•Traición•
—Oh vamos —escuche a mi lado—. Solo es un entrenamiento abierto al publico. Además, se puede estar en la zona de interacción para tener al menos un autógrafo.
—No Jayson —exclame ya fastidiada—. Puedes ir tu solo, sabes que si voy contigo seria una gran traición a mis Colts.
—¡Ay por favor! No te estoy pidiendo que te cambies de equipo, solo que me acompañes.
—No.
—Por favor —rogó de nuevo.
—Ya te dije que no Jayson. Y no es no.
[···]
—Recuerdame como demonios acepte —cruzada de brazos y con el cinturón puesto, miraba molesta a mi mejor amigo que manejaba rumbo al estadio.
—Porque eres la mejor.
—Si si, como sea.
El trayecto al estadio estuvo relativamente corto, teniendo en cuenta que para nada quería llegar y la vida al parecer esta en mi contra. Como dicen; cuando ansias llegar a un destino el tiempo parece una eternidad, en mi caso era todo lo contrario.
Al llegar la estacionamiento Jayson aparco cercano a la entrada.
—Llegamos —apago el auto y bajo de este. Por mi parte me mantuve en mi lugar, mi amigo al ver que no bajaba se asomo por la ventanilla—. ¿No piensas bajar?
—No, te espero aquí. Tengo suficiente con venir —lo mire fingiendo indignación—. Me siento sucia.
—Por dios Mia, solo es el estadio.
—Pero...
—Vamos hazlo por mi. Yo te acompaño a los juegos de los Colts y no digo nada.
Trate de replicar ante su argumento, pero me dejo con la boca abierta. Tenia razón, ahora no podía decirle nada.
Baje del auto refunfuñando ante la mirada divertida de Jayson.
Caminamos hacia la entrada mientras mi mejor amigo miraba asombrado todo el lugar. Por mi parte no pude evitar admirar. Era impresionante. Nos dirigimos hacia la zona donde seria el entrenamiento, una cancha al lado del estadio. Los guardias guiaban a los aficionados.
—Esto es tan emocionante —escuche a mi lado.
Simplemente asentí.
Varias personas, que imagino son aficionados por sus jerseys, caminaban a nuestro lado. Después de varios tramos llegamos a la zona de aficionados, unas gradas con techumbre donde se podía sentar para admirar una gran cancha de americano.
—Wow —era impresionante y eso que no estábamos en el estadio.
—Ahora solo esperar a que los jugadores salgan.
Mi mejor amigo miraba con atención el lugar esperando el entrenamiento iniciara. Saque mi celular dándome cuenta que un faltaban tiempo para que todo comenzara.
—Jayson —llame su atención—. Ya vuelvo, necesito ir al baño.
—Espera deja te acompaño.
—No tranquilo —lo detuve—. No quiero que te pierdas cuando los jugadores salgan. Vuelvo enseguida.
—¿Segura?
—Segura —afirme. Jayson asintió.
Deje algunas cosas en mi lugar y tome solo mi celular. Baje de las escaleras y emprendí camino hacia los baños.
Después de preguntar varias veces y tener muchas indicaciones muy distintas, termine en un lugar que para nada eran los baños. Y también, para nada sabia en donde estaba.
—Demonios —mire a mi alrededor—. ¿Y ahora que hago?
Siguiendo mis grandes dotes de orientación, entre a lo que suponía eran los baños. Pero termine en un inmenso pasillo, con carritos y equipamiento.
—¿Donde mierdas termine?
Recorrí un poco el lugar esperando encontrar a alguna persona para poder preguntar.
—Disculpa —escuche a mis espaldas—. Creo que no deberías estar aquí.
Gire encontrándome a un chico rubio, de al menos mi edad.
—Lo siento. Creo que me perdí.
—¿En serio? —me miro sorprendido.
—Si, estaba buscando los baños y a juzgar por el lugar, creo que por aquí no están los baños.
El chico sonrió divertido.
—Pues no, por aquí no están los baños.
Suspire frustrada, ocultando mi rostro avergonzado.
—¡Oye tú! —ambos giramos hacia el guardia que se acercaba a nosotros—. ¡No deberías estar aquí!
Asustada pretendía contestar, pero el chico a mi lado se me adelanto.
—Tranquilo, esta conmigo.
El guardia con semblante asombrado asintió y se retiro dejándonos solos de nuevo.
—¿Donde vine a meterme? —hable para mi misma.
—Déjame decirte que no es fácil llegar aquí —rió en mi dirección.
Roja de la vergüenza oculte mi rostro con mis manos.
—Lo siento.
—Tranquila —escuche de nuevo su risa—. Ven, te diere donde es.
Lo mire agradecida.
Caminamos por otros pasillos. Conforme avanzamos el chico saludaba a varias personas, al parecer debía trabajar aquí.
—Listo, es aquí —señalo unas puertas—. Y si sigues el camino por haya, llegaras a la salida.
—Muchas gracias, sin tu ayuda seguro seguiría perdida.
—No hay problema.
Sonreí en un gesto amable y lo vi retirarse por la misma dirección por la que llegamos.
[···]
—Tardaste mucho.
—Lo siento, me perdí.
Jayson me miro.
—Te dije que te acompañaba.
—Tranquilo, un chico muy amable me ayudo.
—Seguro quería tu numero —dijo divertido.
—Claro que no —golpe ligeramente su hombro—. Se porto muy amable.
—Si si lo que sea, tu chico salvador —resto importancia y miro de nuevo hacia la cancha—. ¡Por fin! ¡Los chicos ya salen!
Gire hacia la dirección donde Jayson miraba, y efectivamente, los jugadores caminaban hacia la cancha. Todos los aficionados a mi alrededor exclamaron emocionados.
—Dios mio, siento la traición a mis Colts en mi corazón.
—No seas tan dramática.
—Déjame ser dramática.
Jayson soltó una carcajada.
Mire hacia la cancha al igual que todos. La mayoría de los chicos ya llevaban puesto su equipo y casco, entrando directo a calentar y luego entrenar.
Suspire, esto acababa de empezar.
[···]
El entrenamiento termino, entre algunos vistazos de mi parte y varias escapadas a mi celular. Luego de un tiempo escuche como Jayson me llamaba para irnos hacia la zona de interacción.
—Vamos Mia.
—Ya voy —trate de seguirle el paso, pero había mucha gente aglomerada—. ¿Por qué no vamos mejor a una parte mas despejada? Como no se por haya.
Señale a mi amigo un extremo de la linea. Este rodó los ojos y luego asintió en mi dirección.
Debía admitir que estábamos alejados, pero todos los aficionados se situaban en la misma posición en el centro. Casi no se podía acceder, y llegaba a ser sofocante. Jayson comprendió esto y tal vez por eso acepto mi oferta.
Nos colocamos en posición y esperamos como uno a uno los jugadores pasaban para tomarse fotos y firmar jerseys o artículos de los aficionados. Jayson estaba muy emocionado pues ya llevaba buena colección de autógrafos.
Entre nosotros compartíamos palabras, mientras esperábamos que se acercaran mas jugadores. De pronto escuchamos varios llamados de los aficionados.
—¡Joe! ¡Joe!
Mi amigo pareció encender algo dentro de él, pues rápido levanto la vista buscando lo mismo que los demás.
—Necesito una foto con Burrow.
Lo mire divertida por su reacción y asentí. Después de varios minutos Jayson giro en mi dirección.
—Aquí viene toma —me entrego su celular—. Tómame una foto mientras firma mi jersey.
—Bien.
Tome el celular y comencé a prepararme encendiendo la cámara.
—¡Aquí Joe! ¿Puedes firmar mi jersey?
—Seguro.
Levante la vista y el teléfono para tomar la foto. Busque un buen ángulo y capture a mi amigo junto al jugador. Pero al mirar con detalle a través del celular me percate de algo. ¿Acaso ese era...?
—¡Muchas gracias!
—No hay problema amigo —seguía estática en mi lugar, conectando los puntos. Por su parte el jugador junto a Jayson me miro, sorprendiéndose igual que yo—. ¡Hey! Eres tú.
Parpadee un poco saliendo de mi trance y sonreí tímida al chico.
—H-Hola, si soy yo —reí tratando de disimular mis nervios.
—Lograste salir del estadio —hablo divertido.
—¡¿Estaba en el estadio?! —ahora entendía porque aquel guardia reacciono así. Jayson por su parte pasaba la mirada entre ambos, tratando de entender que sucedía—. Oh cierto. ¿Jayson recuerdas al chico que te conté que me ayudo? Te lo presento.
Señale divertida al jugador quien sonrío ante mis palabras.
—Oh —lo miro aun sorprendido—, gracias por ayudarla.
—No es anda, ayude en lo que pude a tu novia.
—Ella no es mi novia —soltó divertido.
—¿En serio?
—En serio —afirme yo.
—En ese caso, no hay problema si te pido tu numero —al escucharlo no pude evitar sonrojarme y sobre todo ponerme nerviosa. Mas por su intensa mirada y la sonrisa que me dirigía.
—N-No, claro que n-no es ningún problema —apenas y pude articular.
—Perfecto.
Con el mismo plumón con el que firmo el jersey de mi amigo, apunte mi numero en un pequeño trozo de papel, el cual entregue a Burrow.
—Así que, Mia ¿Eh? —asentí aun con el rubor en mis mejillas—. Bonito nombre.
Y el rubor se intensifico.
—G-Gracias.
—Bueno Mia, Joe Burrow —acerco su mano, la cual estreche—. Espero verte pronto.
Guiño un ojo y me dirigió una ultima sonrisa antes de irse con sus compañeros.
Estética lo observe retirarse. Segundos después sentí como unas manos me tomaban de los hombros para hacerme girar.
—¡¿Porque no me dijiste que Joe Burrow te ayudo?! —un emocionado Jayson me agitaba.
—¡Porque no sabia que era jugador de los Bengals!
—¡¿Como no vas a saber quien es Joe Burrow?! ¡Fue Pick 1 del Draft!
—¡Lo siento! —aun seguía sorprendida por lo que acababa de pasar.
Mi amigo me soltó y suspiro negando.
—Burrow se vino a interesar en la única chica que no lo conoce.
Asombrada mire a Jayson.
—¿I-Interesado?
—¡Te pidió tu numero!
Abrió los ojos al recordarlo.
—¡Le di mi numero!
Mi mejor amigo negó sonriendo. Sabia que era muy despistada, bastante. Pero todo paso muy rápido y apenas lo estaba asimilando.
De no querer acompañar a Jayson al estadio por traición, pase a tener una cita con el quarterback de los Bengals.
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×JMRM×