Epílogo

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-¡Hwang Hyunjin!

-¿Paso algo, amor? -preguntó inocente.

-¿Se puede saber en donde están mis tarántulas? -llegó con un frasco vacío en mano.

El mayor tragó duro.

-Tal vez se... ¿escaparon? -dijo con duda, esperando a que el menor se crea su tonta excusa.

-Hyunjin, ya estaban muertas.

-¡Es que estaban muy ricas! No pude evitarlo...

-Bien, pero ahora tengo hambre y serás mi cena.

Jeongin dejó el frasco a un lado y se acercó al pelinegro con una sonrisa ladeada, se sentó en sus piernas y acarició lentamente el cuello contrario con sus dedos. Podía ver las azuladas venas del mayor la cuales seducían a sus afilados colmillos. Subió su rojiza mirada a un tenso Hyunjin y finalmente atacó el blanquecino cuello de su novio.

-Te has esforzado en morder más fuerte, ¿verdad?

-Eso te pasa por haberte comido mis tarántulas. -dijo relamiendo sus labios en los cuales habían quedado un poco de la sangre ajena.

Habían pasado dos años desde la ceremonia de luna llena. Hyunjin y Jeongin guiaron con responsabilidad a todos los vampiros sin problema alguno. Se redució considerablemente las muertes humanas causadas por los antiguos, estos se acoplaron a las reglas dadas por el conde y la luna roja ya que al enterarse de la terrible muerte de su líder, ni se les cruzaba por la cabeza la idea de volver a atacar al castillo. No querían terminar como él.

Hyunjin tuvo que dejar la manada Bang, pero siempre sería bienvenido con los brazos abiertos. De vez en cuando iba a con su pareja para jugar con los cachorros quienes ya estaban un poco más grandes, pero por ahora, seguían siendo niños inocentes.

-¡JinJin, InIn! ¡Visíntenos más seguido, los extrañamos!

-Vendremos la próxima semana y jugaremos toda la tarde, ¿si?

Jeongin dejó atrás toda su vida humana. Taeyong le enseñó los poderes que podía desarrollar y vaya que el menor aprendía rápido, aunque debía admitir que gastaba gran parte de su energía. Su pasatiempo favorito ahora era volar con Hyunjin, amaba sentir el aire chocar contra su rostro, poder tocar las suaves nubes con su mano mientras con la otra sostenía la del pelinegro. Algo muy romántico, según Hwang.

-Jeongin, ¿te he dicho lo bonito que eres?

-Me lo dices todos los días antes de dormir. -rio.-Pero déjame decirte que tú eres más bonito.

-¿Te imaginas que todo sea un sueño?

-Si fuera así, no me gustaría despertar jamás.

Por otro lado, Jisung y Minho empezaron a salir hace seis meses, eran los mismos de siempre solo que ahora se daban más besos y mimos. El peliazul se la pasaba en la casa del mayor quien tenía tres pequeños y lindos gatos.

-¿Debería estar celoso?

-Minho, es un gato.

-¡Es Doongie, Jisung! ¡Odia a todos!

El menor rio negando rascándole las orejas al felino quien solo se limitaba a ronronear victorioso. Minho le gruñó a su gato y el otro solo se removió en su lugar, gustoso, como si estuviera presumiéndole que tenía a Jisung para él.

-Estúpido gato...

Felix y Chris retomaron su relación, en ella habían varios paseos por el bosque tomados de la mano como lo hacían en Australia. El pecoso amaba ver la forma animal de su novio. Era muy juguetón y travieso.

vampire; hyuninWo Geschichten leben. Entdecke jetzt