EPÍLOGO

5.4K 382 30
                                    

Ese era el día, el día en que le contaría todo a los niños, toda la verdad, ya habían pasado 11 años desde el juicio y los tres eran lo suficientemente mayores como para saber la historia. Había pasado por muchos nervios y había debatido durante a'ños el tema con Ray, ya que temía que ellos lo tomaran a mal, pero sabía que ya era hora así que ese día se lo contó, con lujo de detalles. Tenía miedo, sí, pero tendría la conciencia tranquila de habérselo dicho.

Cuando terminó de contarles todo, los rostros de ellos estaban inexpresivos, eso la puso ansiosa. Acarició su enorme panza de ocho meses, intentando calmarse, pero tanto silencio la hizo desesperarse más.

No, no no... Ahora no querrán saber de mi....

-Chicos, decidme algo...

-¿Qué quieres que digamos? -le preguntó Aiden.

-No sé, algo... Entenderé que os haya molestado saber la verdad y-

-No, ¿de qué hablas? -la interrumpió Dj.

-Brisa... Por mucho que esta verdad exista, por mucho que sepamos esta verdad, vamos a seguir llamándote mamá, porque tu nos criaste la mayor parte de nuestra vida y lo sigues haciendo. Te amamos, eres nuestra madre y no importa si no eres la biológica -dijo Aiden.

-¿En serio?

-¡Claro que si, mamá!¡Esto no cambia nada! -intervino Carrie, abrazándola.

Brisa sonrió y soltó unas lágrimas de felicidad ante las palabras de sus niños. Los miraba y los admiraba tanto, tanto los mellizos como Carrie tenían una madurez impresionante, y eso que esta última solo tenía trece a'ños, los había criado muy bien, estaba orgullosa. Cada tanto pasaba dolores de cabeza, pues estaban en la etapa de la adolescencia, pero siempre fueron personas sanas, no se dejaron llevar por caminos malos y estaba completamente feliz por ello.

-Mamá, por favor no llores, sabes que me dan ganas de acompañarte -comentó Aiden de forma suplicante.

-¡No dejas a tu madre tener un momento de emoción!¡Mal hijo!¡Te voy a desheredar! -dijo ella sin dejar de llorar.

Los tres le dieron un fuerte abrazo y juntos besaron la panza hinchada.

-Os amo

La puerta de la casa se abrió y apareció él, con su gran sonrisa que no cambió nada, esa calidez y con sus ojos esmeralda, Brisa fue a saludarlo junto con sus niños.

Ray dejó las bolsas de compra en la mesada de la cocina.

-Hola -le dijo él después de darle un tibio beso y acariciar a ese pequeño miembro que pronto estaría entre ellos.

-Papá, ¿te ayudamos con la compra? -le preguntó Dj.

-Si, por favor, pero antes quiero que vayáis al coche, hay una sorpresa allí....

Lo miraron extrañados y corrieron hacia el coche, para ver que era lo que les había traído.

-Se lo conté a los tres....

-¿Qué dijeron? -le preguntó tomándola por las manos.

-Que no importaba, que de todos modos seguía siendo su madre -le dijo orgullosa.

Ray besó dulcemente su frente.

-Te dije que todo iba a salir bien -la estrechó entre sus brazos.

-Si, me lo dijiste... -sonrió para sí- Te a....-Se calló.

Ray abrió los ojos como platos y la contempló.

-¿Qué ibas a decir? -preguntó.

-Nada...

BE HOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora