Frustrado; Ross Lynch

Capítulo 18

_____________ POV:

Al ver a Ross parado afuera de la casa de Matthew me hizo comprender todo en un minuto. Está interesado en mí, le importo, y me quiere.

Me quiere de verdad.

Al discutir pensé que se enojaría conmigo al decirle que iba a ir a una fiesta, y evidentemente lo hizo pero no me dijo nada. Se quedó callado. Cuando le dije que viniera a buscarme antes de las 3 a.m. realmente no esperaba que viniera.

Pensé que iba a dejarme sola por dadas las circunstancias. Pero no.

Esta aquí, conmigo.
Preocupándose por mí y cuidándome, como lo ha hecho desde que nos conocimos en esa cafetería.

Viendo las cosas así no puedo evitar no enamorarme de él, es perfecto. No es como los típicos niñatos de mi escuela que solo buscan sexo y pasarla bien. Él quiere algo más que eso.

Estabilidad emocional.
Una bonita relación.

Y me causa emoción eso, porque no he tenido una relación así antes. Y ahora que estoy cerca de él, siento que lo tengo todo. Todo con lo que alguna vez soñé.

Ross conoce la peor y la mejor parte de mí.
Sabe que soy adicta.
Sabe que mi padre es un asqueroso corrupto de cuarta.
Sabe que él me maltrata psicológicamente.

Y sigue aquí conmigo.
Con la mejor intensión del mundo.
Me quiere ayudar.

Por él fue que me abstuve de tomar hasta una sola gota de cerveza en esa fiesta, por él fue que no ingerí algo que no debía. Por él ahora me siento fuerte y capaz de hacer cosas que algún día me propuse.

Gracias a él ya no me siento tan desastrosa con todos mis problemas con respecto a mi padre, sino, me siento bien, porque sé que alguien me quiere de verdad. Y es él.

Salgo de mis pensamientos cuando Ross estaciona el auto frente a su cabaña. Sonrío, y no tardo en salir, llego a su puerta antes de que el pueda salir y la abro.

-Vaya señorita- susurra, tomándome de la cintura- Muchas gracias.

Me besa.
Y le correspondo con gusto.
¿Será el momento indicado?

-¿Tienes sueño?
Le pregunto, sin dejar de abrazar su torso, los dos caminamos abrazados hasta entrar a su cabaña.

A penas entramos, me quito los tacones y los dejo por la puerta, me sonrojo al sentir la mirada de Ross en mí.

-Te ves hermosa- comenta, logrando que me sonroje más aún- Y no, no tengo sueño, podríamos ver una película si quieres.

Asiento.
Ross me quita los tacones de las manos y procede a llevarlos hacia la habitación.

Trago saliva.
¿Debería decirle que quiero hacer el amor con él? ¿O simplemente besarlo y comenzar...?
Suspiro.

Esto del sexo no ha sido nada bueno para mí. No soy virgen, y nada más lo hice dos veces. En mi primera vez, prácticamente me forzaron a hacerlo, pero no me sentía lista. Mi segunda vez fue con Brad, no fue nada satisfactorio, Brad solía insultarme por ya haber tenido sexo. Tampoco fue un buen momento para mí.

Y bueno, la última vez que tuve algo sexual fue con Ross, cuando nos hicimos sexo oral, pero eso no cuenta como sexo, así que no lo cuento como una tercera vez.

-¿Qué película vemos?

Me pregunta, volviendo a la sala principal, esta usando una camiseta y unos shorts que lo hacen ver realmente sexy.

-No lo sé- contesto, admirándolo.

-¿Quieres que pida algo de comer? Muero de hambre.

Río.