Capítulo 17: "Prueba de Paciencia"

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—¿Dónde pasaste la noche?— la acusadora voz de Emma me acompañaba a la salida del aula

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—¿Dónde pasaste la noche?— la acusadora voz de Emma me acompañaba a la salida del aula.

Creo que si se lo decía me iba a tomar por loca, por favor hablábamos de mi, para todos era lo suficientemente seria y controlada para no dejarme llevar por el calentón de un momento, yo también pensaba eso, ahora no estaba segura. Liam desvió todo mi sistema, mis emociones se amplificaron y sucumbieron a un dios Griego.

"Bendita la hora en la que fui a esa estúpida conferencia".

Yo misma me estaba contradiciendo, antes odiaba la idea por los castigos y ahora no podía dejar de agradecer por mi decisión.

Liam me gustaba y mucho, él era consciente de eso, yo también le gustaba y eso me lo dejo claro justo después de plantear lo de la cita, él no iba a dejar que fuera una aventura pasajera, quería algo formal y con título incluido. Lástima que tendría que esperar hasta la próxima semana, mis citas con Chester, Mike y Herb ya estaban programadas, por lo menos seguiría estando soltera mientras estaba con ellos porque o si no me sentiría como la mayor zorra de todas.

—Mamá Emma, lo siento, pero aun no estoy lista para contarlo— escuche un grito de emoción a mi lado.

—¡Oh por Dios!, lo hiciste, no más sequía, aun no me lo creo. ¿Cómo fue? ¿Con condón o sin él? ¿Suave o duro? ¿Rápido o lento? ¿Con o sin orgasmo? Detalles cariño, detalles— hablaba a mil kilómetros por segundo mientras yo me volvía roja por las preguntas, sentía mis mejillas arder, no es que quisiera hablar de mi relación sexual en mitad del pasillo de la universidad y con tantos ojos curiosos observándonos.

Entendía que Em quisiera todos los detalles, ella siempre me los daba todos, teníamos la suficiente confianza para hablarlo como si fuera lo más normal del mundo, pero no en ese lugar, era peor que tener a mi madre escuchar lo que hice la pasada noche, aunque no creía que a ella le interesara escucharme.

—Si esperas hasta la noche, te digo eso y más— le di mi mejor sonrisa de "cierra la boca".

—Entendido— hizo una señal como en la marina —Ahora te veo, la señorita Teressa no me perdonará otra llegada tarde— me abrazó fuertemente —Me alegra que no fueras como la profesora y llegaras virgen al divorcio.

La vi o más bien vi un borrón de ella desaparecer por el pasillo, no podía de la risa, la mujer no era santo de mi devoción, pero había sido muy cruel y gracioso el comentario de Emma, aunque todos sospechaban que era cierto, que la profesora Teressa había llegado virgen al divorcio y por eso nos obligaba a todos a llamarla "señorita" como una forma de demostrar que aun era pura, algo estúpido si me lo preguntan, ¿para que casarse si no puedes hacer nada?

Tenía el periodo libre antes de mi última clase del día, me dediqué a vagar por los pasillos de la facultad, en pocos meses solo los recorrería para ir al lugar donde recogería mi diploma.

Por mi lado pasó la "señorita Teressa" corriendo con cara de espanto, me confundí un momento antes de ver pasar a dos estudiantes completamente desnudos gritando "Nosotros queremos quitarle lo señorita" tras ella, todo el que los veía pasar, reía, incluso se asomaban por las puertas de clases ya iniciadas, reconocí a Jake, un jugador de fútbol corriendo tras de ellos con una cámara con una sonrisa divertida en sus labios. Agarraron mi mano y me obligaron a avanzar tras ellos.

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