Honey Kisses |horan|

Capítulo 15.

Oh, por Dios, oh, por Dios. Había dicho que amaba a Niall, y en serio lo sentía. ¿Había algo mejor que decirle a al amor de tu vida lo que sientes? No creo.
El camino hacia la nada seguía igual de calmo. Con el ruido de los pájaros a nuestras espaldas, sus suspiros en algunas ocasiones y el latir de mi corazón retumbando en mis oídos. Me sentía tan bien sabiendo que su mano estaba junto a la mía y que ninguno tenía ganas de estar sin el otro. Pasaron sólo horas para saber lo que de verdad estaba sintiendo por él y por cómo me dejaban sus besos de miel. 
-¿Le diremos a los chicos?-preguntó de repente.
-¿Decirle qué?-lo miré nerviosa.
-Que nos amamos-sonrió tiernamente. ¡Cómo me mataba cuando hacía eso!
-Algún día lo sabrán...-suspiré perdida entre mis pensamientos.
-¿Estás bien?-susurró deteniéndose frente a mí. Tener sus labios a esa distancia me hacía morir lentamente.
Era incapaz de decirle que no al hombre que amaba. No podía mentirle si apenas comenzábamos a amarnos libremente.
-La verdad, no-dije cabizbaja, esquivando sus perfectos ojos.
Sus manos rodearon mi cintura a la perfección. Estaba claro: Niall me quería matar al no regalarme sus labios sabor a miel.
-¿Qué sucede, hermosa?
-Me siento mal... Siento que te fallé tanto... Que todo lo que pasó con Harry te dañaba a ti.
Sus labios se plasmaron en mi mejilla con total delicadeza, y no hice más que sonrojarme y bajar la vista hasta el suelo, esperando no desmayarme en el acto.
-Linda, princesa, hermosa... mi amor-sonrió justo antes que yo-. No quiero que esas cosas sigan en el presente. Yo sé que tú me amas. Yo te amo a ti, y quiero que ésto dure por siempre, y sólo depende de nosotros. No vuelvas a decir nada de eso, ¿okey?
-De acuerdo-sonreí.
-¿Me regalas un beso?-susurró a mis labios.
-Todos los que quieras-sonreí con mis ojos brillosos; lo sentía.
No bastó otro segundo para que sus labios volvieran a ser prisioneros de los míos. Volver a sentir su rico sabor sobre mis labios, y saber que ésta vez era la persona correcta era lo mejor que podría pasar.
-Jamás vuelvas a sentirte mal por algo que quedó en el pasado-susurró en mis labios.
Mi respuesta fue un delicado beso, demostrándole todo lo que me importaba estar bien con él y con esta "relación". Yo no quería volver a equivocarme. Quería demostrarle que él se había vuelto la razón de mi vida y mi sonrisa.