BE HOPE

VOLVIENDO AL PASADO

No veía nada y eso la ponía aún más nerviosa de lo que ya lo estaba, sus amigos le habían vendado los ojos con el objetivo de darle una sorpresa, cosa que no le agradaba nada, odiaba ilusionarse por ellas y luego ver que había imaginado demasiado, que sus deseos eran más grandes que la realidad.

«¡¿Cuándo me dejarán ver?!»

La verdad es que ella no quiso imaginarse nada, pues no tenía idea de lo que ellos maquinaban, otra cosa para alterarse aún más. Desbordaba de nervios y solo quería saber, no estaba acostumbrada a nada de aquello, todo lo que debió haberla sorprendido se desvaneció cuando se trasladó a aquella ciudad.

—Llegamos —susurró Ray cerca de su oído.

La venda de los ojos fue alejada de su rostro y su vista de inundó de muchas personas, personas jóvenes... Con su edad, que disfrutaban almorzando en el recreo de una institución, al mirar a ambos lados vio que todos se encontraban dentro de esta.

«¿Qué hacemos en un instituto?»

La risa estridente de Ray interrumpió sus pensamientos, por ello lo observó totalmente perpleja.

—Tienes que ver tu cara ahora mismo —Una llameante furia surgió de aquellos ojos grises en cuanto el joven dijo aquello—, fue idea de Calum y Rose.

—¿Y qué se supone que haremos dentro de un instituto? —preguntó con mucha más agresividad de la que esperaba.

—Recordar... Recordar cuando estábamos aquí, quiénes creíamos ser, qué sueños pensábamos cumplir —respondió Calum poniendo ambas manos en su nuca.

—Queremos que recuerdes todo la persona que eras antes de que tuvieras que madurar tan pronto, y de paso nosotros recordaremos nuestra época adolescente.

Brisa no esperaba aquella respuesta tan seria, todo aquello la tomó desprevenida. Ella nunca solía hablar de la vida antes de que tuviera que irse de la ciudad, pues al criar a sus niños no debía mencionar lo anterior, ya que eso haría que preguntasen sobre muchas cosas y sabía perfectamente que eso provocaría que supieran toda la verdad prematuramente.

—Esperamos que estés de acuerdo, si no es así, nos iremos...

Los ojos esmeralda de Ray se cruzaron con los suyos, suplicándole que quisiera hacer aquello. Esos ojos mostraban bondad, confianza y que querían ayudar, querían hacerle pasar unas buenas vacaciones.

—Está bien.

Sus amigos celebraron internamente y la dirigieron a uno de los bancos del recreo, el cual dejaba la vista de toda la institución y de sus alumnos.

—Ya que esto es para recordar empezaré yo... Ninguno se imagina qué era yo en la adolescencia, excepto mi querida Rose —rodeó a su novia entre sus brazos.

—Eras el tipo raro, seguramente —comentó Sean.

—No —respondió golpeando a su amigo.

—¿Un otaku con gorritos de gato? —preguntó Ray.

—¡He dicho que nadie se lo imagina, además un otaku soy ahora!

«Su pelo azul y su vestimenta parecida a los cosplays de anime lo dicen...»

—Calum, dilo de una vez... No sé porqué esa tendencia tan tonta a hacerte el interesante —intervino Natalia.

—Era el vocalista de una banda, un rockero con un montón de fans... Su banda se llamaba Gollum —contó Rose con una deslumbrante sonrisa.

Todos observaron al peliazul en shock, no podían creer que aquel Calum que estaban viendo fue vocalista de una banda, estaba que siempre lo escuchaban cantar y lo hacía muy bien, pero jamás pensaron que él era tan diferente en sus años de instituto.