Leah Grey
Mi esposo se quedó un rato más para asegurarse que comiera algo.
Luego se fue para verificar que Cailin y Leo están bien con Hannah y Jonathan.
Me quedé sentada en el sofá mientras miraba algunas de las últimas fotos que habíamos tomado.
No podía dejar que el trabajo se me acumulara y menos luego de esa noticia.
-Mierdas mis medicamentos- fui hasta mi cartera en busca del medicamento que me habían recetado
Al parecer tengo gastritis y debo tomar unos medicamentos luego que coma hasta que me sienta mucho mejor.
Volví a sentarme mientras la miraba.
Tenía que ser duro para ella toda esta noticia.
Mientras la miraba noté como sus ojos se abrían.
-Despertaste- llegue a su lado acariciando su cabello
-¿Qué pasó? - miro todo el lugar
-Te desmayaste luego la noticia- susurré viendo cómo rápidamente lagrimas salían de sus ojos
-Dime que el no esta muerto- no sabía que responderle por lo que me quedé en silencio
Sus sollozos se hicieron audibles en toda la habitación.
No sabía que podía hacer por ella.
Solo acaricie su cabello mientras ella lloraba.
-Perdimos mucho tiempo- susurró mientras su voz se entrecortaba
Pasó una media hora llorando hasta que un calmante hizo efecto en su cuerpo dejándola dormida.
Mi corazón dolía mucho al verla así de destruida.
-¿Como lo tomo? - entró mi esposo con Leo y Cailin
-Pues no tan bien todavía- llegue a su lado para abrazarlo con cuidado
- ¿Qué pasó? - acaricie su mejilla al notar sus ojos rojos
-No dejan de preguntar por su papá- señalo a Cailin
Gire para verla y cada cierto tiempo miraba la puerta como si lo estuviera esperando.
-Ya pagué para que investiguen el lugar, pero tomará tiempo saber la verdad de todo- caminamos hasta el sofá en donde nos sentamos con cuidado
Leo estaba medio dormido en sus brazos.
-Espero que esté bien- senté a Cailin en mi falda para jugar un rato con ella.
Quería hacer que deje de pensar en su papá.
~
Una semana había pasado del accidente.
Todo el mundo sabía ya de la muerte de Alexander Blake, pero a la misma vez era dudoso ya que no se conseguía ninguno de los cuerpos de las personas que iban en el avión.
Mi esposo se quedó como el dueño parcial de todo ya que unas partes las tenían sus hijos.
Madison es quien cuida de los dos niños aunque decidió mudar a Cailin hasta su casa por los recuerdos que tenía de Blake en la otra.
-Me preocupa un poco Madison- susurró Mark mientras me abrazaba
-A mi tambien, pero ella dice estar bien- levanté mis hombros mientras continuaba cocinando el desayuno
Mire la mano de mi esposo y note el anillo que compartía con Blake
-¿Lo extrañas? - pregunte aunque era obvio
-Claro que si - me acerco a él un poco más.
-Ya veras que pronto sabremos algo- sonreí para calmarlo
-Dios te escuche- beso mi mejilla
Madison Clayton
No podía creer que habían pasado tres meses desde su desaparición.
No aceptaba que estaba muerto.
Mi corazón me decía que él debía estar en algún lugar mientras que mi mente pedía a gritos que lo aceptara de una vez.
-Mami- Cailin llegó hasta mi cama junto con Leo
-Mis amores- los ayude a subirse a la cama mientras me acostaba con ellos
Hoy era domingo por lo que es nuestro momento familiar.
Desde que él no estaba con nosotros intentaba que mis hijos tuvieran todo el amor del mundo.
-Mami tenemos hambre- me abrazo Caitlin mientras Leo la copiaba
-¿Qué desea mi princesa?- me separé de ellos para ir al baño a lavarme la boca y el rostro mientras ellos me seguían
-Panqueque con mucha miel- aplaudió sonriendo
Leo estaba copiando todo lo que hacía su hermana por lo que se paraba igual que ella upa hacía todo
-Lávense la boca y su rostro- los señale
Caitlin alcanzaba al lavamanos así que ayude a Leo a limpiarle sus dientes y su rostro
-No, debes escupir el agua Leo - le mostré pero el solo abría su boca cuando ya se había tragado todo el agua con su pasta
Cuando terminamos bajamos los tres juntos en pijama.
Mis dos hijos fueron directo a mirar unos muñequitos que pasaban temprano mientras yo me dedicaba a hacerle su desayuno.
No saben como deseaba que Alexander estuviera aquí, seríamos la familia perfecta.
Lo más seguro es que él sería quien estuviera haciendo nuestro desayuno mié;tras ti me encargo de los pequeños.
Luego desayunaríamos todos juntos entre risas, para salir después a dar un paseo juntos.
Comencé a preparar la mesa cuando tuve todo listo.
-Vengan a comer- los llame mientras comenzaba a limpiar alguno de los utensilios que tenía sucio
Cailin me ayudaba mucho con Leo y eso era un pequeño alivio para mi aunque sé que ella también es una niña.
Cailin estaba sentada frente a mi mientras Leo estaba a mi lado ya que necesitaba de mi ayuda para comer.
Al lado de la princesa de la casa había una silla vacía y solo me lo imaginé a él.
Estaba ahí sentado con su traje del trabajo mientras me sonreía.
Su cabello estaba bien arreglado y su corbata, perfecta como siempre.
-Mami- su voz logró borrar su imagen frente a mi
-Si- la mire mientras sentía una lágrima caer
-Estas llorando- señaló mi rostro y me limpie la cara rápidamente
-Me entró sucio al ojo- rei para calmarla
-¿Cuándo es que papi llega? - preguntó fijando su mirada en su plato
-No se- me costó responder
No sabía cómo decirle que su papá quizás ya no regresaría a la casa.
Como le decía que su padre ya no estaba presente para abrazarla.
No soy capaz de destrozar su mundo una vez más.
-El no me quiere- sollozo partiendo mi alma
-Ven- me aleje un poco de la mesa para sentarla en mi falda cuando llego a mi lado
-Tu papá te ama mucho, pero ahora mismo está en un viaje muy lejos- beso su frente mientras la pegaba a mi pecho
No quería que me viera llorar.
Sus sollozos se apoderaron de toda la casa.
Leo ya comía solo por su desespero.
-¿Salimos al parque? - ella me miro ilusionada
-¿Le enviaras las fotos a papi? - su sonrisa hacía que mi corazón doliera más
Solo asentí y eso bastó para que ella saliera corriendo hacía su habitación.
Limpié toda la mesa para subir a mi habitación con mi hijo.
Con calma lo bañe y lo arregle para dejarlo en mi habitación.
Dejé la puerta del baño abierta mientras me duchaba rápidamente.
Al salir Leo jugaba con unos carritos que su padre le había comprado con anterioridad.
Me vestí con unos mahones y una camisa blanca, bastante sencilla para mi gusto, pero no estaba totalmente del ánimo.
Prepare un bulto con ropa extra para mis hijos.
-Ya estoy- gire para mirar a mi hija y tenía uno de sus mejores vestidos.
-Papi me lo compro, pero no pude usarlo- giró sobre sus pies logrando que sonriera
-Estas hermosa- acaricie su mejilla para tomar la mano de Leo y salir juntos.
Cailin había madurado bastante en los últimos días y sabía cómo ayudarme en los momentos que salimos juntos.
-Mami tengo tu cartera- informó como cada domingo.
-Gracias amor- le abrí la puerta para ir a mi auto y tener un día hermoso con mis hijos, pero si él solo estuviera aquí sería la mujer más feliz del mundo.
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Amores
Les pido disculpas por haber publicado este capítulo tarde, pero recien lo acabo de terminar. Se que las tengo muy acostumbrada a tener dos capítulos cada sábado, así que me sentía mal solo publicando uno. Deje mis tareas un ratito de lado para terminarlo. Espero que les guste mucho y lo disfruten. No lloren tanto como yo con estos capítulos.
Gracias por cada comentario me ayudaron mucho a terminar este capitulo asi que se los dedico a todas/os