Capítulo 36.

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"Kaya no es la única que esconde cosas"

*****

Seguí con mi camino y llegue al edificio donde estaba mi habitación, no quería subir sola y encontrarme a la señora Elle aunque probablemente estaría dormida.

Una mano sostuvo mi brazo impidiendome seguir caminando 一¿Qué es lo que te molestó tanto?

一Estabas con Zeth 一respondí sin mirarla.

一¿Zeth? Él chico que estaba conmigo se llama James, un nombre común ¿no crees? bueno, ese no es el tema 一la miré, esto no podía ser mas vergonzoso.

Es una pequeña demostración de lo loca que me tenía Zeth.

一¡Ahora tendré que ir al psiquiatra! 一grité, sentí un enorme alivió aunque igual seguía volviendome loca 一Igual, tienes muchas cosas que explicarme.

Ahora estaba alucinando, perfecto. Lo bueno de todo es que las confusiones existen y tal como Kaya me dijo, tienen varios parecidos Zeth y James 一Kaya revisaba mis cosas y encontró una foto mía con Zeth一.

Lo sé, mañana hablaremos de todo esto... ¿bien? 一preguntó, era obvio que estuviera avergonzada, había visto toda la escena entre James y ella.

Mar se acercó a nosotras y en tan pocos minutos ya tenía listo el gran sermón que le daría a Kaya.

Ahora lo difícil sería lograr llegar a la habitación sin encontrarnos a la loca señora Elle, algo difícil ya que se la mantenía paseando por ahí viendo a quien encontraba vagando o en nuestro caso, haciendo una mala imitación de espías.

一Yo iré delante, si nos ven a todas juntas pensaran lo peor 一murmuré y salí de donde estabas escondidas, empecé a caminar y ellas se asomaron para ver si les daba la señal para que siguieran.

一¡Rápido, ahí viene! 一avisó Mar y empezamos a correr, su tono de voz no había sido disimulado así que quizás nos habían escuchado.

一¡Las encontré! 一gritó la señora Elle 一¡Ahí están! 一voltee y de un momento a otro ella estaba acercándose. ¿Desde cuando una señora mayor era más rápida que nosotras?

Seguimos corriendo, ahora teníamos que subir las escaleras y debo decir que Mar y yo somos muy torpes. Al subir corrimos y era inevitable soltar carcajadas, escuchamos una voz gruesas desde las escaleras y sabíamos que era el director.

一Mierda.

一No dejen de correr inútiles 一susurre, al llegar a la habitación busqué en mis bolsillos las llaves del cuarto y no encontré nada 一¡Kaya dame tus llaves!

一Un momento... ¡no las traje! 一Mar estaba muy nerviosa y Kaya tenía su boca en forma de O y sus ojos en forma de platos.

一Ya se que hacer 一las voces de la señora Elle y el director se aproximaban, recordé una vieja película que había visto donde perdían la llave de una bobeda, me quité uno de los ganchos que llevaba en el cabello para recoger pelos desordenados y intenté violar la cerradura 一¡Rápido entren! 一cerré la puerta detrás de mi con cuidado, sin poder respirar nos quitamos rápidamente la ropa que cargabamos y nos pusimos las pijamas para tirarnos en la cama.

Tocaron la puerta 一¡Abran ahora mismo chicas! 一ordenó el director en un tono autoritario.

一¡No hay nadie! 一respondió Mar. Perfecto ahora creerían que nos estabamos burlando de ellos.

El director forzó la cerradura y no logró nada, permaneciamos en silenció para que nuestra actuación valiera la pena. La señora Elle al lograr entrar prendió la luz e inspecciono que todas estuviéramos en nuestras camas dormidas. Esa gente si que esta loca, nos "despertaron" e hicieron que nos levantaramos para asegurarse que estabamos en pijamas.

Viejos fastidiosos.

*****

Ya era domingo, me desperté gracias a la música que colocó Mar a todo volumen, parecía estar de buenos ánimos. Me levanté de la cama con mucha pereza y me arrastré hasta el baño restregando mis ojos con las manos.

一Estúpido domingo 一murmuré y me miré en el espejo.

Me di una larga ducha, me cepille los dientes y con la toalla enrollada en mi cuerpo salí del baño para ir a buscar la ropa en el armario. Encontré una vieja camisa blanca que me quedaba un poco más abajo del ombligo y unos pantalones negros de siempre, me eché perfume y crema en las piernad antes de ponerme la ropa, al salir del baño donde me había vestido escuché como Mar hablaba por su teléfono de una forma nerviosa, parecía esconder algo.

一Cualquier día estaría bien, sólo avisame con tiempo, ella estará feliz de verte 一respondió a la persona con la que hablaba 一¡Soy una tumba! No dire nada, te lo aseguro.

Luego de decir eso colgó y se dio una vuelta para asegurarse de que nadie la vigilaba, al ver que se volteó inmediatamente me metí en el baño sin cerrar la puerta para no hacer ruido.

Ahora no era Kaya la que ocultaba cosas.

一Kaya, tu y yo tenemos algo serio de que hablar 一Le recordé al salir del baño.

一¿Qué tal si hablamos de eso en la hamburguesería que queda cerca de la universidad? 一propuso emocionada por la idea de ir a comer allá 一Yo invito.

一Esta bien, avisame para alistarme 一sonreí y salí de la habitación para ir a desayunar algo.

Al salir del edificio me dirigí a la cafetería, muchos estudiantes disfrutaban de sus desayunos o simples chucherías. Había una banca desocupada, compré una barra de cereal y me senté a comerla mientras con mi teléfono me enviaba mensajes con Jane.

一¿Estás sola? 一preguntó una voz gruesa y familiar, subí mi cabeza para poder saber quien era 一Se que no piensas lo mejor sobre mi pero eso se puede arreglar.

Sonreí amablemente y me arrime para un lado para que se sentará 一Tranquilo, Aleth.

Seguí utilizando mi teléfono y Aleth disfrutaba entrenidamente una barra de chocolate, ahora mismo se me antojaba una de esas. No podía creer que él estuviera aquí, sabía que se había ido a una universidad similar a esta pero nunca paso por mi mente que fuera la misma a la que yo recurriria.

一Y bueno... ¿qué tal la situación con Zeth? 一preguntó intentando sacar conversación.

一Él y yo terminamos 一dije en un tono triste y le di el último mordisco a mi barra.

一Oh, perdón por preguntarte eso... 一Se disculpó y miró al pido avergonzado.

一No pasa nada 一volví a sonreír para que no se preocupará.

Indecente (libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora