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CAPITULO 17

El joven hombre de 27 años  llevo a su hija violeta casi arrastrándola al auto, estaba más que enojado, le habían llamado de la escuela solo para darle más problemas. Le quitó la mochila a su hija y la metió en la parte de atrás, subió con ella a los asientos traceros casi aventandola dentro, la niña estaba muy asustada pues su padre era de todo menos paciente, por esa razón normalmente llamaban a su abuelo, porque su padre la castigaba sin medir su fuerza.

Tomo a su hija y la recostó bruscamente sobre sus piernas, ella inmediatamente comenzó a llorar pues a pesar de que es su padre le tiene mucho miedo. No paso ni un segundo y los golpes en su retraguardia comenzaron a caer.

PLAS PLAS PLAS PLAS auu papito PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS no! PLAS

—¿¡Porque mierda no puedes pórtate bien por un jodido día!? — gritó su padre mientras seguía con la labor de golpear su tracero.

PLAS PLAS PLAS PLAS papi, me pórtate bien PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS auui

buua! PLAS PLAS PLAS PLAS papi! PLAS PLAS PLAS ya no! PLAS PLAS PLAS.

levantó la falda de su hija tenía puesta y bajo el short y su ropa interior, la niña al sentir el jaloneo se cubrió no dejando paso para que su padre siguiera castigando su ya rojo tracero.

— ¡p-papi me voy a portar bien! Snif — su padre intentaba quitar las manos de su hija pero está se resistía

—¡Quita las manos violeta! ¡No es una broma! — la niña se resistío hasta que su padre logro quitar sus manos y continuar con el castigo.

PLAS PLAS PLAS papi! PLAS PLAS PLAS snif snif noo! PLAS PLAS PLAS PLAS papi!

PLAS PLAS PLAS papi buuaa!! PLAS PLAS PLAS PLAS ya no más! PLAS PLAS PLAS

PLAS PLAS PLAS PLAS papi ya no! PLAS PLAS PLAS PLAS no! PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS me lastimas!!

Su padre se detuvo y suspiro pesadamente, acomodo la ropa de su hija y se pasó al asiento del conductor y escuchó el llanto de su hija durante unos minutos. el tuvo muy joven a su hija y casi nunca estaba cerca de ella si acaso solo para castigarla y regañarla; de lo demás se encargó el destino.

— siéntate bien y ponte el cinturón, no quiero escucharte violeta — la niña se sentí delicadamente.

— si papito — inmediatamente acato las órdenes de padre, ella sabía que lo que hizo estaba muy mal, pudo haberle sacado el ojo a Dafne y además alejo por completo a su único verdadero amigo.

Violeta conoció a Evan en el jardín de niños, fueron a un campamento juntos también, su padre siempre busco un pretexto para no tenerla cerca durante las vacaciones, así que Evan si convirtió en su amigo gracias a sus recurrentes encuentros, solo que a diferencia de violeta, los padres de Evan lo hiban a ver cada fin de semana al campamento y eso que solo duró un mes.

Violeta quiso ser algo más que la amiga de Evan, pero a él ya le gustaba Dafne, en su mente resonaba esa vocecita que le indicaba que Dafne era un peligro. Aunque si le tenía un poco de envidia a Dafne, comenzó a odiarla, por ser más bonita, por tener hermanos con quién compartir, por tener un padre que la ama con toda el alma; sin duda era algo que violeta quería, pero que solo podía obtener cuando estaba con Evan, ese sentimiento que la hacía sentir completa, la compañía de alguien, eso era lo que le faltaba, lo que estaba pidiendo a gritos que nadie escuchó.

Ahora le dolía la conciencia, porque le había echo daño a Dafne, sabiendo que ella podría haber tenido una buena relación de amigas y así tendría más compañía, seguramente Evan la evitaría y sus falsos amigos también, ahora estaba como en el inicio.