Ya había anochecido y todos los vampiros aún estaban en la sala del castillo intentando pensar en algo que los lleve a la ubicación de la luna roja, pero no tenían nada.
－Un día fuimos a una dulcería. －dijo de pronto, Hyunjin.－Había un antiguo ahí... No pude verlo bien, pero reconocí su aroma. Luego me llevé a Jeongin y fuimos a otro lugar ¿y si ese antiguo es el mismo que se metió a su casa? En todo caso, también sería el de la discoteca. Un amigo me dijo que no tenía un olor muy agradable.
－¿Entonces la luna roja podría estar en el territorio de los antiguos?
－Es lo más probable.
Esa noche, Hyunjin intentó de todo para comunicarse con Jeongin, se desveló leyendo esos libros antiguos para hallar algún poder que pudiera servirle, pero todo era inútil. La mente del castaño estaba bloqueada.
Bajó a la cocina y se sirvió un gran vaso de sangre para recuperar sus fuerzas. Solo no había dormido una noche y aún así se sentía tan cansado como si se hubiera desvelado varias noches. La ausencia de Jeongin le estaba afectando de una gran manera así que alimentarse de pura sangre, le vendría bien. Ahora tenía que ir a la manada para saber cómo iban con la búsqueda.
－Hwang Hyunjin, no te vas a ir de acá hasta acabar todo tu desayuno.
－No eres mi mamá. －bufó, pero aún así se volvió a sentar. Sabía que Taeyong no lo dejaría tranquilo hasta que acabara.
Tomó una rata del gran plato del centro y comió en silencio. Hoy los demás irían a dar unas vueltas a los lugares que les faltaba para acabar de cubrir todo el sur.
Luego de que Hyunjin acabara de comer bien, bajo la supervisión del pelirrojo, pudo ir a su manada la cual la había dejado de lado estos días. Seguramente ahora tendría todos sus deberes acumulados.
Entró a la mansión en busca de su amigo lobuno quien se encontraba leyendo unos papeles, al parecer la manada vecina había aceptado la alianza. Ahora podrían expandir territorios, tendrían más campo para cazar animales y estirar las patas.
－Hola Chris, sé que me he descuidado un poco con las tareas, pero te prometo que cuan...
－Hyunjin, está bien. －guardó los documentos dentro de sus cajones del escritorio.－Entiendo que tienes que ver tus asuntos. Minho y yo te hemos ayudado con eso.
El vampiro sonrió, sus amigos eran los mejores. Le daría un poco de pena dejar la manada, le gustaba pasar tiempo con ellos mientras hacían las tareas. Más que una obligación, lo consideraba una forma de distraerse al tener la compañía de Chris y Minho.
－¿Tus lobos encontraron algo?
－Cubrieron gran parte del sur hasta donde lo tenemos permitido. Pero no han encontrado nada, lo siento, Hyunjin.
Esas palabras rompieron la poca esperanza que el vampiro guardaba en su interior. Sonrió forzosamente disimulando su triste expresión, hizo una pequeña reverencia y se retiró del lugar.
Taeyong le había prometido que lo encontrarían, él no dejaba que el heredero los acompañara en las largas jornadas de búsqueda debido a que no estaba en las condiciones adecuadas. Así que, Hyunjin, por su cuenta intentaba hallar la manera de entrar en la mente de Jeongin.
Y eso es lo que volvería a tratar de hacer ahora.
─★ vampire ! ˎ´-
El castaño volvió a despertar del mismo sueño con aquella hermosa mujer que le intentaba decir algo, pero nunca llegaba a escuchar nada porque se despertaba.
Si no se equivocaba, este era su tercer día en ese asqueroso y mugriento lugar. Estaba cansado, débil, frustrado y solo. No podía hacer más que respirar y hablar consigo mismo.
Extrañaba a sus amigos, Felix, Jisung, Minho y Seungmin, aunque a este último solo lo conoció unas horas, le había caído de maravilla. Pero sobre todo, extrañaba a Hyunjin. Sabía lo importante que el vampiro era para él, tenía muy en claro sus sentimientos y ahora que estaban alejados, se sentía completamente vacío.
Sus ojos miraban a la nada como si estuvieran muertos y una pequeña lágrima cayó por su mejilla. Luego de una, fueron dos y así fueron formando un pequeño lago en el rostro del menor.
Estaba molesto consigo mismo por no poder hacer nada, solo era un débil humano esperando a ser liberado. No quería que Sehun se le acercara. No quería más cortes en el cuello, ardían. No quería que le volvieran a inyectar nada. No quería seguir en ese lugar.
Solo quería volver a tener su vida normal.
Se sentía inútil esperando a que su salvador le ayudara a salir. Seguro que Hyunjin lo dejaría, ¿quién querría estar con alguien tan inservible como él? Nadie.
Siempre recordaba todo lo que había pasado con el de lunar, las sonrisas, las pequeñas caricias, las lindas palabras de amor que se decían, la compañía del otro. Antes era feliz.
－Hyunjin...
El color dorado en sus ojos se iba apagando poco a poco, ni una pizca de brillo tenían, solo estaban opacos y sin vida. Con las lágrimas bajando a montones y el dolor en su pecho, volvió a quedarse dormido.
Abrió los ojos encontrándose con el lugar de siempre, la habitación negra sin salida alguna, seguro en un rato aparecería la mujer de cabellos rojos de nuevo. Esta vez no quiso caminar, solo se tiró al suelo con sus manos puestas en el abdomen.
Lo único bueno de esa habitación que creó su mente, es que siempre tenía paz y tranquilidad.
－Ojalá dormir para siempre... －susurró.
"¿Jeongin? ¿Bebé?"
Se sentó abruptamente observando su oscuro alrededor, ¿de dónde había venido eso? Seguro su mente lo estaba engañando para que de alguna manera sufriera menos, haciéndole alucinar lo que más anhelaba.
Pero aún así, tenía una pequeña esperanza.
－¿Hyunjin?
"Bebé, dime donde estás e iré a buscarte ahora"
¿Esto en verdad era real?
"No irá a buscarte"
"¿Quién querría a alguien como tú?"
"Solo mírate, das pena"
El menor miró asustado a su alrededor, ¿de donde venían esas voces?
"Idiota"
"No sirves para nada"
"Jeongin, respondeme por favor..." suplicó.
"Te está mintiendo, no te quiere"
"Ingenuo"
"Solo te va a usar"
－¡Cállate!
No paraba de escuchar voces en la habitación. No quería más. Aquellas palabras lo lastimaban, porque creía que podrían tener razón. Tanta negatividad había atraído los demonios que cada persona tiene dentro suyo, esos demonios que solo nacen de tus temores y salían en el momento que ellos creían adecuado para hundirte más.
"Jeongin, te necesito"
"Miente"
"Quédate con nosotros"
"Te extraño"
"No lo hace"
"Te odia"
"Solo se divierte contigo"
－¡Ya basta! ¡Hyunjin ayúdame! －gritó al borde de las lágrimas.
"Patético"
"¿Acaso lo único que sabes hacer es llorar?"
Ambos sufrían en lugares diferentes. Se sentían sofocados, el dolor en sus pechos aumentaba al igual que el dolor de cabeza y todo empezaba a dar vueltas.
－Jinnie, te amo demasiado... －la voz la tenía rota haciendo que el mayor sintiera una gran punzada en el corazón.
"Yo también, bebé. Más de lo que tú crees. Por favor, dime algo con lo que pueda encontrarte... Yo voy a ir por ti"
El menor no podía más, apenas podía procesar las palabras que había escuchado. Estaba siendo demasiado fuerte para seguir estando de pie. Hizo un intento para recordar, pero todo iba muy lento.
La mujer apareció en frente del humano, tomó sus hombros para ganar su atención y señaló a la izquierda para poder dejar que viera el recuerdo de su última noche de libertad.
"Hola, soy Seo Changbin"
"Yang Jeongin"
－Seo... Seo Changbin.
Y con esto, ambos cuerpos cayeron inconscientes.
─★ vampire ! ˎ´-
Mark y Johnny se dirigían a la biblioteca a buscar al pelinegro, habían regresado un poco tarde de la búsqueda y aún así, no habían encontrado nada.
－¡Joven Hwang! －gritó el más alto.－¡Hemos llegado!
－Seguro se ha quedado dormido.
Se metieron al tercer pasillo de los estantes que dirigía a unos muebles para tener mayor comodidad al leer, encontrando a Hyunjin tirado en el suelo con el libro abierto al lado.
－Lo llevaré a su habitación, llama a Ten. －dijo sabiendo que su amigo haría una especie de mezcla con aquellas extrañas flores para curar al heredero.
Sin más palabras, el menor fue a buscar a su amigo. Se dirigió a la sala principal en donde estaban todos, quienes esperaban por ellos para hablar sobre lo que iban a hacer.
－Ten, encontramos al joven Hwang inconsciente en la biblioteca, Johnny lo está llevando a su habitación.
Los chicos se miraron preocupados por el estado de su futuro líder, cada vez empeoraba más. Taeyong fue el primero en reaccionar y subió rápidamente las escaleras, Ten fue directo al gran jardín del castillo para volver a juntar esas flores y hierbas para que el heredero despertara con menos dolor. Los demás fueron a entrenar sabiendo que lo más probable es que tuvieran que ir a los territorios del norte.
Luego de unos minutos, el de aroma a naranjas se asomó al cuarto de Hyunjin con una pequeña jeringa en mano y abrió la puerta encontrándose con el pelirrojo velando el estado inconsciente del menor.
－Deberías descansar un poco. －dijo Ten, inyectando la sustancia en el brazo del chico en cama.－Yo me encargo de él.
－Sabes que no puedo, Hyunjin me preocupa.
Ten sabía lo mucho que Taeyong se había encariñado con el heredero, lo cuidaba demasiado. Veía si comía bien, lo ayudaba en mejorar sus poderes, siempre estaba ahí para él incluso si tenía cosas por hacer. Dejaba lo que fuese para apoyar a Hyunjin.
El pelirrojo había hecho la promesa de cuidarlo, pero ahora parecía más por gusto propio que por cumplir su palabra.
pueden decirme con todo confianza si estoy narrando mal o si algo no tiene mucho sentido, lxs leeré 💗