Después de mucho buscar pude recuperar el archivo ;; Agradecido con el de arriba.jpg
OneShot.
—Estoy seguro que al mayor Wei le gustará nuestro regalo. —SiZhui alentó bastante feliz por el resultado.
JingYi soltó un sonidito de ofensa.
—Claro que le va a encantar, después de todo fue hecho por nosotros.
Jin Lin asintió, apoyando las palabras de su amigo. El joven líder del grupo decidió mejor no argumentar nada, simplemente dio media vuelta para darle los últimos detalles a su regalo.
Los tres chocaron los cinco cuando todo estaba listo. Por fin luego de tanto esfuerzo, les quedó perfecto.
No podía esperar ver la cara del mayor Wei cuando viera lo que habían preparado para él.
[...]
Wei Ying despertó aquella mañana con energías renovadas luego de una buena noche. Desde hace mucho que no llegaban a tener una noche como esa, más específicamente desde que había llegado a vivir temporalmente en GusuLan, quedando bajo la mirada vigilante de Lan Qiren.
Era bastante escalofriante pensar en estar con su dulce Lan Zhan y que sólo a unas cuantas puertas podía ser escuchados por el tío de este.
Sin embargo, esa noche Lan Zhan fue particularmente intenso y apasionado, mucho más de lo normal, llegando al punto de tener que usar un talismán silenciador para no despertar a todos y crear más problemas en su contra.
Se sonrojo de solo recordarlo.
Mientras estiraba su cuerpo, Wei Ying fue consciente de que eran pasadas el medio día. Lan Zhan no estaba por ningún lado, así que supuso que había ido con los chicos dejándole descansar.
Al lado de la cama una cubeta con agua estaba preparada para su uso. Lavó su rostro cuidadosamente y se refrescó un poco antes de buscar su ropa.
Mientras colocaba su túnica negra, miró hacia las ropas de Lan Zhan con algo de anhelo en su mirada. A pesar que ambos se habían "casados" mientras viajaban, Lan Qiren aseguró que no iba a ser aceptado hasta que hicieran una ceremonia oficial ante todos los ancianos y el líder de la secta.
Sólo entonces sería admitido como parte de la familia Lan. Pero Wei Ying era consciente que, ante los ojos de Lan Qiren, nunca sería merecedor de llevar su apellido.
Suspiro con tristeza.
Nunca hablo de esto frente a Lan Zhan o algunos de los juniors, pero la verdad le dolía bastante el rechazó que recibía ante los miembros más viejos del clan.
Pero, sin embargo, no podía esperar para tener su ceremonia junto a Lan Zhan. Ya lo imaginaba, vestido de rojo mirándolo con intensidad mientras ambos se inclinan en completa sincronía como uno sólo.
Un sonrojo aún más notoria se hizo presente. Palmeó con fuerza sus mejillas intentando mitigar la vergüenza.
'Deja ya de estar soñando y mejor busca algo de comer.'
En su camino a la cocina y en su misión de buscar algo decente para comer, cargado de mucho picante. Pasó cerca de los salones de los chicos y decidió acercarse para ver que tal les iba a todos, misteriosamente estos se encontraban vacíos y ni siquiera Lan Qiren o Lan XiChen estaban presentes.
Extrañó. Muy raro.
Llegó a la cocina encontrandola igual de vacía que el resto del lugar.
¿Donde estaban todos?
¿Ocurrió algo mientras estaba dormido? Por qué nadie lo despertó, se habría dado cuenta sí los estaban atacando.
Mientras seguía buscándolos, encontró una pequeña nota en la biblioteca, en la mesa que Lan Zhan siempre usa.
Era el dibujo de dos conejos jugando y bajo este un carácter que dictaba la palabra "Ven."
Era obvio que sólo pudo ser escrita por Lan Zhan, así que rápidamente se dirigió así allí lleno de curiosidad. ¿Qué estaban planeando ahora? Desde la distancia noto a Lan Zhan esperándolo en lo alto de la pequeña colina, lo saludó gritando su nombre, a lo que este respondió con una pequeña sonrisa, que logró alterar sus latido y desequilibrar incluso desde la distancia.
Corrió los últimos tramos que le faltaba, saltando directo a los brazos de Lan, quien lo recibió sin dudar, sujetándolo con firmeza de las piernas.
—¡Lan Zhan! —le dio un corto beso antes de preguntar—. ¿Dónde están todos? No vi a nadie cuando venía así aquí, ¿pasó algo malo?
Lan Zhan negó y con la barbilla apuntó para que mirara detrás suyo.
Wei Ying lo hizo, aferrándose con fuerza a Lan Zhan cuando todos los juniors soltaron al unísono un grito de "Feliz Cumpleaños Maestro Wei." pudo leer en los cárteles que cada uno cargaba.
No sólo los juniors estaban allí, también se encontraba Lan XiChen, quien llevaba un pastel en sus manos y a los mismo Jiang Cheng y Lan Qiren, quienes parecían que preferían estar en cualquier lugar menos allí.
—Chicos... —murmuró conmovido por la felicidad que todos mostraban. Miro hacia Lan Zhan, buscando ver si esto era un sueño, sólo para encontrar una pequeña y hermosa flor frente a su rostro. La cual fue colocada tras su oreja, luego de un beso en la frente—. Gracias... Muchas gracias a todos, es hermoso...—sus pestañas se sentían un poco húmedas ahora.
Respiro hondo para calmarse y continúo.
—Pero, esperen, ¿De verdad mi cumpleaños es hoy? ¿Qué día es...?
Y con sólo esas pocas palabras la felicidad de todos fue reemplazada por una divertida inquietud. Los menores sintieron una pequeña gota de sudor bajando de sus frentes, mientras los demás deseaban golpearse en la frente ante tal idiotez, especialmente Jiang Cheng, exactamente fue el primero en decir algo.
—Sólo tú tendrías tan poco cerebro para olvidarte de tu propio cumpleaños...
—Pfff... —Jin Lin y JingYi se cubrieron la boca para no reírse al igual que los demás.
El propio Lan XiChen soltó una corta risa.
—¡Jiang Cheng! —se quejó ofendido, haciendo un mohín con sus labios. Se alejó de Lan Zhan para acercarse a los chicos, rodeandolos a todos para un apretado abrazo—. ¡Muchas, muchas gracias! —los arrullo, besando sus mejillas avergonzando a muchos.
—¡Ya suéltame! ¡Es asqueroso! —gruño Jin Lin, luchando por escapar.
JingYi que estaba a su lado, recibiendo los mismo afectos que él, decidió que era buen momento para burlarse.
—Vamos, joven ama, déjese querer un poco. ¿Qué tal un besito también?
Jin Lin vio con horror como los labios del otro se acercaban a su rostro, respondió con un golpe directo a la nariz.
Los dos iniciaron una acalorada discusión, distrayéndose, por lo que SiZhui vio el momento perfecto para traer su regalo.
—Papá... se detuvo ante él cargando una cacerola, realizó una corta reverencia, entregando el regalo—. Este es un regalo de parte de el joven amo Jin Lin, JingYi y mío. Espero que sea de su agrado.
Lleno de curiosidad, Wei Ying quitó la tapa. El familiar olor de la sopa de loto y costillas de cerdo, trajo un sentimiento de nostalgia consigo.
'A-Xian... ¡Hora de comer, vengan rápido! ¿A-Xian, quieres un poco de sopa?'
De nuevo estaba por llorar y claramente fue notado por los menores quienes se apresuró en explicar.
—Padre dijo que es tu favorito. —dio una mirada un tanto acusadora al mayor, consolando al hombre.
—Y mi tío nos ayudó a conseguir la receta.
—Nos tomó mucho tiempo e intentos, pero por fin logramos que quedara medio decente y comestible.
—¿Cuando...? —no tuvo que agregar más para que SiZhui contestara.
—Durante las cacerías nocturnas con HanGuang-Jun.
Wei Ying se giró para mirar a su esposo, este noto la mirada de traición que su pareja le daba por habérselo ocultado, por lo que respondió arqueando una ceja.
—Querían sorprenderte... —dijo con indiferencia.
—Lo dejaré pasar... Sólo sí la sopa es buena, espero que prestarán atención en las clases de cocina —le dio una mirada evaluadora a los tres.
Wei Ying lleno la cuchara de sopa, soplando un poco antes de llevársela a los labios, saboreando con mucha atención.
Los menores no perdieron de vista los movimientos del mayor, cuando este no dijo nada empezaron a entrar en pánico.
—¿Por qué no habla? ¿Está mal? ¡Que diga algo! —grito JingYi en un susurro, sacudiendo los hombros de Jin Lin.
Wei Ying saltó a los brazos de Lan Zhan, ocultando el rostro en la curva de su cuello, mientras los hombros del hombre temblaban un poco.
—¡No le gusto! —JingYi.
—¡Te dije que colocaras más picante! —Jin Lin le gritó de vuelta.
—Hmn, chicos... —se quedaron en silencio cuando Wei Ying habló, escuchando con atención. Wei Ying pasó las manos alrededor de sus ojos y se apoyó en el pecho de Lan Zhan, relajándose en sus brazos bajo las caricias consoladoras del mayor—. Es una de las mejores sopas que he probado... Gracias. —le dio a los tres una enorme sonrisa.
Los menores se sonrojaron y balbucearon un poco completamente avergonzados.
Los demás se acercaron, ansiosos por mostrar sus regalos ante el mayor. De esta forma, Wei Ying fue mimado por cada uno; bocadillos, ropa, sonrisa del emperador. Sus brazos estaban llenos de tantas cosas que Lan Zhan tuvo que ayudarlo a cargar todo.
Por fin, luego de casi dos horas, sólo quedaban tres personas por entregar sus regalos. Lan XiChen pasó el pastel a manos de SiZhui y se acercó en compañía de Lan Qiren.
—Feliz cumpleaños, joven Wei WuXian. —dijo, dándole una amable sonrisa.
—Muchas gracias, hermano XiChen. Y puede llamarme de forma más familiar, después de todo somos familia. —descaradamente, como sólo él puede ser, le guiño el ojo a Lan Zhan.
Lan XiChen rió con ganas, ante la vergüenza que cruzó el rostro de su hermano. Lan Qiren interrumpió el momento dando un paso hacia ellos. De la manga de su túnica, sacó un pequeño objeto el cual dejó en la mano de Wei WuXian.
—¡Esto es...! —jadeo con sorpresa. La cosa en su mano era una pequeña pieza de jade tallada, la cual permitía la entrada a cualquiera que la tuviera.
Durante el tiempo que llevaban viviendo allí siempre debía contar con la presencia de Lan Zhan o alguno de los chicos para entrar y salir.
Lan Qiren movió el rostro para no mirarlo.
—Parece que Lan Wangji y los chicos te han tomado cariño. Ya que no puedo deshacerme de ti... Pues... Sólo toma. —frunció aún más las cejas al sentirse tan observado por todos.
Wei Ying tuvo que reaccionar rápido para sujetar todo antes de que cayera al suelo. Las túnicas típicas de la secta GusuLan le regresaron la mirada como un saludo. Elevó el rostro buscando al anciano, pero este ya se había alejado por varios metros.
Una burbuja de felicidad y calidez explotó dentro de su cuerpo al entender lo que Lan Qiren quería decirle al darle esto.
Lo estaba aceptando.
Lo estaba aceptando dentro de la familia.
Lo estaba aceptando como el compañero de su sobrino.
Ya no era un extraño dentro de la secta.
—¡Gracias, tío! —gritó con todas sus fuerzas.
Nadie fue consciente de la forma que Lan Qiren casi tropieza con sus pies y como mascullaba al alejarse, alegando que las reglas nunca eran respetadas.
Wei Ying se giró hacia su esposo con el rostro radiante de felicidad.
—Lan Zhan, Lan Zhan, mira. —puso la cinta frente al rostro de este—. Debes ayudarme a colocarla.
Los miembros de la secta Lan tenían reglas muy específicas en cuanto a la cinta, una de ellas es que la cinta sólo puede ser puesta por un familiar directo o por la pareja de esta persona. Con esa propuesta Wei Ying estaba afirmando que lo veía como su pareja de vida.
Los ojos de Lan Zhan irradiaron calidez al mirarlo.
—Hmn, lo haré. —dijo, una pequeña e invisible sonrisa tiraba de sus labios.
Wei Ying estuvo por saltar y besarlo, era un pecado que alguien se viera tan guapo sonriendo, sin embargo, un hosco carraspeo detrás suyo lo detuvo.
Jiang Cheng los miraba a ambos con disgusto y algo de enojo. Wei Ying no tuvo que pensar mucho el porqué de esa mirada, se apartó de los brazos de Lan Zhan, mientras este le lanzaba miradas de advertencia al líder de la secta Jiang.
El joven de túnica morada rodó los ojos. Pero de todas formas, agradeció internamente al Lan cuando este llevó a los chicos a otro lugar dándoles algo de privacidad.
—Parece que ya olvidaste todos tus modales... Aunque para ser sincero siempre fueron pésimos en primer lugar. —dijo en cuanto quedaron solos.
Wei Ying bromeó, colocando una sonrisa algo forzada.
—Hago lo mejor que puedo, ChengCheng.
—¡No me llames así! —grito, a lo que Wei Ying rió.
—... No esperaba que vinieras...
Jiang Cheng desvío la mirada y cruzó los brazos frente a su pecho como escudo.
—Jin Lin me arrastró con él... —masculló entre dientes, frunciendo las cejas.
Ambos actuaban torpes e incómodos alrededor del otro. Tantos años sin hablar, tantas palabras guardadas. Ninguno había dado la oportunidad para hablar y arreglar las cosas, por lo que ambos cargaban el peso de la culpa sobre sus espaldas como un castigo eterno.
—Puedes irte si quieres... Nada te obliga a quedarte.
Por favor, no te vayas.
Quiso decir. Pero decidió callarse. Jiang Cheng nunca lo perdonaría por lo que hizo. Ya no volverían a ser los hermanos que eran antes de que todo explotara.
Una mirada complicada recorrió la cara de Jiang Cheng.
—Si no quisiera estar aquí, no hubiera venido... —dijo, demasiado tarde se dio cuenta de sus palabras. Ya es demasiado tarde para retractarse.
Aquellas palabras golpearon como una ola en el pecho de Wei Ying. Por un lado feliz porque eso significaba que Jiang Cheng quería estar allí ese día. Y por el otro lo llenaron de mucha nostalgia. Esas eran las mismas palabras que Madam Yu usaba cada año el día de su cumpleaños, cuando su Shijie y el tío Jiang Feng Mian organizaban una pequeña fiesta en su honor.
Aún recuerda ese último cumpleaños. Su Shijie había preparado un pastel especial para él, todos cantaron, bebieron y comieron el resto de la noche. Aquel fue el primer y también el último cumpleaños donde recibió un regalo por parte de Madam Yu.
Wei Ying le dedicó una mirada expectante, esperando algo.
—¡¿Qué?! —gruño Jiang Cheng al notar su mirada.
Wei Ying sonrió de medio lado—. ¿Ni siquiera un regalito? Eso es demasiado tacaño, incluso para ti. Mira que venir a una fiesta sin regalo. —pincho, burlándose de él.
Una vena se marcó en la frente de Jiang Cheng. Con un gruñido metió la mano en su túnica y sacó un pequeño objeto, empujándolo contra el pecho de este.
—Toma y cállate.
Por segunda vez, ¿Tercera? Vez se quedó sin palabras ante el pequeño objeto. Un cascabel de plata bastante familiar. un cascabel muy parecido al que se le fue entregado cuando llegó al Muelle de Loto y Jiang Feng Mian dijo que ese sería su nuevo hogar.
Un cascabel muy parecido al que dio por perdido cuando fue tirado por Wen Chao a ese pozo oscuro.
—Lo dejaste olvidado y ahora te lo devuelvo, estoy cansado de andar cargando por tus cosas. No tienes que agradecer ni nada. —dijo con arrogancia, mirando en línea recta en otra dirección.
El silencio fue demasiado largo, esperaba un comentario ingenioso o una respuesta sarcástica, sin embargo Wei Ying no emitió ninguna palabra.
Se giró para saber qué pasaba por la mente de este, cuando sintió los brazos de Wei Ying alrededor suyo, las lágrimas de este mojar su hombro y lo sintió temblar contra su cuerpo soltado largos hipidos.
—Gracias, gracias... Lo siento, lo siento mucho... Perdóname Jiang Cheng.
Jiang Cheng quedó congelado al escuchar esas palabras. Tantos años esperando por ella y ahora estaban allí.
Antes de darse cuenta sus propios brazos rodearon el cuerpo del menor, derramando las lágrimas que por tantos años había contenido.
—Feliz cumpleaños Wei WuXian... Me alegró que hayas vuelto... Te extrañe... Hermano.
[...]
—Lan Zhan mira como me hicieron llorar esos chicos. Mi hermoso rostro arruinado... —tocó con cuidado alrededor de sus ojos. Sus párpados rojos e hinchados de tanto llorar.
Sintió los dedos de Lan Zhan bajo su barbilla y luego como estos los obligaban a levantar su mirada.
—Wei Ying es hermoso como siempre. —dijo con sinceridad.
El rostro del menor estalló en un sonrojo, ocultando detrás de su mano.
—¡Lan Zhan! Te he dicho que me avises cuando hagas eso, mi pobre corazón no podrá resistir mucho más.
Una risa resoplada salió del Lan. Y Wei Ying sonríe besando sus labios.
—Sabes... —suspiró, acomodándose en su pecho—. Este fue el mejor cumpleaños de todos. Los chicos, el hermano XiChen, tío e incluso Jiang Cheng... Todos fueron tan amables conmigo, nunca imaginé tener algo así...
Lan Zhan permaneció en silencio, dejándolo desahogarse mientras hacía algo con su muñeca.
—Todos los regalos fueron hermosos, pero sabes...
—Wei Ying... —llamó Lan Zhan, interrumpiendo un momento.
El Lan parecía esperar una respuesta. Wei Ying no lo entendió hasta que sintió un tirón en su muñeca, amarrada alrededor de esta se encontraba la cinta de Lan Zhan, uniendolos a ambos por un nudo.
Wei Ying lo miró por unos instantes sin palabras. No puede ser. Lan Zhan no podía estarle pidiendo que...
Buscó su mirada y casi se ahoga en el cariño y amor que encontró en ellos.
—¿Estás seguro? Sería público ante todos, cada persona de cada pueblo sabrán que somos compañeros. —susurro.
—Hmn, no me importa. Lo único que deseo es permanecer siempre a tu lado.
—¡Lan Zhaaaaaan! —rodó sobre él besando cada parte de rostro, llenándolo de besos—. ¡Te amo, te amo! Este sin dudas es el mejor cumpleaños y el mejor regalo eres tú. Un regalo que sólo yo puedo tener.
—Hmn. Tuyo, siempre.
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Un OneShot por el cumpleaños de nuestro querido WiFi -w-
Después de tanto trabajo pude publicarlo Dx Cuando lo iba a corregir el archivo se daño y no encontraba como abrirlo, de verdad entre en pánico, pero encontré un forma de arreglarlo y aquí esta ewe/
Y bueno, eso es todo por hoy. Intentare publicar otro OneShot esta noche por Halloween, intentare porque la verdad no tengo nada planeado :P
Espero les haya gustado.
Muchas gracias por leer. ♥
Nos vemos uwu/