Solo un toque basto para que ella cayera a sus pies, él supo donde y cómo tocar, pero ese solo es el inicio de la historia...
Advertencia: Historia con alto contenido sexual y lenguaje fuerte.
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Aun no entendía qué había pasado, estaba aturdida y todo cobraba menos sentido mientras se lo contaba a Emma, ella me miraba como si yo estuviera loca y eso jamás pudiera suceder.
—¿Por qué no me crees?— me estaba rindiendo, que tu mejor amiga no te creyera que te había pasado lo más excitante de tu vida era molesto, me hacía sentir más fuera de mí, como si estuviera haciendo algo malo al contárselo.
—Porque simplemente parece más un sueño que una realidad. ¿Cómo es posible que ni siquiera le hubieras visto la cara?— su tono de escepticismo ya había aumentado, incluso su cara revelaba preocupación por mi salud mental.
Ni yo misma me explicaba cómo era que no lo había visto como para venir y explicárselo a ella, yo tampoco podía creerlo, si no fuera porque recordaba su tacto. Su maldito tacto me dejó marcada, no estaba tan borracha y estaba segura de que no me había quedado dormida en una fiesta.
—No lo sé— me rendí, no iba a discutir con ella, si no me quería creer era su problema, no el mío.
La dejé sola en la habitación, solo quería escaparme un rato de esta locura y parecía que la clase con O'Connell era la mejor opción, no por los interesantes temas, sino porque podía dormir con su voz arrullándome.
La clase estaba por comenzar y Chester no estaba solo, de nuevo allí estaba el hombre de la conferencia. Ni siquiera recordaba su nombre, solo esperaba que no hablara más sobre el tema de derecho y sus ramas.
No pasó mucho tiempo hasta que Emma entró por la puerta y literalmente corrió para sentarse junto a mí. Yo no tenía ánimos de hablar, mis pensamientos estaban perdidos en aquel momento, solo recordar como temblé entre los brazos de un extraño lo hizo todo más escalofriante, bueno, tenía que admitir que era raro que alguien que no conociera ni su rostro y estuviera temblando por él.
—Buenos días clases, hoy les hablare sobre un trabajo que vale el 30% de la nota final, espero que se luzcan en esto— todo el alumnado bufó, siempre que Chester decía eso significaba problemas y una nota casi imposible de conseguir —Para los que fueron a la conferencia tendrán un bono extra, la nota de su trabajo ya está en 2, no creo que les sea muy difícil conseguir un 1 para aprobar— sonrió satisfecho.
Casi salté de felicidad en mi silla, esto no iba a ser tan duro como pensaba y considerando que yo fui la única de esta clase en ir, hacía que todo fuera más fácil. Los de último semestre creían que tenían todo asegurado por eso nadie más fue, pero el despiadado de O'Connell no se las iba a hacer fácil, lo acababa de demostrar.
—Señorita Lewis— toda la clase se giró a verme, incómodo —Considerando que usted fue la única en asistir de esta clase— casi podía jurar que agrego "de vagos" para sí mismo, además, aquí íbamos de nuevo, ahora sí mis compañeros de clase me iban a matar y yo como apreciaba mi vida —Será recompensada con una ayuda extra— Emma me pateó por debajo de la silla —El señor Graham le ayudará a concluir su trabajo con éxito— señaló al hombre de la conferencia.
