Nightmare » Shawn Mendes© I#2

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Al despertar no sabía que había sucedido, me sentía tan confundida y completamente perdida, pero fue entonces cuando recordé lo que había sucedido; como uno de los caminantes a los cuales me enfrenté me mordió el tobillo, como sentí sus dientes enterrándose con fuerza hasta arrancar un pedazo de mi piel, y el estruendoso grito que salió de mi boca cuando eso sucedió, como con una katana cortaban una de mis extremidades, separándola de mi cuerpo después de varias veces intentando cortarla, mi desesperación e impotencia en ese momento, mi llanto y mis pesadas lágrimas, fue tanto el dolor, fue tanta la sangre, que simplemente no resistí, y caí desmayada mientras veía como me desangraba.

No puedo parar de llorar, y sé el motivo de mi distracción, recuerdo que traté de dejar todo en cuanto vi que Shawn estaba inconsciente, ni siquiera sé por qué, y aunque quisiera saber cómo se encuentra el ahora, no puedo por lo menos hablar; sigo en shock después de lo qué pasó, Shawn es la persona que más quiero, es lo más valioso que me queda, iría corriendo para saber cómo está, pero ahora no puedo ni mantenerme, y el saber qué tal vez mi pie no fue amputado a tiempo me pone tan mal, existe un 50% de probabilidad de que la bacteria avanzara rápido y puede que aún siga en mi sangre, nadie puede asegurarme que no moriré.

Suspiro comenzando a secar mis mejillas, las cuales están pegajosas gracias a las lágrimas que no he dejado de embarrar sobre ellas. Tomo valentía, y me preparo para quitar la sábana que cubre mis piernas, y cuando por fin soy capaz de hacerlo, un sollozo sale de mi boca al ver que mi pie izquierdo no está, una venda llena de sangre cubre la terrible herida que debe de verse. Decido no torturarme más, y rápidamente vuelvo a cubrir mis piernas para evitar seguir viendo cómo he quedado después del incidente.

Cierro los ojos con fuerza y me obligo a mi misma a dejar de llorar, no puedo darme por vencida tan rápido, que te amputen una parte de tu cuerpo para que puedas seguir viviendo, dificultando más la vida, en un mundo repleto de demonios es una de las peores situaciones que me pude haber imaginado alguna vez, tengo que ser fuerte, lo necesito, por Shawn, por mis amigos, y por lo que podría llegar a pasar en el futuro, tengo que dejar mi pesimismo y mi negatividad atrás, y tratar de ser un poco más optimista; si pienso positivamente, esta es una oportunidad que me está dando la vida, y debo de aprovecharla.

Abro mis ojos nuevamente, y vuelvo a descubrir mis piernas, mirando mi pierna izquierda incompleta, me repito una y otra vez internamente que no debo de llorar, y me trago el nudo que comenzó a formarse en mi garganta e ignoro el molesto ardor que he comenzando a sentir en el pecho. Sin mirar más mis piernas, las coloco en la orilla de la cama, al sentir que mi pie derecho tocar el frío suelo un escalofrío me recorre y no puedo evitar pensar lo mucho que extrañaré poder usar mis dos pies. Empiezo a levantarme poco a poco, hasta que logro estar parada en un solo pie.

Empiezo a dar brincos tratando de no perder el equilibrio hasta que llegue a la puerta, necesito salir de aquí, y ver que ha sucedido con Shawn. Todo iba bien, hasta que mi fuerza de voluntad y mis actitud positiva se fueron a la mierda en el momento que al dar un brinco pierdo el equilibrio y caigo directamente al suelo. Observo una vez más el vendaje en mi pierna, y con coraje empiezo a arrebatarlo hasta que la herida por fin puede verse, ¡que horrible es no poder ver mi tobillo, mi pie, mis dedos! cuando era pequeña y caía de la bicicleta lloraba tanto por un raspón, jamás pasó por mi cabeza llegar a esto, bueno, ni siquiera pensé en que los zombies llegarían a existir algún día.

— ¿Scarlett? —Escucho la voz de Lucas, la cual reconozco al instante después de que dice mi nombre. Alzo mi vista encontrándome con sus ojos viéndome con pena desde la puerta, pero su pasamontañas cubriéndole el rostro no falta; ni siquiera me percaté desde cuando está observándome. El entra cerrando la puerta detrás de él, y me ofrece su mano pero ignoro está, bajando mi vista al suelo.— ¿qué tal te sientes?