Nightmare » Shawn Mendes© I#2

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Encontramos a el resto del grupo, estamos reunidos nuevamente después de un día entero separados. Mientras que nos encontrábamos dentro de esa vieja escuela abandonada, nuestros demás compañeros estuvieron escondidos dentro de la cochera de una casa a unas cuantas calles de distancia de nosotros, volvimos a estar juntos por pura casualidad, cuando Harry estuvo a punto de atacar a Zach pensando que era un caminante, con el aspecto que nos cargamos ahora mismo, cualquiera podría pensar que somos muertos vivientes; nos urge un baño y ropa nueva.

Hago una mueca de dolor al sentir como la aguja traspasa la carne viva de mi espalda, provocando que mi piel se ponga de gallina. Finnick intenta calmarme al ver que lágrimas de dolor empiezan a salir de mis ojos, desgraciadamente no contamos con anestesia y estoy sintiendo hasta el más mínimo movimiento que realiza el filamento de metal y como raspa el hilo cada que el chico lo estira para poder cerrar mis heridas. Me doy cuenta de que he hecho mis manos en puños y estoy presionando tan fuerte que comienzo a encajarme mis uñas sin querer, dejo de hacer fuerza y las relajo viendo como mis palmas han quedado marcadas por mi culpa.

— Va de nuevo —Finnick me avisa antes de volver a introducir la aguja, respiro hondo y en poco tiempo vuelvo a sentir ese piquete acompañado de un ardor insoportable. Me quejo en voz alta y presiono mi mandíbula con fuerza soltando algunas lágrimas.

Me quedo viendo a la nada, sintiendo como Finnick continúa con lo suyo mientras que decido no volver a gritar o a quejarme por el dolor, simplemente presiono mis labios y aguanto la respiración cada que vuelvo a sentir las ganas de sacar todo el aire de mis pulmones gritando.

Ahora lo que queda de lo que antes fue un grupo numeroso, estamos dentro de una pequeña casa que hemos encontrado un poco más retirada del centro de la ciudad, para evitar más encuentros con caminantes, o al menos eso es lo que pensamos.

Miro a la puerta y está entreabierta, me quedo clavada observando a Shawn quien está dormido en uno de los sillones de la entrada. Su boca está ligeramente abierta y respira a través de esta, su piel luce más pálida que hace unas horas, jamás creí que mis ojos tendrían que ver esto. La infección avanza cada vez más rápido, en su cuerpo puede notarse el poco tiempo que le queda y cada vez que abre los ojos y me ve directamente, puedo darme cuenta de que ya ha comenzado a irse, le pregunté si recordaba cómo nos habíamos conocido, y no obtuve una respuesta, porque ha empezado a olvidar poco a poco las cosas que para el eran importantes.

— Listo —El chico a mi lado dice mientras que deja caer agua limpia sobre mis heridas ahora suturadas. Suspiro aliviada en cuanto lo escucho decir esas palabras, y él comienza a pasar una toalla por mi espalda para secarla.— ahora, vamos a vendarte.

Pongo ambas palmas de mis manos sobre la mesa en la que estoy recostada boca abajo y me impulso para poder pararme, Finnick me ayuda e intenta no verme porque no tengo nada puesto de mi cintura para arriba. Después de ayudarme a vendar todo mi torso, me entrega la misma sudadera cubierta de sangre seca, por desgracia no hemos tenido suerte en conseguir ropa nueva. Le agradezco con una sonrisa y él me sonríe de vuelta mientras que limpia sus manos llenas de sangre en su pantalón.

Salgo de esa habitación, y me dirijo al sillón en el que está acostado Shawn, tomo su cabeza entre mis manos y él ni siquiera se inmuta, me siento y lo dejo usar mis piernas como almohada. Me aseguro de que siga respirando pasando mi mano por enfrente de su boca y su aliento chocar contra mi dorso me tranquiliza. Me quedo observando a la pequeña ventana a unos metros, cerca a la puerta de la entrada, mientras que acaricio con delicadeza su cabello con mis dedos.

Estuve pensando en lo que me dijo Harry, y tiene razón, no existe una cura. Por más que lo desee, por más que la busque, haga lo que haga no podré encontrarla en tan poco tiempo para poder salvar la vida de Shawn. Me costó trabajo aceptarlo, golpeé muchas veces la pared tratando de desquitar todo mi dolor, y ahora mis nudillos tienen sangre seca cubriendo heridas en ellos. Tengo que resignarme, sé que voy a perderlo dentro de muy poco tiempo.