¿Recuerdan aquellos días en los que el alimento nunca faltaba? esos días en los que cualquier cosa sobraba. Ahora solo sobran muertos, muertos hambrientos que devoran todo a su paso, acabando con cada persona, una tras otra.
Solo hay una regla, dis...
Sigo con mis pasos lentos en busca de los chicos desde hace horas, dos aproximadamente según las cuentas que realicé, aunque por obvias razones no son exactas. Siento mis pies arder mientras que el sol ya comienza a ocultarse, dejo caer mis hombros hacia adelante mientras que hago una mueca reflejando mi cansancio, caminar por tanto tiempo, descalza, no es tan agradable, pero considerando que estoy en una Apocalipsis Zombie y continúo viva, esta no es la peor situación por la que he pasado, he vivido cosas mil veces peores, no debería quejarme ni siquiera con el pensamiento por ahora.
Me doy cuenta de que ha estado dando vueltas todo el tiempo, ya que he pasado por la misma calle donde estaban intentado jugar con caminantes dentro de la jaula. Me detengo en seco al saber que perdí mucho de mi tiempo haciendo el mismo recorrido, ¿tan mal estoy como para no haberme dado cuenta? sigo avanzando y al pasar por un lado de la jaula gigante, me doy cuenta de qué hay algunos caminantes dentro de esta, todos amarrados con correas al cuello. No me intereso en detenerme para contarlos o para observar detalles, y mantengo mis piernas en movimiento, ojalá que no me tome más tiempo encontrar a los chicos y me los tope de una vez, al menos espero que ellos si estén juntos y nadie esté en mi situación.
— Hey —Escucho a mis espaldas una voz que estoy segura es de un chico, pero no me preocupo por voltear, ya que aún hay gente fuera de las casas y hay 0.01% de probabilidades de que se dirija a mi, digo ¿quien se interesaría por hablarme? parezco loca recién salida del manicomio con este aspecto que me cargo.— ¡rubia! nadie puede seguir en las calles, debes entrar a una casa, el sol ya está por ocultarse.
Luego de eso, sé que se refiere a mi. Me giro con cuidado de no lastimar más mis pies, siento que en cualquier momentos mis talones van a explotarme, ahora mismo me arrepiento de no haber tomado la ropa y calzado que me ofrecieron, siempre seré tan estúpidamente orgullosa. El chico frente a mi, tiene una manta entre sus manos mientras que me observa con recelo al ver que lo miro de una manera que podría decirse que estoy poseída por mil demonios a la vez, pero cuando veo como con algo de nerviosismo se acerca a mi con intenciones de cubrirme con la manta relajo mis facciones y me dejo cubrir.
— Sé que eres nueva aquí —Dice acomodando la manta sobre mis hombros, mi mirada se encuentra clavada en sus zapatos, lucen tan cómodos que desearía tanto tenerlos puestos en mis pies. El se percata de lo que hago, y empieza a mover sus pies algo incómodo, así que dejo de verlo tanto.— vi como partiste en dos a esa...cosa ¿acaso no les tienes miedo?
— ¿Tu qué crees? —Pregunto con tono de obviedad mientras que retiro sus manos de mis hombros, terminando de acomodarme la manta yo sola. El sonríe de lado y después dirige su vista a una de las tantas casas de la calle.
— Mira, es difícil integrarse aquí, la gente es muy reservada, y miedosa. Pasaste al menos unas tres veces por aquí, sola ¿no tienes a nadie? —Pregunta. Por lo que veo este chico es curioso, y me ha estado observando, ¿debería preocuparme?
— Estoy buscando a mi grupo, son unos chicos, algunos parecen modelos, hay un rubio teñido, un... oh, más fácil ¿alguna vez viste a los integrantes de One Direction? son ellos y unos más —Hablo sabiendo lo extraño que sonó eso, el me mira con una ceño fruncido mientras que asiente con la cabeza, aún me cuesta creer que mis ídolos terminaron siendo mis acompañantes en el fin del mundo.— suena loco, pero, sí.
— De acuerdo... —Responde comenzando a jugar con sus manos, seguramente no me cree absolutamente nada.— yo, solo quería invitarte a la casa donde me quedo, no la comparto y no me haría mal tener compañía, estarás mejor que aquí afuera, en la mañana puedo ayudarte a buscar a tu grupo.
— Solo espero que tus intenciones sean buenas —Le digo el primer pensamiento que viene a mi mente después de oír sus palabras, el ríe y sé perfectamente que es por mi forma tan directa de decir las cosas.— me gusta ser sincera, lo siento si te molesta o incómoda.
— No, para nada.
{...}
Siento como alguien sacude mi hombro mientras que dicen mi nombre un par de veces en un tono no muy alto, abro los ojos y me quedo observando al chico frente a mi, quien me dio techo anoche pero que aún no se su nombre. Cuando ve que por fin abro los ojos, sonríe y me ofrece un vaso de plástico rápidamente, colocándolo justo a unos centímetros de mi rostro, frunzo el ceño mientras que alzo mi cabeza para intentar ver qué hay dentro del vaso, y siento como mis ojos se iluminan de inmediato cuando veo el agua cristalina moviéndose en este.
— Te juro que no pienso drogarte —Dice al ver que lo veo dudosa, sin decir nada, tomo el vaso y comienzo a beberme el agua mientras que siento su mirada sobre mi.
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— Gracias...por lo que hiciste —Le digo mientras que dejo el vaso vacío a un lado de mi, me pongo de pie y la manta que me cubría cae al piso.— ahora me iré, tengo que encontrar a mis amigos, espero nos veamos después.
— ¡Oye! —Lo escucho a mis espaldas cuando ya he avanzado hacia la puerta, detengo mi mano que se dirigía a la perilla de la puerta y me doy la media vuelta para verlo, lo encuentro recogiendo la manta y dejándola sobre el sofá.— te dije que te ayudaría a encontrarlos ¿lo recuerdas? además, dijiste que son los miembros de One Direction, mi tercera boy band favorita, si es verdad, ¿crees que voy a perdérmelo?
— De acuerdo —Respondo bufando, el ríe por mi reacción pero se encamina a la puerta y la abre saliendo de esta, lo miro divertida desde mi lugar hasta que empieza a apresurarme para salir. Salgo de la casa y empiezo a avanzar sintiendo el sol dándome algo de calor, la casa es demasiado fría, más que afuera.— por favor, no te distraigas mucho, y tampoco seas una distracción para mi.
— Si, no te preocupes por eso —Dice haciendo un movimiento con su mano restándole importancia, después de cerrar la puerta.— por cierto, ¿cómo te llamas, rubia loca?
— No me llames así. Scarlett —Le contesto mientras que los dos empezamos nuestra caminata a lo largo de la calle donde ya se encuentran algunas personas.— y ¿cuál es tu nombre, ojos de gargajo?
— Buena esa, aunque no puedes criticarlos, tus ojos son parecidos —Dice mientras que suelta una carcajada, no puedo evitar sonreír así que retiro mi vista de el para ver hacia el frente.— soy Finnick.
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Jelou, lo c, aburrido, pero se sumó un personaje que será muy muy importante en esta segunda temporada, más adelante verán por qué y tengan por seguro que lo amaran con toda su alma xdXd o tal vez puedan odiarlo, uno nunca sabe😂
Por favoooor voten y comenteeeen, denme lof, si gustan irme a seguir no me quejo, gratz (tal vez le de follow back a algunas al azar)
