Indecente (libro 1)

Capítulo 13.

"Acercate a mi Kells..."

*****

Emma punto de vista.

La idea de Zeth quedándose en mi casa, podía ser tentadora, nunca había estado sola en mi casa y en tan mal estado. Aunque no se notará, me sentía deprimida y completamente abandonada. ¿Por qué? Porque Kells había intentado abusar de mi. Zeth me decía cosas que por ahora no sería capaz de responder. Mi vida estaba cambiando desde que Zeth trataba de incluirse en ella y vaya que le sale bien.

—¿Y bien? —preguntó volteando a verme.

—Suena tentador —confesé —Pero mañana tenemos que ir al instituto, ¿Que ropa usarás?

—¿Me prestarías ropa de tu padre?

—Mi padre nos abandonó —dije en un susurro, las preguntas sobre mis padres me dejaban evidentemente dolida, triste.

—Emma, disculpa yo... no sabía eso —respondió arrepentido por hacer esa pregunta.

—Hey, tranquilo —trate de esbozar una cálida sonrisa.

—Tengo ropa en mi auto, no te preocupes por eso.

  Nos levantamos y fuimos a la cocina por algo que comer, luego subimos a los cuartos y lo lleve al de visitantes. El se acomodó a gusto ya que en unas horas tendríamos que ir al instituto así que fue mejor idea dormirnos.

—Hasta mañana Andrew  —susurré asomandome en su habitación.

—Hasta más tarde nena —me corrigió y pude sentir que en este momento estaba sonriendo.

Zeth punto de vista.

Ella salió de la habitación y mis ojos poco a poco se fueron cerrando.

—¡Sueltame! —soltó un grito ahogado —¡Me haces daño! —gritó nuevamente.

Me despoje de las cobijas y salí corriendo de mi habitación para ver que pasaba con Emma, entré a su cuarto y ella estaba acurrucada en su cama sudando a mares, había tenido una pesadilla. Algo me decía que tenía que ver con lo que el maldito chico ese ¿Kells? le había hecho.

—Emma... —susurre en su oído sentandome poco a poco a su lado.

—Zeth... no me dejes —respondió con sus ojos cerrados.

—Jamás lo haría. Pase lo que pase, no pienso dejarte  —pase lentamente mis dedos por su lindo cabello. No conocia el lado vulnerable de Emma.

—Quedate aquí conmigo —tanteo en la oscuridad y tomó mi mano.

—Claro nena —asentí para mi mismo porque sabía que nadie me estaba viendo, ella permanecía con los ojos cerrados todavía. Poco a poco me fui acostando en el pedazo de cama que sobraba a su lado y coloque las sabanas sobre su pequeño cuerpo.

—Tengo frío... —dijo temblando y dandose la vuelta para no darme la espalda —Acercate a mi, Kells...

—¿Kells? —suspire molesto porque me llamará de esa forma pero comprendía por lo que estaba pasando. Ignoré eso y acerque su cuerpo a mi para darle calor y ambos volvimos a caer en un profundo sueño.  

*****

Abrí los ojos cuando me di cuenta de que el sol estaba saliendo, sigilosamente me pare de la cama de Emma y ella se removió un poco.

—Emma, despierta —susurre cerca de su rostro.

—Quiero dormir más... —reprochó —Bueno ya voy... —de una forma tierna, tomó su cobija y la colocó sobre su rostro y se quejo —Zeth, gracias por hacerme compañía.

—Gracias a ti por ayudarme —sonreí y salí de su habitación para darle su espacio.

  Me había gustado compartir todo eso con ella, por alguna razón me sentía cómodo. Para mi no era una obligación cuidarla y hacerle compañía.