminó de contar Justin paró, junto a ellos había un local dónde vendían cafés, pero este se veía como un negocio muy... Familiar.

—Ven —la voz de Justin no era pesada, era la de siempre. Muy dulce.

Una vez sentados ahí y una vez que ya habían pedido las cosas, él comenzó a hablar.

—Lo siento —Justin comenzó—. Nena, solo hablamos, lo juro.

Ella suspiró. —Yo lo siento también por irme...

—Está bien, supongo que yo también me pondría celoso.

—No estaba celosa —mintió, encogiéndose de hombros, haciendo que Justin riera a carcajadas.

—Eres muy expresiva con tu rostro, ¿sabes? —Justin la miró divertido.

—Vale, quizás lo estaba un poco –Sonrió.

—Un poco harto —él sonrió—. De todas formas, eres super guapa cuando estás celosa.

{...}

______ revisó su armario por última vez, hasta elegir un bikini naranjo, todos lo que la vieran sabría que estaba embarazada.

No le gustaba mucho el bikini, pero no tenía otro, los otros ya no le quedaban muy bien, tenía ganas de comprarse otros, pero no hoy. Hoy sólo disfrutaría con Justin, se relajaría con él todo lo que pudiera.

Se puso un vestido suelto encima del bikini.

Salió de la habitación y fue a la cocina, dónde ya estaba Justin, comiéndose una manzana roja.

—¿Ya estás lista? —Justin la miró, sonriente—, te ves preciosa, nena.

Ella se acercó a besarlo y una vez que lo hizo, sintió el sabor de la manzana en sus labios, comenzó a reír.

—¿Vamos?

—Vamos.

Ambos salieron de la cabaña hacia la playa.

Una vez allí, dejaron sus toallas y se acostaron en éstas, ambos con sus lentes de sol.

Todos los días habían pasado con tranquilidad. Los paparazzis no los habían encontrado, o si lo habían hecho, Justin y ____ no lo habían notado. Hasta ese momento.

De repente un grupo de personas con sus gigantes cámaras fotográficas estaban por todo el alrededor, intentando fotografiarlos de la mejor manera que podían. Los guardaespaldas, se les acercaron rápidamente, intentando impedirlo.

—¿Qué demonios? —Justin murmuró mirándolos y se levantó, para luego ayudar a ____ a hacer lo mismo.

—Agh —ella gruñó bajo, poniéndose una toalla alrededor de su cuerpo y tomaron sus cosas.

—Nena, debemos irnos —él le susurró.

—¡Justin, ____, una foto acá! —uno de los paparazzis gritó, mientras le tomaba fotos.

—¡Solo unas cuantas fotos! —otro de los paparazzis se animó y gritó también.

—Vamos —____ tomó la mano de Justin y caminaron hacia la Van rodeados de los guardaespaldas y los paparazzis tratando de tomarles fotos. 

Confident.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora