18 - Primer día de San Valentín

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El día de San Valentín era nuestro día de la amistad para mi mejor amigo Max y para mí. Siempre lo pasábamos juntos. Para todos nuestros amigos era extraño ver a Max sin novia ese día, porque a él nunca le faltaban las chicas. Yo me enojaba mucho con esos comentarios, ya que consideraba que éramos muy jóvenes para salir con enamoraditas, pero aun así, las niñas que se creían señoritas grandes pululaban a su alrededor. Ellas no podían evitar ser atraídas por aquel aire de jovencito atractivo que Max poseía.

Max tuvo su primera novia finalizando el cuarto grado de primaria, así que pensé que el día especial de febrero sería solo de su novia. Yo me hice la idea de pasarlo solo, ya que estaba demás preguntarle si iba a estar libre ese día. No iba a dejarla de lado por mí, por su mejor amigo, ya que después de todo, el día de San Valentín es uno para estar con la chica elegida y no con el mejor amigo.

Antes de que Max tuviera su primera novia, nosotros salíamos a pasear el día de San Valentín como buenos amigos, pero al verlo acaparado por su primera novia, decidí salir con mis otros amigos, quienes se encontraban solitarios de corazón.

Iba a ser la primera vez de Max junto a una chica el día de San Valentín. A veces, antes de que saliera con Azul, nosotros conversábamos sobre cómo sería pasar ese día con una enamorada. Siempre nos formulábamos esa preguntita cuando nos cruzábamos con parejitas románticas. Aquella pregunta bochornosa me impulsaba a prometer que nunca tendría una novia, ya que las niñas eran toda una molestia. Max sonreía y prometía lo mismo.

Max empezó a salir con Azul al pasar los años. No pude evitar deprimirme y sentir muchos celos cuando me enteré. Mi mejor amigo pasaría su primer San Valentín con una chica a pesar de que era nuestro día especial de amistad. Ambos estaríamos en diferentes lugares, con diferentes personas.

—Terminé con mi novia — me dijo de lo más tranquilo a solo un par de días de aquel día tan esperado por las chicas.

Nosotros estábamos jugando en el cuarto de Max con sus videojuegos, cuando me dio la noticia de la nada. En ese momento, por la sorpresa, ignoré que el personaje del videojuego de Max le estaba dando una paliza al mío. Solo lo miré sin prestar atención a la pantalla. Él seguía jugando como si nada, sin parecer prestar atención a que yo estaba fuera de juego.

— ¿De verdad? Es difícil de creer. Pensé que se llevaban muy bien —dije.

—Es divertida y todo lo demás, pero también aburre.

—Ella debe estar muy triste. La veía muy feliz planeando el día de San Valentín a tu lado.

—No importa.

Mis padres me habían enseñado a no sentir alegría por el mal de alguien, pero no pude evitar esbozar una extraña sonrisa. Algo había cambiado. El día ya no lo sentía triste. El remordimiento por esa felicidad hizo que todo decayera en mí.

—Pero es muy cruel terminar con alguien cuando todo parecía estar bien, y a solo unos días de esa fecha tan importante para las chicas con novios.

—Ya te dije que no importa, además, no me gusta verte así, preocupado, ¿Bien?

—No estoy preocupado...

Max mantuvo su mirada fija en mí. Yo no pude hacerlo, por eso bajé mi mirada.

—Azul no es más importante que Caramel, por eso terminé con ella. Yo no quiero pasar ese día con alguien más que no sea caramel, porque es nuestro día de la amistad, y Caramel es mi mejor amigo. El catorce de febrero es el día de nuestra amistad.

San Valentín era un día para las parejas, pero nosotros lo habíamos hecho nuestro desde muy niños. Su preferencia por mí, a pesar de poder tener novia ese día, me alegraba mucho.

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AUN SIEMPRE SERAS TÚ |1RA PARTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora