CAPITULO 11

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Álex

Escuche los gritos de Harold al ser llevado de las orejas al piso de arriba, vi salir a Fernanda del despacho con una sonrisa triunfante, me acerque con la intención de sacarle información y talvez la sonrisa.

- ¿Que hiciste? - pregunté lo más calmado que pude.

- ¿De que hablas? - chasqueo la lengua- Ahg! No molestes alimaña - se cruzó de brazos dispuesta a subir, pero la retuve sujetandola

- ¿Que fue lo que hiciste para que Dereck se llevará así a Harold? - rodó los ojos y se soltó de mi agarre.

- eso no es asunto tuyo... Bye - la sujete una ves más y volví a preguntar.

-¿Que fue lo que hiciste? - dije ya un poco enojado.

- hag! Pero que molesto, solo dije una mentirilla con un poco de verdad. De todos modos algún día se hiba a enterar sobre lo de las zapatillas. - acomodó su cabello como toda una diva.

- ¿como sabes lo de las zapatillas? - pregunto Travis de brazos cruzados.

- Dios mío, cariño, sigues siendo un descuidado, a la próxima no pongas el altavoz en tu teléfono cundo hables con tus amigos. - señaló con el dedo y me dieron ganas de morderlo.

- no se de que zapatillas estén hablando, pero si causaste un problema te juro que me las pagas - subí corriendo debido a que sorprendentemente Harold ya había comenzado a gritar mi nombre, el no lo gritaba. No solía meterse en problemas y aunque Dafne y Travis si gritaban mi nombre cuando eran castigados, más Dafne que Travis; Harold jamás lo había echo, eso quería decir que Dereck estaba siendo irracionalmente duro, mira que golpear a tu hijo por unas zapatillas, bueno... No fue en si por la zapatillas, lo sé, fue por los insultos que si alcancé a escuchar, pero .... Ahg no me gusta esto.

Harold

Parecía que papá estaba apunto de arrancarme la oreja, fue inevitable no soltar un patético grito de dolor, jamás había resado, y en tan solo nueve segundos le pedí a todos los dioses habidos y por haber. Me arrepentí en cuanto decidí insultar a mi papá, a el no se le podía insultar, ni por error. Apenas entramos a mi cuarto sentí ganas de orinar, papá no perdió el tiempo y en unos segundos ya me encontraba en sobre su regazo, no era para anda divertido estar ahí.

- Harold - llamo más calmado, con una  paciencia que el no tiene- sabes cuán molesto estoy? - me tense y recargue mi cabeza sobre el colchón de mi cama, cerré los ojos con fuerza esperando el primer impacto.

- Harold, sea lo que se que me tenías que decir quiero que sepas que después de esto te escucharé, pero también espero una disculpa por qué sabes que fuiste grosero y como tú padre debes respetarme - me acomodó pero antes de que pudiera levantar la mano hablé.

- si te respeto, te respeto mucho, pero a mí también me disgusta que no estés dispuesto a escucharme - seque con mi manga unas pocas lágrimas que habían salido traicioneramente.

- si, pero no debes faltarme al respeto de esa manera, soy tu padre y ... - lo interrumpí.

- me disculpare después de esto y te diré lo que de verdad quería decir, pero no porque me disculpé significa que no piense o sienta lo que dije. - papá suspiro y bajo mi pantalón, las manos me temblaron un poco y sentí la primera palmada.

sustituto [bl]Where stories live. Discover now