One-Shot's WangXian

Adorable, igual que un conejo [WangXian]

Adorable, igual que un conejo.

[WangXian]

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One-Shot.

Los días tranquilos en GusuLan eran realmente muy raros y escasos. Esos días donde los junior salían de cacerías y los ancianos debían asistir a alguna reunión importante lejos de la secta. Eran en esos momentos donde todos podían relajarse y olvidarse, solo un poco, de las reglas sin miedo a ninguna represalia.

Eran esos momentos que nuestra pareja favorita más disfrutaba. Ambos podían ser tan pegajosos como quisieran y nadie los reproches por ello. A Lan Zhan le gustaba y Wei Ying ni se diga. Podía ser tan caprichoso como deseara; colgarse del brazo de su esposo, besarlo frente a todos, actuar como un niño malcriado y pedir ser alimentado durante el desayuno, incluso podía darse el gusto de sentarse sobre las piernas de Lan Zhan en la biblioteca y ningún anciano con larga barba llegaría a gritarles.

Ahhh... esos realmente eran buenos tiempos.

Pero lo que más le gustaba de todo era cuando ambos se escapaban juntos al prado de los conejos, con una cesta llena de zanahorias finamente cortadas y unos frascos de licor, perfectamente ocultados por Wei Ying. Juntos se sentaban durante horas y alimentaban a los conejos en perfecta armonía; las palabras no eran necesarias, la simple presencia del otro era todo lo que necesitaban para llenar el silencio. Con Wei Ying recostado sobre su hombro y el brazo de Lan Zhan enrollado alrededor de su cintura, una enorme sonrisa en el rostro del menor y sus corazones latiendo en completa sincronía.

Wei Ying no podía evitar sentirse dichoso, correteando a los pequeños conejos que, en completo pánico, se escondían bajo la túnica del Segundo Jade. Sin embargo, logró atrapar a uno entre sus manos, un pequeño conejo que era el más tranquilo de todos. Lo alzó frente a su rostro con una sonrisa, sin pasar por alto el pequeño parecido que este guardaba con una persona en especial.

El pequeño conejo era realmente particular. Sus ojos entrecerrados le daban una cómica expresión de indiferencia, casi como si no le importara lo que ocurriera a su alrededor. Se mantenía tranquilo, masticando la pequeña zanahoria entre sus dientes mientras todos los demás jugaban y saltaban.

Wei Ying no podía dejar de comparar al conejo con su propio esposo.

Observó a Lan Zhan acariciando con extrema suavidad a un conejo negro con manchas blancas y luego la regresó al pequeño amiguito en sus brazos. Inclinó un poco el rostro con gracia. Eran bastante parecidos ahora que los miraba bien.

Se preguntó cómo se vería Lan Zhan como un conejo, con blancas orejas saliendo sobre su cabeza.

Dejándose llevar por la travesura, Wei Ying se movió con sigilo hasta quedar en la espalda de Lan Zhan sin llamar la atención de este. Alzando sus manos sobre la cabeza del Lan, levantó dos dedos en cada mano, simulando pequeñas orejas sobre la cabeza de Lan Zhan.

Se quedó pensativo unos segundos antes de sonreír y exclamar en su cabeza.

«¡Feliz!»

Se imaginó a Lan Zhan parado en lo alto de las escaleras, esperándolo luego de un largo tiempo separados. Como sus ojos se iluminaban al encontrar los suyos, como si pequeñas estrellas estuvieran contenidos dentro de ellos, y la forma que la comisura de sus labios se alzaban en una pequeña sonrisa.

Sus dedos se movieron, agitándose de una lado a otro como había visto hacer los conejos cuando estos veían llegar a WangJi.

«¡Sorprendido!»

La forma que se veía Lan Zhan cuando se sorprendían; como sus párpados se abrían un poco más de lo normal y sus labios se separaban apenas unos centímetros. Sus dedos se alzaron, como lo harían las orejas de un conejo sorprendido.

No pudo evitar sonrojarse un poco.

Maldita sea, su imaginación era bastante buena.

«Triste...»

Luego pensó cuando Lan Zhan estaba triste, bajando un poco la punta de sus dedos. Se imaginó a Lan Zhan, las cejas un poco caídas, fruncidas casi al centro y como sus ojos se desviaban al suelo como un pequeño niño que era reprendido, sumado a todo, la forma que su labio inferior sobresalía un poco, casi pareciendo un pequeño puchero.

Soltó una ligera risa traviesa.

Lan Zhan, que hasta ese momento se mantenía ocupado acariciando al conejo sobre su regazo, busco con su mirada a su esposo, preocupado por el repentino silencio y tranquilidad. Tal como un niño pequeño, la tranquilidad era realmente preocupante cuando se trataba de alguien como Wei Ying, nunca se podía estar seguro de que estuviera planeando o haciendo.

—¡Lan Zhan, Lan Zhan, mírame! —llamó con emoción, sonriendo cuando los ojos claros de su esposo se fijaron en él. Atento a su reacción cuando lo mirara.

Claro que había olvidado por completo que, cuando Lan Zhan lo mirara, desde su punto de vista no pensaría lo mismo que él. Y aquellas orejas en lugar de estar en la cabeza del Lan, estarían sobre la suya.

Así que lo primero que pensó Lan Zhan al girarse -con un notorio sonrojo y el corazón acelerado-, fue que Wei Ying era demasiado adorable, tal como uno de esos conejos que tanto amaba.

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Otro One-Shot más para que no me olviden~

Y esta vez sí es WangXian <3

Ahora sí...

Bai bai :*

GjFantasma.