COMPLICACIONES...

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Todos los que se encontraban en la fiesta vieron cómo se llevaban a Brisa al coche policial, allí se encontró con Chase, entonces supo de qué trataba todo aquello, la habían descubierto.

Todos los invitados intentaban buscar alguna respuesta ante eso, pero los únicos que sabían la verdad eran sus amigos, quienes estaban totalmente preocupados por ella, no sabían que hacer.

-¿Justo el día de nuestra boda tenía que ser? -dijo Calum totalmente cabreado.

Rose le acarició el brazo.

-Tranquilo, amor, no sirve de nada ponerse así ahora, intentemos disfrutar del resto de la fiesta...

-Chicos, me está llamando Brisa -le avisó Ray a sus amigos- Brisa, estás en altavoz.

-Rose, Calum... Lamento haber provocado todo eso en la fiesta de verdad.

-Descuida, Brisa, lo importante es que regreses...

-No creo que pueda hacerlo.

-¿Qué? -dijo Ray.

-Me van a dejar aquí hasta el día del juicio -el tono de ella era triste y eso hizo que el enfado de Ray se incrementara.

-Tienes que estar tranquila, cielo -le aconsejó Sean.- La paciencia es lo primordial, ya verás que saldrás de esto.

-Gracias, Sean, eso espero... Ray.

-¿Si?

-Cuida a los niños por mi, tengo que colgar, me van a confiscar el teléfono , os quiero chicos -Brisa colgó.

Calum del enfado golpeó fuertemente la pared de la sala de fiestas. Rose intentó calmarlo pero estaba demasiado enfadado por la situación, no le parecía justo que después de tanto esfuerzo y de querer salir adelante estuvieran por arruinar la vida de Brisa.

Ninguno entendía cómo era que se habían dado cuenta de que la identidad de Brisa tenía algo mal si habían pasad casi tres años desde que llegó a Sheffield, no lograban entenderlo, pero no podrían hacer nada hasta que se presentase el día del juicio así que se dispusieron a seguir con la fiesta, ya que por un invitado no podía pararse, aunque eso no quiso decir que hubiera la misma felicidad.

Después de que terminara la fiesta, Ray fue corriendo hacia su casa, sabía donde podía conseguir ayuda, pero no sabía si la ayuda le sería dada. Cuando entró a su casa le contó a su madre lo ocurrido y ella totalmente preocupada llamó a su ex-marido, para ver si accedía a ir a la casa para que hablasen. Él en unos treinta minutos llegó a la casa, Ray y Nora lo esperaron en el salón.

—¿Qué sucede que me llamáis a las doce de la noche? —dijo Bob, molesto.

—Bob, queremos pedirte un favor... Esto es un caso desesperado, te pedimos ayuda porque eres el abogado más cercano que tenemos.

—¿Algún asunto legal de Ray?

—No exactamente... Se trata de uno que tiene mi amiga, por eso te pido por favor que me ayudes, si quieres puedo pagarte el servicio, esto no será un favor que hagas gratis si lo prefieres...

—¿Te refieres a esa chica que vi? —su semblante se tornó despreciativo—¿A esa aprovechada con niños? No me creo que me estés pidiendo esto, Ray, porque obviamente iba a decir que no.

—Papá, por favor... Esto es serio, me da igual lo que creas, solo ayúdame, hazlo por mi.

Bob rió con amargura.

—¿Para qué?¿Para que después esa chica viva de nuestro dinero?¿Para que te haga mantener a esos niños? No voy a permitir que viva del dinero que yo aporto en esta casa.

BE HOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora