EL JUEGO DE LA BESTIA. ® [02]...

By RafiValderrama

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Trilogía bestia {02} Fantasía y Romance. "El amor puede ser felicidad o destrucción. " Primer libro: En los... More

Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
Capítulo 56.
Capítulo 57.
Capítulo 58.
Capítulo 59.
Capítulo 60.
Epílogo.
EXTRA.
✝️KALEB✝️
EXTRA 2.
EXTRA 3.
EXTRA 4.

Capítulo 37.

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By RafiValderrama

YULIMA TYLER.

Olvido.

Bestia lo ha conseguido. Nadie recuerda a Myke, porque nadie ha conocido a Myke. Sin su existencia Janet jamás habría conocido a Kendo y muchas de las cosas sucedidas, jamás habrían pasado.

— ¿No sabes quién es Kendo? —Pregunto una vez más con la esperanza de que esté haciéndome una broma.

— No ¿Acaso conoces a algún Kendo y no lo sé? —Pregunta riendo. —  Su nombre suena bastante bien.

Se acerca a mi. Toquetea la chaqueta y alza la ceja confundida.

— ¿De dónde has sacado esta chaqueta? Nunca la había visto.

— Janet. —La cojo de la mano y siento en la cama. — Claro que la habías visto antes. Mírala bien, tócala cuantas veces necesites para recordar, pero recuerda.

— Yuli, me estas asustando ¿Tienes fiebre? —Contesta intentando ponerse de pie, pero lo impido con la mano sobre sus hombros.

— Vale, tal vez no la recuerdes porque Myke y tú no os llevabais muy bien. —Digo muy nerviosa— Pero Kendo, eso es, tú amas a Kendo.

— Ni siquiera sé quien es Kendo.

— ¡Tu novio! —Levanto la voz desesperada, a lo que ella responde huyendo. — Es el único chico que supo ver como eres en realidad y amarte pese a todo.

— No es cierto. No conozco a ningún Kendo ¡Y tú sabes perfectamente quién es mi novio! No entiendo nada de lo que estás hablando.

— ¿Qué? ¿Quién es tu novio?

De repente el telefonillo suena, ella se acerca y me muestra la pantalla para hacerme ver quien es su novio. Quedo impresionada. Realmente está sucediendo todo lo que habría pasado si Myke nunca se hubiera cruzado en mi camino, si jamás hubiera existido.

— Mi hermano. —Retrocedo— No es posible.

— Arreglamos nuestras diferencias hace años y me confesó que estaba enamorado de mí prácticamente desde que nos conocemos. Yuli, tú estabas presente ese día.

— ¡No! —Grito— Esto no es real. Cody jamás te confesó su amor, te enteraste por error, pero tú ya estabas enamorada de Kendo ¡Desde qué lo conociste! —Ríe.

— Te estás volviendo loca.

— Mi hermano tiene otra pareja, se llama Kat. Él se marchó para olvidarte, para olvidar todo lo que había sucedido y allí encontró el amor.

— Cody nunca se ha ido.

Abro la puerta, detrás de ella esta Cody que me mira extrañado por mis nervios. Camino hasta el piso de enfrente y llamo a la puerta furiosa. Ethan no puede haberlo cambiado todo, él no puede haberlo hecho. Cuando la puerta se abre, un amable matrimonio me recibe, con dos niños pequeños y ningún rastro de él.

— Disculpe —Dice Janet— está un poco desorientada.

Trata de agarrarme pero lo impido alejándome al borde de un ataque de ansiedad. Janet habla con Cody y le dice todo lo que he dicho sobre ellos, sobre Kendo, y sobre la chaqueta de cuero que llevo puesta.

— Hermana, puede que estés confundiéndolo todo con un sueño. —Susurra acariciándome la cara— Entremos, descansa y cuando estes mejor te darás cuenta de que nada de lo que dices es real.

— ¿¡Está chaqueta no es real!? —Grito— ¿Su aroma en ella no es real? Lo que no es real es todo esto.

Rápidamente bajo las escaleras hasta salir a la calle. Todo, absolutamente todo es igual; vivo en el mismo lugar, y voy a la misma universidad. Pero todo sin la existencia de Myke.

— Esto no es real. —Camino calle arriba.

— ¡Yulima! —Grita mi hermano— Estás enloqueciendo. Debes tranquilizarte, debes hacerlo.

— No puedo. —Meto las manos en los bolsillos de la chaqueta.

Encuentro en ellos el tabaco y el mechero de Myke, y lo siento cada vez más real. No sé cómo, no sé porqué no pudo hacerlo desaparecer de mi vida también, tan fácil como ha hecho de todos los demás, pero como juré; no descansaré hasta encontrarlo.

— ¿Qué está pasando? —Esa voz produce un enorme escalofrío en mí. — Yuli.

— Jack. —Giro la cabeza.

Jack está vivo. En esta dimensión, en este mundo paralelo, Jack está vivo. Él me mira desde la distancia, confuso, pero sonriente. Ángel lo acompaña, ambos siguen siendo amigos, pero Jack parece estar... diferente. Es sonriente e incluso consigue llevarse bien con Cody.

— Yuli ¿Te sientes bien? —Pregunta acercándose. Cuando lo hace lo abrazo con fuerza, cierro los ojos y suspiro agradecida.

— Estas bien. —Susurro mirándolo a los ojos.

— Claro que estoy bien ¿Por qué no debería estarlo?

— Esto significa que... ¿Tus padres están vivos?

La expresión de su cara cambia, mira a Cody y seguidamente vuelve a mirarme a mí.

— Cenamos ayer con ellos ¿No lo recuerdas?

— No.

— ¿Qué le pasa? —Pregunta confuso— ¿Te sientes bien?

Me alejo. Todos siguen mirándome como un bicho raro, como si estuviera enloqueciendo. Cody intenta calmarme de nuevo pero no lo consigue. Pongo la mano en mi pecho, cojo aire y entonces lo pienso:

Jack existió gracias a que aquella bruja hizo que Belinda fuera fértil. Lo que significa que Myke existió, pero si todo es como lo recuerdo, ellos nunca le hablaron a Jack de su hermano.

— Tienes coche. —Digo mirándole las llaves a Jack.

— Si.

Se las quito de las manos, entró rápidamente en el coche tras darle un empujón a Ángel para apartarlo. Cierro los cerrojos y arranco.

— Yuli. —Janet golpea la ventana. — No hagas tonterías.

— No me creéis, pero yo sé perfectamente lo que está pasando.

— ¡Te creo! ¡Ábreme! —Suplica— No voy a dejarte ir sola.

— Si abro la puerta, prométeme que nadie intentará bajarme del coche. —Digo llena de seriedad— Quizás conocéis a una Yulima muy diferente, pero ya no soy esa que era antes de él.

Gira la cabeza, habla unos segundos con Cody y asiente con la cabeza. Abro el pestillo de la puerta, corriendo el riesgo de que intenten de alguna manera detenerme. No lo hacen. Tampoco tienen las agallas de hacerlo, ni siquiera mi hermano. A él le tocó sufrir demasiado para conseguir sacar toda su valentía.

— ¿Hasta dónde vas a llegar con esto? —Pregunta poniéndose el cinturón por la velocidad a la que voy.

— Hasta la verdad. —Respondo. — La única verdad.

— ¡Ni siquiera sabes conducir!

— Creo que hay muchas cosas que no sabes Janet. —Contesto— El dueño de esta chaqueta me enseñó a conducir cuando tenía diecisiete.

Es increíble. Los años an pasado, los mismos años desde que la bestia fue devuelta al infierno por primera vez, pero con un pasado totalmente diferente. La bestia no existió, pero mi vida siguió, lo hizo sin conocer a Myke y tener un amor épico.

— ¿Dónde vamos? —Pregunta.

— Sé donde está Kendo. —Respondo— Si no me equivoco, él está allí porque es la única vida que conoce.

— ¡Kendo existe en tu imaginación!

— Eres mi mejor amiga, te quiero, pero puedo dejarte aquí e irme. —Traga saliva. Puede que convivir con Myke me haya enseñado mucho más de lo que creía. — Si no quieres creerme, no lo hagas, pero no sigas diciéndome que no es real, porque te dejaré aquí mismo y volverás andando a la falsa vida que recuerdas tener.

— Pero...

— ¡Jamás amaste a mi hermano! —Exclamo asustándola— Y pienso demostrártelo.

Llegamos al lugar de las carreras. Tal vez la vida de Kendo es diferente sin él, pero sé que cuando se conocieron Kendo era un corredor. Debe seguir aquí, debe tener la misma vida.

— Baja. —Le digo.

— ¿En serio? Hace años íbamos a venir aquí, pero te negaste hasta el cansancio e incluso discutimos por mi insistencia ¿Qué hacemos aquí?

— Cállate, por una vez, cállate.

Caminamos bajo las miradas de todos los hombres que se preparan para las carreras ilegales de esta noche. Camino por el medio de la pista mientras nadie está corriendo y me detengo en el lugar donde nuestra historia empezó. Recuerdo el momento exacto en el que sus ojos y los míos quedaron inmóviles mirándose, como si nada más existiera. Ahora sé que ese momento realmente fue el destino.

— Nos miran. —Me susurra Janet.

— Lo avisarán. —Aseguro.

— ¡Hey! —Grita uno de los tíos que están plantados mirándonos— Agradecemos el público, pero tenemos que calentar los coches.

— ¿Y qué? —Pregunto sin moverme del lugar.

— Que como no te quites te pasaré por encima.

— ¿De verdad? Inténtalo. —Janet me agarra del brazo. — No os conviene que la policía pase por aquí.

— ¿Nos estás amenazando? —Pregunta acercándose.

Sonrío.

— Advirtiéndote. —Respondo sin bajar el tono, la mirada y sin retroceder.

— Vamos. —Insiste Janet.

— Vendrá. Odia que entren en su territorio a incordiar. —Aseguro nuevamente.

Trata de apartarme, pero me resisto con toda la fuerza y grito, todo para que lo alerten. De repente el sonido de un motor detiene al hombre que sin paciencia se dispone a sacarme a la fuerza del lugar. Sabía que aparecería.

— Tía, debe ser el que manda.

— Sé perfectamente quien es. —Digo callándola.

Del coche baja él. Sonrió satisfecha y observo a Kendo, mientras él observa la situación con humor.

— ¿Ella os esta impidiendo seguir? —Pregunta riendo.

— No quiere apartarse. —Le explican.

— ¿Habéis intentado pedírselo amablemente? Porque creo que agarrándola como lo estas haciendo —Coge la muñeca del tío que trata de sacarme a la fuerza— no vas a conseguir nada más que negación. —Lo aparta— Nadie trata de esta manera a dos chicas ¿¡Entendido!?

— Pero... —Con la cabeza le pide que se marche.

Kendo, siempre tan protector.

— Bien, ahora explícame... —Desvía la mirada hasta Janet, que lo observa fijamente. Traga saliva y vuelve a mirarme— ¿Quién eres y qué intentas? ¿Morir?

Ni siquiera en un mundo paralelo, Kendo es capaz de  negar que Janet en cualquier vida sería para él.

— Bonita chaqueta. —Dice. — Ahora explícame.

— ¿No me recuerdas? —Pregunto desesperada— Joder Kendo, mírame.

— Lo hago. No se quienes sois. —Responde— Solo necesito que os apartéis para que mi negocio no se detenga.

Ruedo los ojos.

— Soy la novia de tu mejor amigo. —Ríe.

— Puede que me veas rodeado de gente, pero jamás tendría un mejor amigo. —Con el dedo me pide que me marche.

— Ya nos vamos. —Asegura Janet.

Ambos se miran.

Por dios ¿Qué le han hecho a mi mejor amiga? La han convertido en la horrible versión que yo era hace años ¿Dónde esta la Janet lanzada y loca?

La mirada de ambos no ha cambiado, tengo la esperanza de que en algún momento recuerden que se aman y que tienen una historia juntos. De lo contrario me costará muchísimo hacérselo entender.

Me niego a irme de aquí. No puedo permitir que sigan sin recordar nada y tampoco ser la única con la responsabilidad de traer a Myke de vuelta, siempre hemos sido un equipo, y Kendo jamás me ha dejado sola. Él lo quiere como un hermano, no puede haberlo olvidado de esta manera. Así que corro, corro hasta su coche y entro en él haciendo que corra detrás de mí.

— ¿Estás mal de la cabeza niña? —Pregunta enfadado— No agotes mi paciencia.

— Mira, te conozco perfectamente y sé que tener miedo a tus amenazas sería estúpido.

— ¿Qué? Baja ahora mismo.

— Sube o me llevo tu bonito coche. —Digo desafiante. — Porque aunque no me recuerdes, en el fondo sabes que soy capaz de hacerlo.

Él confundido, pero entendiéndolo de alguna manera, con la cabeza me pide que pase al asiento del copiloto. Incluso en este mundo, no puede conmigo.  Janet sube a la parte de atrás llena de vergüenza y él conduce hasta la salida.

— Iros. —Pide abriéndome la puerta— No estoy dispuesto a aguantar a niñas ricas, malcriadas con un humor pésimo.

— Oye, estúpido —Dice Janet— el único que tiene humor pésimo eres tú.

— ¿Acabas de insultarme?

— Pues si. —Contesta.

— Kendo Evans —Que diga su apellido hace que pare la discusión con Janet— entiendo vuestra tensión sexual, es normal, pero no estoy para tonterías. No pienso bajar del coche y hagas lo que hagas no me hará cambiar de opinión.

— ¿De dónde has salido tú?

— Lo mismo preguntó Myke cuando me conoció y de poco le sirvió seguírselo preguntando. Conduces o conduzco.

— No la cuestiones, está loca. —Dice Janet.

Kendo suspira. Cierro la puerta y conduce bajo mis indicaciones. Le cuento un poco todo, pero no consigo que ninguno de los dos me crea.

— Dices que estoy enamorado de ella. —Ríe— ¿Has pensado en internarte? Creo que tienes graves problemas mentales.

— Lo mismo me pregunto ¿Él y yo? Irreal.

— Pues estáis locos el uno por el otro. —Digo frunciendo el ceño— Aunque lo neguéis, también lo notáis. Desde que os habéis visto no podéis dejar de miraros.

— Que estupidez.

— Estupidez la vuestra. Si salgo de este coche, estoy segura de que los cristales se empañarían. —Digo riendo— Los recuerdos se borran, los sentimientos no.

Ellos se miran.

— Está tía está totalmente pirada. —Susurra él.

— Sigues siendo un imbécil. —Digo molesta.

— Hace frío. —Dice Janet.

— Saca la manta, seguro que tienes una bajo el asiento. —Kendo me mira— ¿Qué? Lo sé todo sobre vosotros.

Llegamos hasta el edificio en ruinas donde Myke vivía cuando me conoció.

— Que extraño. —Habla Kendo rompiendo el silencio.

— ¿Qué?

— Dejavú. —Responde sin dejar de observar el edificio. — Como si...

— Ya hubieras estado aquí. —Termino lo que iba a decir. — Mil veces has estado aquí.

Del edificio salen algunos niños que corren hasta la calle de enfrente.

— Hay un comedor social tres calles más allá. —Aclara Kendo. — Quizás por eso pienso que he estado aquí. Por aquí pasaba para ir a comer cuando tenía diez años.

Se dirige al interior del edificio.

— Para algo hemos venido ¿No es así?

— Un momento ¿Has dicho comedor social? —Pregunto— ¿Son monjas las qué dan de comer allí?

— Si. —Responde.

— Luz.

La esperanza vuelve a mí. Puede que Ethan haya eliminado todo, pero no ha podido cambiar lo que podría haber sido sin Myke. Eso significa que Luz está con vida y que de alguna manera, los caminos de Kendo y ella se han visto cruzados.

Insisto en ir, pese a que Kendo no quiere volver allí.

— Tienes que creerme. Allí encontraremos a Luz, ella adoptó a Myke cuando él tenía seis años y lo crió en el convento.

— Es tu pasado ¿Verdad? —Le pregunta Janet— Sientes vergüenza.

— No me avergüenzo de lo que soy y mucho menos de lo que he sido.

— Entonces acompáñanos —Pide— ayúdame a acabar con la locura de mi mejor amiga.

— Si comprobamos que no existe ninguna monja llamada así ¿Olvidarás esta locura? —Me preguntas.

— Lo prometo. —Respondo segura de ello. — Dejaré que todos sigáis con vuestra vida.

Necesito intentarlo. Necesito que me crean o que por lo menos quieran acabar con esto de una vez. Espero que Luz se encuentre en ese lugar, que esté viva y que ella si pueda ayudarme, aunque si ella no se encuentra, no me importa que me dejen sola en esto. Encontraré a Myke y encontraré la manera de que todo vuelva a la normalidad o por lo menos de que él vuelva.

Volvemos al coche. Kendo conduce hasta el centro social del que hablaba. Recuerdo que Luz atendía en un lugar así a las personas necesitabas y que más de una vez Myke despreció su ayuda por el rencor que sentía hacia ella.

Soy consciente de lo mal que Kendo lo pasó, que puso todo su sufrimiento en Myke cuando lo conoció y que ayudándolo se sintió aliviado con si mismo. Sin Myke, Kendo no tuvo nadie a quien cuidar y proteger, lo que significa que nunca pudo deshacerse del sufrimiento que tenía por dentro y que aún sigue sintiendo. Janet, aunque se resiste, muestra preocupación por él e incluso lo convence para que baje del coche.

— Date cuenta. —Le digo— No lo harías por cualquiera.

— Quiero que esto acabe. —Asegura ella— Que te des cuenta de que todo lo que dices no tiene sentido.

Ignoro su negación y camino hasta el interior del lugar. Busco con la mirada a Luz, hasta que al fin la veo repartiendo comida; sonriente y buena.

— Luz.

— Joder. —Se queja Kendo.

Cojo una bandeja para disimular y poder seguir la cola de gente que lleva hasta ella. Cuando al fin llego, me sirve la comida luciendo una enorme sonrisa. No puedo creer que de verdad esté viva, pero era de esperarse, si Myke no existe, nada de lo que ocurrió es real en este mundo.

— Luz.

— ¿Disculpa, nos conocemos? —Pregunta ella mirándome a los ojos.

— Necesito hablar contigo.

Ella pide que siga caminando para que la gente siga reviviendo su comida diaria.

Ella sale para hablar con nosotros.

— ¿Ahora qué? —Pregunta Kendo.

— Ahora te callas, escuchas y aceptas que nada es casualidad. —Respondo.

— Ya estoy —Aparece Luz— ¿En qué puedo ayudar?

— Mi nombre es Yulima —Me presento con un nudo en la garganta— Tyler.

— Encantada, soy Luz, aunque eso ya lo sabes ¿No es así?

— Si.

— ¿Sobre qué quieres hablar?

— Sobre la familia Walker. —Explico.

— ¿Perdona?

— Tienes que recordarlos. —Suplico— Por favor.

— Lo siento pero no recuerdo a nadie con ese apellido.

— Connor, Belinda —Le agarro las manos— recuerda ¡Por favor!

— Nos están mirando. —Avisa Kendo— Llamarán a la policía.

— ¡Te lo suplico!

— Lo siento —Niega con la cabeza. — Puedo darte de comer, todo lo que necesites e incluso ayudarte si necesitas algo para esa familia.

— ¡No! —Exclamo.

— ¡Yuli! —Janet me agarra— No es necesario todo esto. No sabe de que estás hablando ¡Reacciona!

Con ayuda de Kendo ella consigue apartarme de Luz, que parece que realmente no sabe de que le estoy hablando.

— ¡Myke Walker! —Grito. — ¡Recuérdalo!

Le doy un fuerte empujón a Kendo.

— No podéis abandonarlo así. —Lloro. Nada cambia, ellos siguen mirándome como si estuviera loca.

  •••
¡Hola! Gracias por estar un día más aquí. ❤️

Increíble como sería todo sin Myke ¿Verdad? Que habría pasado si él nunca hubiera existido... Admito que me ha dolido. 💔

Preguntas:

¿Qué habéis sentido?

¿Kendo recordará a su mejor amigo?

¿Queréis saber dónde está nuestro amado protagonista?

¡Leo todas vuestras teorías! 🤓

Por cierto os dejo por aquí las cuentas de los personajes literarios en instagram:
myke.walker
yulima.tyler
janeet.brown
codyy.tyler_
keendo_evans
jackk_walker
_ethan._

Mis redes aquí abajo:

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