Indecente (libro 1)

Capítulo O6.

"Los chicos también leen"

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Me levanté temprano decidida a prestar atención el día de hoy en clases. Ok, eso no me lo creo ni yo. Caminé hacía el baño y me di una ducha rápida, cepille mis dientes, salí del baño y me puse la ropa interior y un ajustado jean negro, botines del mismo color y una camiseta de rayas blancas y negras, luego desenrede mi cabello haciendo una linda y definida trenza. Algo claramente no muy común em mi. Mis peinados se basaban en dos básicos diseños: una alta cola de caballo desarreglada o mi cabello suelto al natural.

Tomé mi bolso y salí del cuarto.

一Hola mamá 一la salude y bese su mejilla.

一Hola hija, toma te preparé unos sandwiches, sirvete jugo 一extendi mi mano hacia mi el plato.

一¡Gracias! 一le di tres mordiscos a mi sándwich y me tomé de golpe el jugo 一¡Me voy, llegaré tarde! 一tomé las llaves de la casa.

一¡Pero no comiste nada! 一exclamó preocupada.

一Me tomé el jugo, eso basta 一cerré la puerta detrás de mi.

Caminé directo al colegio, quedaba un tanto cerca de mi casa. El camino fue tranquilo, al llegar al colegio como siempre la entrada estaba llena de alumnos que se paraban por allí a conversar unos con otros. Yo por mi parte me dirigí al pasillo donde se encontraba mi casillero.

一Hola Emma, ¿cómo estás? 一dijo Amber animadamente.

一Todo bien Am ¿y tú? 一le devolví la sonrisa con un poco de esfuerzo. Las mañanas no eran lo mio.

一Bien... 一rió nerviosamente 一¿Recuerdas a ese chico que no dejaba de mirarte en la fiesta pasada?

一¿Zeth?

一Ese mismo 一asintió dudosa 一 Me pidió tu número y...

一¿Y...?

一Se lo di.

一 ¡¿Que hiciste que?! 一grité molesta, todas las personas que nos rodeaban nos voltearon a ver.

一Perdón es que... perdón Emma 一puso cara de cachorro y sus mejillas se pusieron rojas al instante.

一Esta bien, nos vemos luego.

Caminé a mi salón, aproveche que uno de los últimos puestos estaba libre y me senté. El salón seguía algo vacío así que decidi ponerme a leer un libro que había estado leyendo repetidas veces, me fascinaba. Me concentré en el hasta que el profesor entró al salón y este se lleno de alumnos molestos y ruidosos.

一Hey Jane... 一le susurré ya que se había sentado a mi lado 一Oye sorda 一subí el tono de mi voz.

一¡Wells! Haga silencio o saldrá del aula 一me ordenó el profesor.

一Maldita Jane escuchame 一volví a insistir. Ella rápidamente volteo a verme.

一¿Qué pasa?

一¿Donde está Olivia?

一Salió de clases para ir a pasear con su nuevo novio Lance 一sentí la mirada del profesor clavada en mi, frunció el ceño.

一Jane eres una perra.

一¿Yo que? 一gritó en medio de la clase.

一Wells, retírese del aula. Ahora mismo 一señaló la puerta.

一Mejor así, su tono de voz me molesta en exceso. ¡Adiós enana! 一grité tomando mi bolso y saliendo del "aula" si así se puede llamar a un lugar donde todos gritan a la vez.

一¿La enana? 一hizo comillas en el apodo, Jane no era nada enana pero me gustana decirle así 一Esa "enana" tiene su nombre.

一Enana 一recalque.

Fui al cafetín donde estaba mi amigo Adam sentado en una banca leyendo un libro. Sí, los chicos también suelen leer.

一Hola Adam 一sonreí acercandome a él.

一Sra. Emma 一sonrió al igual que yo cerrando su libro.

一Que este amargada no justifica que sea ya una anciana 一bromee y me sente en frente a él.

一Yo creo que sí 一carcajeo y golpee levemente su hombro.

一No chilles, ¿si? 一suplique.

一Lo que usted mande, majestad.

一¿Porque hablamos de usted? 一pregunté sonriente. Esta charla estaba divertida. Mejor que estar encerrada en el salón.

一No se ¿tú lo sabes?

一Por algo pregunte... 一sonreí. Seguimos conversando un largo rato hasta que sonó el timbre, lo que indicaba que era el cambió de horas así que tenía que entrar a clases.

一Por cierto... ¿te escapaste de nuevo?

一Algo así, digamos que soy muy ruda y me botaron del salón 一reí y me levante junto a Adam de la mesa 一¿Y tu?

一Llegué tarde y no entré.

一Nos vemos luego princesita, adiós 一me puse de puntas y besé su mejilla.

一Adiós Wells... 一logró balbucear.

La historia entre Adam y yo era sumamente sencilla y algo típico a decir verdad. Desde que conozco a Adam a estado enamorado de mi. Claro que ahora lo niega rotundamente pero bueno, una parte de mi aún no logra creerlo.

Adam es un chico adorable, caballeroso, amable y sumamente lindo (para mi y para todas las chicas del instituto). Todo lo que una chica podía querer. Siempre vestía de colores oscuros, tenía algunos piercings y bajo sus holgadas camisas habían sensuales tatuajes para un sensual chico. Leía libros, podía ser mujeriego en ocasiones pero podía querer algo serio y por último, siempre sabría como tratar a cualquier chica que se cruce en su camino.