Capítulo 23.

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Despertó con los brazos de Justin rodeándola, estaban en la posición de cucharita con la que se habían dormido y no se habían separado en toda la noche. 

Tenía la cabeza de Justin en su hombro y sonrió al sentirlo respirar tan cerca. Giró un poco la cabeza y vio a Justin con los ojos cerrados, mientras sonreía. Quiso tomarle una foto. Volvió la cabeza a su velador y ahí se encontraba su teléfono. Con un brazo lo buscó y al tenerlo en su mano puso la cámara sin desbloquearlo, puso la cámara frontal y les sacó unas ocho fotos. Sonriendo, haciendo caras y Justin seguía durmiendo. Tenía el sueño pesado. 

Volvió a dejar su teléfono en el velador. Le dieron ganas de ir al baño, pero el agarre de Justin era muy fuerte, para soltarse tendría que despertarlo. Y no quería sacarlo de su calma, estaba tan quieto, se veía tan inocente, tan virginal. 

Volvió a sonreír cuando pensó en un Justin virgen. 

—¿De qué te ríes, nena? —su voz la sobresaltó, ¿hace cuánto había despertado? 
—¿Hace cuánto estabas despierto? —estaban susurrando. 
—Mmh, cuando tomaste las fotos. 
—Oh —la había pillado desprevenida. 
—¿Subiste alguna? —le hizo cariño en el estómago. 
—No, quería ponerlas en mi fondo de bloqueo. 
—Sube alguna. 
—¿Qué? No, Justin, tus fans... 
—Quiero que sepan que estoy feliz junto a ti —su corazón gritó, se encogió, casi le da un ataque. Le dieron ganas de llorar. Creyó que el embarazo la tenía así de sentimental. 
—Bien —volvió a tomar su teléfono, juntos eligieron la foto y ella la subió a Instagram y la compartió con Facebook.
—Vamos —él se levantó cuando ella dejó su celular a un lado y le tomó la mano.
—¿Vamos a…? —ella lo miró confundida.
—A salir, no lo sé —rió—. A comer afuera, ya es tarde para desayunar, de todas formas.
—Está bien —sonrió—. Iré a buscar ropa.

____ tomó su celular y salió de la habitación de Justin, donde solían dormir ahora, para ir a la que era su habitación y buscar algún atuendo. Dejó el celular sobre la cama y abrió las puertas del closet. Hoy estaba haciendo mucho calor en Los Ángeles, así que se decidió por un short color negro y una blusa blanca que resaltaba su barriga, ahora, mucho más grande. Estaba abrochándose los botones de la blusa, cuando su celular hizo el sonido indicando que tenía un nuevo mensaje. Se acercó a éste y lo miró. Era un número desconocido.

“Junta hoy, esta vez en mi casa, a las 20:00, ¿vienes?”

Frunció el ceño. ¿Quién demonios le había enviado ese mensaje? Suspiró y dejó el celular sobre la cama nuevamente. Seguro se habían equivocado. Se acercó al espero, para terminar de arreglarse cuando el celular sonó una vez más. 

—Dios… —susurró para ella misma y tomó el celular. Otro mensaje.

“Oh, y casi lo olvido. Soy Luke, ¿me recuerdas? (:” 

Ella suspiró y sonrió aliviada. Luke, el amigo de Justin, claro que lo recordaba. Ese día en casa de Justin, se había quedado con ella la mayor parte del tiempo, hablando. De todas formas, ¿por qué le decía a ella y no a Justin? Sacudió la cabeza y respondió.

“Claro. Nos vemos, xo” 

Se guardó el celular en el bolsillo trasero de su short y salió de la habitación, buscando a Justin. Lo encontró en la sala distraído, mientras mensajeaba con alguien en su celular. Se acercó a él. Él levantó la mirada y sonrió. 

—Me gusta como luces con esa blusa —él le tomó la mano e hizo que ella diera una vuelta—. Y también ese short, esos zapatos y… bueno, tú en general —ella rió.
—Gracias, tú no te quedas atrás —guiñó el ojo y caminó hacia la salida, tomando su bolso antes.

Él sonrió y la siguió hacia la salida, ya ahí le abrió la puerta del auto y luego de sentarse en el piloto, salieron de la casa. 

—¿Vamos a un lugar formal? 
—Nop —Justin sonrió—. Vamos al McDonalds, siempre voy a robar wi-fi allá. 
—¿Al... McDonalds? —ella levantó una ceja. 
—Sí. 
—Perfecto —suspiró—. Me estaba aburriendo de las cosas formales... Oh y ¿Justin? 
—¿Si? —se le veía concentrado, con la vista fija en el camino. 
—Eres una de las personas más ricas del mundo y ¿robas wi-fi? 
—Robaba —se encogió de hombros—. Cuando estaba de gira y los chicos no me querían dar, iba a robar allí. 
—Tu última gira fue un éxito. 
—Oh, sí, todo gracias a mis chicas, gracias a ellas estoy aquí.

____ asintió, observándolo. De lejos se notaba que Justin amaba lo que hacía y por quiénes lo hacía. Él era un chico muy trabajador, esforzado y ella estaba segura de que él seguiría haciendo música mientras tuviera por quién hacerla.

Sintió el auto parar y recién ahí se dio cuenta de que habían llegado.
Justin se colocó unos lentes y una gorra y le dio unos a ella para pasar sin llamar mucho la atención. 

Se bajaron y al entrar ella pudo notar que nadie se había dado cuenta de quiénes eran. Fueron a hacer la fila para pedir lo que querían y cuando llegó su turno Justin le habló. 

—¿Qué pedirás, nena? 
—Un BigMac con una Coca-cola, no te olvides de las papas —ella le sonrió.
—Bien, yo quiero lo mismo, pero con una Sprite. 

La chica anotó la orden, les cobró y les hizo pasar a un lado para retirarlo. 

—No te veías como ese tipo de chicas. 
—¿Qué tipo?
—El tipo que come papas, hamburguesas, no sé, pensaba que dirías algo como "mucha grasa" o "muchas calorías" cada día me sorprendes más, nena.
—Me alagas, Bieber —bromeó y él rió.

Cuando un chico les pasó una bandeja con todas las cosas que habían pedido, Justin la tomó y camino hacia la mesa más escondida y alejada de a puerta. Se sentaron uno frente a otro, y ____ bebió de su Coca-cola.

Ella recordó el mensaje de Luke, y seguía preguntándose si ya le había dicho a Justin para que fuera también, porque ella sí quería ir. Luke era simpático. Dejó la bebida a un lado, para luego acercar la hamburguesa a ella y miró a Justin.

—¿Ya hablaste con Luke? 
—¿Luke? —él frunció el ceño—. Uhm, no, ¿por qué iba a hablar con él?
—Es que... me envió un mensaje diciendo que iba a hacer algo como lo que tú hiciste el otro día, pero en su casa —se encogió de hombros—.
—Oh —el asintió—. ¿Tu quieres ir?
—Pues... sí, ¿y tú?
—Allá estaremos entonces —sonrió. 

{...}

Horas más tarde, después de haber terminado de comer, haber vuelto a casa, ver mucha televisión y hablar, cambiarse de ropa, ahora ambos iban camino a casa de Luke.

Como siempre, los viajes siendo silenciosos. ____ iba mirando por la ventana y recordó a Miranda. ¿Qué habría sido de ella? Seguro ya se había enterado que ella sabía lo que había pasado con Justin, y por eso no la llamaba todos los días para salir como antes. O quizás simplemente no lo hacía por los futuros bebés. Suspiró. En los últimos cuatro meses su vida había cambiado demasiado. 

—¿Qué piensas? —Justin habló interrumpiendo sus pensamientos.
—Nada, en lo distinto que es todo ahora —ella lo miró.
—¿A qué te refieres?
—No sé, cuatro meses atrás habría estado de fiesta en fiesta, con Miranda —se encogió de hombros— y ahora es todo... muy diferente.
—¿Y te arrepientes? —él la miró por un segundo, y luego volvió su vista a la carretera.
—¡No! Bah, ¿qué dices? —sonrió mirando hacia la carretera también—. Me gusta estar así.
Él asintió. —A mí también.

Confident.Where stories live. Discover now