El no hablar con ella me está desesperando.
Pero el jodido resentimiento que tengo en el corazón es lo que realmente me está matando.
Tomo mi celular entre mis manos y busco nuestro chat. No le respondí sus mensajes, y ella tampoco ha vuelto a escribirme, ni siquiera se ha conectado desde entonces.
Tampoco debería tomarle importancia al hecho de saber algo de ella a estas alturas. Se supone que ya todo está hecho.
Riker acaba de terminar de organizar una conferencia de prensa en su empresa para el día de mañana por la mañana.
Todo será secreto hasta que todo salga de la boca de Riker, toda la jodida verdad sobre la muerte de papá.
La denuncia se hará pública en aquel momento y el reino de Robert caerá oficialmente como jamás lo imaginó.
No me opongo ante ello.
Debe de pagar por sus malditos errores.
Lo único que temo, es el odio y rechazo de ella que tendré a penas pase esto.
La denuncia hacia Robert por el delito de mandar a matar a papá será un golpe muy bajo para él.
La información sobre las estafas que hace en su empresa también se harán públicas.
Le costará muy caro salir de prisión.
Y lo peor de todo, es que ni Marie ni ____________, podrían ayudarlo.
La cantidad de demandas que recibirán será realmente grande, tanto así que estoy casi seguro de que los embargarán ni bien todo salga al aire.
Marie no iría a la cárcel si es que no se ve relacionada en alguno de estos temas.
Pero si es que está relacionada, definitivamente iría a prisión, perjudicando tremendamente a mi _____________, quien al ser menor de edad y al no tener más dinero tendría que ir a un centro de menores.
Cosa que podría cambiar si es que me permite ayudarla.
-Debo de irme ya- comenta Germán, levantándose del sofá en el que esta sentado. Captando nuestra atención.
-Gracias por todo- le dice Riker, palmeandole la espalda mientras le da el boleto de avión firmado por el mismo en sus manos.
Germán viajaría a un destino desconocido en el jet privado que papá nos otorgo ante su muerte, ya que si decide quedarse aquí, sería bastante peligroso y no solo para él, sino también para su familia luego de que todo sea expuesto.
-Te acompaño a la puerta- le indico, mirándolo con algo de pena.
Es un gran detective.
Y más allá de eso, es un muy buen amigo al que siempre recordaré.
-Definitivamente nos reuniremos cuando todo esto se calme.
Me dice riendo.
Sonrío.
Abro la puerta principal de la casa y dejo salir a Germán primero.
-Sabes que nosotros nunca nos decimos cosas lindas pero, te extrañaré- le digo.
Causando su risa instantánea.
Germán me abraza y le correspondo al abrazo de inmediato, recordando aquel día en el que le suplique para que pueda ayudarme con la investigación respecto a la muerte de mi padre.
Ha pasado muchísimo tiempo.
Y muchos acontecimientos que cambiaron nuestras vidas.
Gracias a Dios, todo salió bien.
Tal y como él lo decía ante todos mis ataques de pánico en medio de todas las noticias e indicaciones del plan que el me daba.
-Suerte Lynch- susurra, golpeándome el hombro derecho.
Asiento, mirando el taxi de reojo que está por llevarlo directamente hacia el aeropuerto.
-Gracias por todo- le digo cuando lo veo abrir la puerta del taxi.
El me hace una seña de despedida con su mano izquierda y entra al taxi.
Suspiro.
Joder, pero que maldito día más triste.
Entro a casa, a punto de cerrar la puerta cuando veo el taxi de Germán irse pero no lo hago al sentir que alguien tira de la puerta bruscamente.
Frunzo el ceño y asomo la cabeza de inmediato.
Encontrándome con _____________ en frente mío, con una media sonrisa en sus labios que extrañamente parecen cortados.
Mi cuerpo se estremece al recordar lo que pasó con Khali esta mañana.
Le fuí infiel.
El día de mañana se dará cuenta de quien soy.
Joder, acabaré con ella de la peor forma.
Ella no puede estar aquí.
No ahora.
-_____________- digo en voz alta, lo suficientemente alta para que Riker pueda oírme e irse a otra parte- ¿Qué haces aquí?
Pregunto.
Observando como está vestida.
Su ropa está sucia.
Jamás la había visto así.
Esta usando unos jeans color mezclilla, donde se nota perfectamente unas ligeras manchas color tierra, las mismas que también tiene en el crop top color amarillo que está usando.
-¿Te encuentras bien?
Le pregunto.
Intentando ocultar mis nervios.
-¿Puedo pasar?- me pregunta ella, quitando la sonrisa de su rostro.
Volteo la cabeza hacia la sala.
Riker ya no está.
Asiento.
Haciéndome a un lado para poder dejarla pasar con tranquilidad.
Cuando por fin está adentro, ____________ se sienta en el sofá donde Germán estaba sentado anteriormente y vuelve a mirarme.
Su mirada es tan fuerte que llega a ponerme nervioso.
-¿Qué sucede?
Le pregunto.
Cerrando la puerta y dirigiéndome a su lado.
Ella ladea la cabeza.
-Solo te extrañaba mucho.
Susurra.
Haciéndome caer en una terrible depresión instantánea en menos de tres segundos.
Sus brazos se abren para poder abrazarme, y eso es lo que hace, y yo se lo permito, la rodeo de la cintura con una pena interior indescriptible y respiro el aroma de su cabello.
La oigo suspirar.
Y puedo darme cuenta en ese preciso instante, que ya nada está bien.
-¿Cómo haz estado?
Le pregunto, sin separarme de ella.
Ella recuesta su cabeza en mi hombro.
-¿Puedo hacerte una pregunta?
Me dice.
Su voz está entrecortada.
Mi corazón late con fuerza, haciéndome entrar en pánico.
-Claro.
Respondo.
Intentando convencerme de que el día de mañana seguiremos amándonos tan igual como el día en que hicimos aquella promesa en París.
-¿Tú me amas?
Me pregunta.
Si su voz estaba entrecortada anteriormente, ahora puedo jurar que está llorando.
La abrazo con más fuerza.
Sintiendo a la perfección como la fuerza que usa para abrazarme se debilita.
Sorbe su nariz, haciéndome estremecer.
-Te amo _____________- afirmo.
Sin siquiera dudarlo.
Te amo,
Y fue algo que no estaba en mis planes, sin duda alguna.
Su cuerpo se separa del mío, haciéndome presenciar sus ojos rojos y llorosos, su nariz también está roja, al igual que sus labios.
Trato de tomarla de la mano y ella me lo impide.
Joder.
-¿En serio creíste que nunca me iba a dar cuenta del jodido plan que armaste?- pregunta entredientes.
Haciendo que mi corazón se detenga por un momento que se siente como una hora.
-¿Qué?
Es lo único que llega a salir de mis labios.
-Eres el hermano de Riker Lynch, fuiste uno de los guardias de seguridad de tu hermano en la conferencia, me mentiste- se levanta del sofá, explotando en llanto- Estuviste mintiéndome en todo este tiempo, joder, no puedo creer que me usaste- solloza- Eres igual que los demás, solo crees que soy una jodida tonta a la que se puede utilizar, y evidentemente eso fue lo que hiciste.
La tomo de la mano a la fuerza, levantándome también del sofá para poder acercarla a mí, pero una de sus manos impacta contra mi mejilla.
-¡Nunca me amaste!- grita- ¡Solo querías vengarte de mis padres!
Niego con la cabeza.
-Te amo ____________- repito- Y eso no estaba en mis planes, jamás lo estuvo.
Suspiro.
Una y otra vez.
-Solo me usaste, jamás signifiqué algo para ti.
Solloza.
Partiendome el corazón en mil pedazos.
Tomo una de sus manos y la obligo a quedarse quieta pegando su cuerpo contra la pared.
-Lo siento- susurro, intentando conectar nuestras miradas, pero me es imposible ya que no está quieta- De verdad lo siento, siento haberte ocultado todo esto...
-¡Déjame en paz!
-Sé que ahora crees que soy un jodido mentiroso, pero te prometo que desde el primer día en el que te ví en esa maldita cafetería me enamoré de ti- coloco mis manos en sus mejillas cuando deja de sabotear- Por Dios ___________, no te mentí respecto a mi sentir, estoy jodidamente enamorado de ti.
Niega.
Cuando su mirada se conecta con la mía, puedo darme cuenta del daño que acabo de causarle.
Y no puedo ni imaginarme todo lo que ocurrirá el día de mañana, así que sin duda alguna sería mejor hablar de esto de una maldita vez.
-Te amo ___________- le digo, observando sus bonitos ojos celestes llenos de lágrimas- Te amo, te juro que siempre lo hice y jamás podría dejar de hacerlo.
Baja la mirada.
Y yo la suelto poco a poco.
Puedo darme cuenta que está intentando calmarse, por lo tanto, yo también debo de hacerlo.
¿Habría una solución para toda esta semejante mierda?
El timbre de casa suena, haciéndome volver bruscamente a la realidad.
Bufo.
¿Germán se habría olvidado algo?
Me dirijo hacia la puerta sin quitar mi mirada de ___________, y cuando finalmente la abro, puedo sentir como si el mundo quisiera verme muerto y con el corazón de un gris en la mano.
-Disculpa, creo que esta mañana uno de mis pendientes se cayó en tu habitación- cierro los ojos con fuerza- ¿Crees que...
La presencia de ____________ a mi lado me hace sentirme el hombre más miserable del mundo en aquel momento.
-¿Ella es...
-¿____________?
La interrumpe Khali.
-¿Me fuiste infiel?- me pregunta ___________.
El corazón se me encoje de vergüenza ante esa pregunta.
Sus ojos llorosos me miran, exigiendome la verdad.
Y no puedo mentirle más.
Ya no más.
Asiento.
Rogándole por su perdón con la mirada.
Más lágrimas salen de sus ojos y quejidos provocados por la furia que siente en ese momento salen de aquellos labios tan dulces.
-Te odio- dice entre dientes- No vuelvas a hablarme jamás en tu maldita vida.
La observo quitarse el anillo que le dí en París, y tirarlo hacia alguna parte de la sala, para luego empujarme y salir de mi casa.
Suspiro.
Conteniendo las enormes ganas de llorar y de mandar todo a la mierda en ese instante.
"Es mejor que haya sido de esta forma. Mañana viene algo mucho peor"
Me repite mi conciencia una y otra vez, en un intento inútil de calmar mi tristeza y el arrepentimiento que siento.