Capítulo 48

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— No creo que su hermano tenga algo que ver con su padre, Emma. — dijo Jared mientras quitaba sus zapatos para por fin, después de un largo día, poder descansar. — Tal vez, solo sea la rivalidad de ver quien es mejor que el otro para ganar el amor de su padre.

Cuando veníamos de camino a nuestro punto de encuentro, Jared y yo veníamos discutiendo sobre las posibilidades de que Baruck tuviera algo que ver con Asmodeus y el odio de Verno hacia él.

— No, Jared. Siento que hay algo más, algo con la muerte de Asmodeus. — dije quitando mi blusa y agarrando mi cabello en una coleta. — Y Verno me parece tan cargada de odio a Baruck... Es como si yo odiara a Mason o Zayd.

— No todos son como tú, Emma... Además, algo feo tuvo que pasar entre ellos dos para que se tuvieran tal odio como para querer matarse el uno al otro. — Jared se acomodó en el colchón inflable y después yo me acurruqué contra él buscando un poco de su calor.

— Sí... — me quedé pensando un momento.

Es obvio que los demonios no se matan entre ellos, porque no son sus verdaderos enemigos, Baruck hubiera tenido una muy buena razón para odiar a su padre tanto como para matarlo, así que descarte la idea.

Pero... Si esa no era la razón ¿cuál era?

— ¿Notaste algo extraño en esa súcubo? — Jared miraba el techo de la casa de campar mientras tenía su brazo pasado por un hombro ya que yo estaba de costado.

— Solo era educada. — dije encogiendo mis hombros.

— Sí, pero es extraño... Un demonio simpatizando con su enemigo, eso no tiene lógica. — dijo sin comprender y frunciendo sus cejas.

— ¿Sabes qué sí tiene lógica? — me puse boca abajo mirándolo y haciendo que él me mirara con sus cejas fruncidas.

— ¿Qué? — dijo sin dejar de fruncir su ceño y sin moverse de su postura.

— Que te ves sexy cuando frunces tus cejas y entre abres tus labios. — me mordí el labio inferior tratando de contener la risa que quería salir de mí, por la cara de perversión que había puesto.

Ronroneó y se puso arriba de mí dándome un beso en el cuello, pues yo seguía boca abajo.

— ¿Y sabes qué no tiene lógica? — dijo en mi oreja para después morder mi lóbulo.

Me reí y mordí mi labio.

— Que tengas toda esa ropa encima. — bajó la sábana que tapaba mi cuerpo de un tirón y me volteó haciendo que soltara un pequeño gritito y me reí en su boca.

Él tenía de esas sonrisas tan hermosas que siempre me hacían quererlo un poco más que antes.

Cuando dejamos de besarnos lo miré y recorrí sus facciones con mis dedos disfrutando sus pómulos para después fijarme en sus labios.

— Te quiero tanto, Jared. — le dije mordiéndome el labio, esta vez con preocupación. — No quiero que te pase nada, moriría si algo malo te pasara.

— No tienes que temer, Emma. — se puso a mi lado dejando el juego de lado y me estrechó en sus brazos para después besar suavemente mi frente. — Yo nunca voy a abandonarte, estés donde estés y pase lo que pase, siempre llevarás mi corazón amarrado al tuyo... Eres mi segunda ala, Emma, sin ti no puedo volar.

Sonreí cerrando los ojos y quedándome dormida con su lenta respiración y la quietud de la noche.

(...)

Un grito desgarrador se escuchó a lo lejos, haciendo que saltara de la cama aturdida y sintiendo mi pecho atravesarse con una daga.

Abrí mis ojos rápidamente y pude visualizar a Naty tirada cerca del lago con una sombra encima de ella que trataba de atacarla con su filosa daga con una marca de demonio.

— ¡No, no por favor, no! — se escuchaban sus gritos.

Me puse un short y una camisola y salí de la casa descalza. Volteé a todos lados buscando una cosa en especial... Mi espada, ya no estaba.

Tomé la de Jared y volé rápido al lago viendo como Naty dejaba de luchar y su cuerpo dejaba de tener vida. Prácticamente dejó de existir.

— ¡Naty! — grité y volé rápido hacia el demonio que trataba de tomar algo de ella pero no podía quitárselo de las manos.

Llegué hasta la sombra que se distorsionaba y en vez de seguir tratando de quitarle lo que fuese al cuerpo inerte de Naty, escapó dejando una niebla a su paso.

Traté de seguirlo, pero dos ángeles pasaron por mis costados persiguiéndolo inmediatamente, eso fue lo que me detuvo.

Volví mi vista al cuerpo de Naty y vi lo que abrazaba con su vida como si dependiera de ello... Era mi espada.

Suspiré pesadamente y quité el arma de sus manos, me arrodillé viendo su cuerpo y concentré mi poder de sanación en todo su cuerpo... Pero no funcionó esta vez, me sentía decepcionada y a la vez culpable.

Gracias...

Me levanté y miré su cuerpo desde arriba.

Atrás de mí se escucharon gritos ahogados y luego varios llamados hacia el ángel fallecido. Dani, Helen, Zianya, Karla y Pamela llegaron corriendo y se arrastraron por el suelo para llegar a su amiga.

Me daba tanta pena no poder curarla y devolverle la vida... Era un pesar tremendo con el que mi corazón no podía lidiar. Jared llegó y me abrazó desde la cintura y me susurró un "Lo siento" en el oído y besó mi mejilla.

Leik, Mason, Zayd, Crescente y un nuevo ángel llamado Anton tomaron a las chicas tratando de alejarlas del cuerpo de su amiga.

— ¡No me toques! Suéltame. — Helen luchaba contra Zayd con las lágrimas en las mejillas. — ¡Naty! — gritó con todas sus fuerzas. — ¡Naty, por favor! Despierta... — dejó de luchar sollozando mientras se dejaba caer en el suelo con Zayd detrás de ella abrazándola.

— ¡Déjame hablar con ella, Mason! — Karla luchaba con fiereza contra Mason quien no daba rienda suelta a su lucha. — ¡Naty! ¡Vuelve en este preciso instante! ¡Natalia! ¡No! — Karla no dejaba de luchar contra Mason pero éste trataba de tranquilizarla.

— ¡Suéltame Leik! ¡Ella era mi amiga! — Pamela no dejaba de luchar contra el grande y fuerte cuerpo de Leik. Pero comprendió que no podían hacer nada y simplemente dejó que las lágrimas se escaparan.

— ¡No nos puedes dejar así, Natalia! — gritaba Daniela tratando de soltarse.

— ¡Tienes que vivir! ¡Vive! — Zianya gritaba desconsolada mientras Anton la sentaba bajo un árbol.

Todas miraban a su amiga, quien por alguna razón había protegido la espada sin saber cuál era el propósito que ese demonio tenía en mente.

Era simplemente una heroína...

Emma, la caída de un ángel (Saga Genus #1)Where stories live. Discover now