XLII

29.3K 2K 405
                                    

Capítulo 42: Querida suegra

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capítulo 42: Querida suegra...

Oliver

Intento no moverme mucho, lo último que quiero es molestarla a ella. Bella se encuentra de lado, mirando hacia la puerta mientras sostiene la mano que tengo sobre barriga. No puede levantarse ni para ir al baño, las contracciones no se han detenido por completo y creen que si anda o hace el más mínimo esfuerzo podría entrar en labor de parto.

Han pasado cuatro semanas, veintiocho días en los que no he faltado ni una sola noche. Kaz llega antes de que Thalía se marche y cuando yo llegó él se va a casa a descansar hasta la mañana del día siguiente que regresa antes de la llegada de la madre de Bella.

Bajo de la cama despacio. Hoy no ha pegado ojo. Se ha quejado de fuertes dolores en el bajo vientre y náuseas que no le deja tener apenas comida en el estómago, efectos secundarios de la medicación para retrasar el parto.

—¿Qué hora es? —Murmura, adormilada.

—Es pronto, vuelve a dormir.

Reviso mi teléfono. Sam me ha mandado varios mensajes, el médico de Layla también y lo mismo con Eva. Leo todos menos los últimos, no quiero ni saber cómo se ha tomado las últimas noticias.

El periodista que está obsesionado conmigo ha publicado en el periódico para el que trabaja la noticia del embarazo. No sé cómo se ha enterado, ni de dónde ha sacado las pruebas, pero ha hecho que muchas revistas del corazón acampen a las puertas del hospital buscando una fotografía.

—Oliver —me giro hacia la cama —. ¿Puedes ayudarme para ir al baño?

—¿Por qué no lo haces en la cuña? ¡No puedes levantarte!

—Si voy despacio no pasará nada.

Es demasiado cabezona.

No me deja responder cuando ya está bajando los pies de la cama. Apoya un pie en el suelo y debo acelerar mis pasos cuando se marea.

—Vuelve a la cama.

Le mantengo sujeta y la ayudo a recostarse en la camilla. Bella cierra los ojos, pero se niega a soltarme la mano. Su respiración se relaja y con ello desaparece el mareo.

—¿Mejor?

Asiente con la cabeza. Me siento a su lado y paso la mano por su frente. No tiene fiebre, algo beneficioso, ni taquicardia ni taquipnea. Las máquina no suenan y ella esboza un sonrisa cuando le aparto el pelo de la cara.

—¿Por qué nadie me dijo que esto podría pasar en un embarazo?

—No es lo normal.

—¿Entonces es culpa mía? —Sus ojos se empañan y se le tapa la nariz. —¿Cómo un castigo?

—No pienses en eso.

—¿Cómo no quieres que lo piense? —Separa su mano de la mía. —Siento que todo lo he hecho mal. ¿Y si soy una madre horrible? ¿Y si...?

Millionaire: Un embarazo inesperado #1 [BORRADOR]✔️Where stories live. Discover now