11

5.6K 754 440
                                    

—Jeongin...

El castaño parpadeó un par de veces acostumbrándose a la fuerte luz blanca de su habitación haciendo que poco a poco pudiera reconocer el rostro de un Hyunjin preocupado, arriba suyo.

Además, se dio cuenta que esos ojos eran muy parecidos a los del chico de su sueño.

—Dorado...

—¿Ah?

De pronto, llegó Jisung gritando y traladrando la pobre cabeza del menor. Una tercera voz que no pudo reconocer le dijo a su amigo que guardara silencio salvando así, el bienestar del cerebro de Jeongin.

El peliazul sonrió avergonzado y dejó la taza de té en la mesita de noche. Hyunjin tenía razón, el castaño iba a despertar pronto.

—¿Has estado comiendo bien?

—Sí, ¿por qué lo preguntas?

Jeongin no recordaba nada de lo que había pasado, solo pensó que había dormido un montón como cuando los osos empiezan con su hibernación por un largo tiempo.

Se sentó en la cama con pesar y miró a las personas que se encontraban en su habitación. Hyunjin, Jisung y un chico pelirrojo que se le hacía algo conocido.

—Hola, soy Lee Taeyong, amigo de Hyunjin. Es un gusto. —sonrió.

—Yang Jeongin, por favor cuide de mi.

Los ojos del castaño se desviaron hacia la presencia de Hyunjin notando que este también tenía la mirada puesta en él lo cual le hizo ponerse algo nervioso y como resultado, terminó atorándose con el té.

El vampiro se acercó rápidamente a su menor, le quitó la taza de las manos dejándola en la mesita de noche y levantó los brazos contrarios ayudando a calmar su ataque de tos para que pudiera respirar. De esa manera, Jeongin dejó de toser y la comezón de su garganta poco a poco desapareció.

Los oscuros ojos de Hyunjin estaban bien puestos en Jeongin haciendo que el último sonríera tímidamente sintiendo como sus mejillas comenzaban a calentarse.

—Jeongin, estás hecho un tomate. —oh, conocía muy bien ese tono de voz.

—Es porque me he atorado. —respondió en casi un gruñido.

—Sí, seguro es por eso. —sonrió burlón.

—Bueno... nosotros tenemos que irnos. —habló repentinamente el pelirrojo.

—¿Así? ¿Y por qué? —preguntó Hyunjin sentándose al lado de Yang.

—Es que...

Sonó el celular de Jisung interrumpiendo a Taeyong. El peliazul tenía que irse, su mamá había llamado para decirle que hoy era día de la limpieza del hogar y esta vez su hijo no se salvaría. Jisung se despidió de los chicos no sin antes recordarle a Jeongin que tenía que comer bien.

—Por cierto... perdón por lo de ayer. —el menor sonrió apenado.—Aunque igual fuiste un egoísta por no invitarme chocolate.

Hyunjin rio, no creyó que el castaño se acordaría de lo de ayer. Jeongin podría haber estado borracho, pero aún así conservaba su buena memoria. Luego, el menor se acercó al de lunar volviendo a reconocer ese leve y dulce olor a chocolate que tenía.

—Hoy también hueles a chocolate.

Yang sonrió dejando a un pelirrojo sorprendido y a un pelinegro nervioso.

─★ vampire ! ˎ´-

Taeyong se sentía como la tercera rueda. Solo les faltaba que le dieran un violín para tocar Perfect de Ed Sheeran mientras la pareja comía fideos con una copa de vino y como si fuera cliché, seguramente escogerían el mismo fideo que conectaría ambas bocas formando un lindo y tierno beso.

vampire; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora