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Capítulo 2: Castellar

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Capítulo 2: Castellar

Bella

Quiero gritar, sí, es lo que más quiero y lo que más necesito.

Dice un psicólogo inglés que una buena táctica para liberar el estrés es gritar sacando el sonido desde la parte interior de nuestro cuerpo, de esta manera la vibración atraviese nuestros músculos y se relajan de tal manera que pareces flotar en una nube. Este medio sería útil si no estuviera en mi lugar de trabajo.  

El lugar en el que me dedico a doblar camisetas y a fingir una asesoría para un cierto tipo de personas, está en la Quinta avenida junto a las demás tiendas de marcas de lujo, pero es algo que no sorprende cuando veo la mercancía. Todo es de Castellar, la marca de la familia Stratford. Es increíble su tacto, sus costuras, sus detalles... Es como comer nubes de algodón mientras flotas por el cielo sobre un unicornio. Si con solo tocarlo siento lo maravilloso que son sus telas, ¡cómo para llevarlas en mi piel!

Encontré este puesto gracias a mi amiga Hannah y a su carrera de modelo-influencer. Ella se mueve en ese mundo desde hace varios años y ahora es una de las más solicitadas en las pasarelas. Muchas veces me ha pedido que le acompañe, que encontraría la forma de que mi cuerpo fuese capaz de modelar ropa de diseñadores de fama mundial, pero no es algo con lo que me siento cómoda. Si ya de por sí me da vergüenza vestirme sexy para Axel, sé que sería incapaz que el resto del mundo me viera con lencería diminuta mientras me exhibo.

Mi trabajo en Castellar es el de mantener toda la ropa en sus estantes bien colocada y que se vea atrayente, tener todo bajo control en el almacén por si una prenda se agota y pasar desapercibida de las miradas de los jefes. No es que suelan venir para visitar las tiendas, pero cuando eso ocurre las dependientes entramos en el almacén siendo la encargada la única que tiene potestad para hablar con ellos. Yo acato las órdenes que me mandan, no puedo perder el trabajo si no quiero terminar viviendo bajo un puente, pero para mis compañeras es difícil; todas aman el cotilleo y los chismes y no se cortan un pelo.

Las reglas para ser una buena dependiente en Castellar son:

» No mirar a los clientes a los ojos.

» El cliente siempre tiene la razón.

» Hay que tratar a los clientes con respeto.

Y la más importante: No se coquetea con los clientes.

Muchas mujeres han pasado por aquí y todas ellas han terminado rompiendo una de las anteriores reglas. Es complicado mantener una sonrisa en tu cara cuando ellos te pisotean, se burlan de tu trabajo o simplemente te insultan. A final de tu jornada quieres matar a alguien, pero el cheque es lo importante cuando tu cuenta corriente está en números rojos en la mayoría de los días o cuando fin de mes es el día cinco. 

—Buenos días.

La puerta se abre nada más abrir por la mañana. Es nuestro primer cliente. Es un hombre con traje y corbata, pero se ve a la leguas de que no es de una marca lujosa. Las costuras le delatan. Tiene el pelo rubio y unas lentes de contacto cubren su cara. Parece un agente secreto.

Millionaire: Un embarazo inesperado #1 [BORRADOR]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora