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En el transcurso de la mañana, Jeongin y Hyunjin no tuvieron ni la mínima intención de separarse. El mayor de los dos andaba más meloso de lo normal y se podría decir que también un poco territorial. No dejaba que nadie se acercara a ellos, solo lo permitía a diez metros de distancia. No podía evitarlo, su instinto al saber que Jeongin se sentía un poco incómodo con los demás, lo mantenía alerta. Esta vez lo cuidaría mejor, no dejaría que nada le pasase.

Por otro lado, el menor se sentía seguro en los brazos ajenos. Amaba sentir aquella calidez que tenía el vampiro, lo hacía sentir relajado. En verdad había tenido miedo que Hyunjin se alejara de él, creyó que el mayor ya no lo querría, pero este demostró todo lo contrario y ahora mismo disfrutaba de sus caricias en el salón principal, con un Minho distraído en su celular hasta que tocaron la puerta.

—Debe ser Chris, me ha salvado de ser el mal trío.

¿Quién era Chris? Jeongin nunca había escuchado ese nombre y como respuesta a su pregunta, un chico rubio ingresó a la sala.

—Oh, tú debes ser Jeongin. —el mencionado asintió tímido por la nueva presencia.—Soy Christopher Bang, pero puedes decirme solo Chris. Es un gusto, pequeño. —al terminar, se escuchó un gruñido de por medio del vampiro.

—No lo tomes personal, no ha querido que nadie se acerque mucho. —dijo Minho.

El rubio asintió comprendiendo la situación, sabía que estaba "invadiendo" de alguna manera el territorio de Hyunjin y al estar cerca de su pareja la cual estuvo en peligro por varios días, hizo que en el pelinegro se generara una especie de rechazo a cualquiera que se acercara a ellos. Era algo que no se podía evitar. Bang podía jurar que hasta parecían alfa y omega en su nido. Cuando Jeongin se sintiera completamente cómodo con los demás, recién Hyunjin se calmaría.

Al igual que Minho, el australiano se sentó a una distancia prudente. Se alegraba que sus amigos estuvieran bien, todo el esfuerzo de ayer había valido la pena. Por suerte, en su manada no hubieron muchas bajas, pero a los que lamentablemente fallecieron, se les hizo una ceremonia de honor por su leal servicio.

Jeongin poco a poco iba soltándose, ganando más confianza, ya no se sentía tan incómodo por la presencia del lobo. Este era muy amable y gracioso, no había porque tenerle temor.

—Por cierto, los cachorros te extrañan. Hemos intentado quitarles la idea que no los quieres, pero son muy tercos y se han puesto muy tristes por ello... Cuando tengas tiempo deberías visitarlos.

—¿Cachorros? —preguntó el menor.

—Sí, son pequeños lobos. Nosotros los hemos cuidado desde su primer año de edad y les enseñamos las cosas básicas que un lobo puede hacer mediante juegos.

—Pero tú no eres un lobo. —el mayor rio al ver la tierna cara confundida de su novio.

—No lo soy, pero ayudo en lo que puedo. Sería lindo que los vieras, seguro te amarían.

—Pueden ir cuando quieran. —añadió el rubio.—No habrá problemas con los guardias porque conocen a Hyunjin.

El castaño estaba encantado con la idea. Se imaginaba varios lobos pequeños corriendo y persiguiendo sus colas con un Hyunjin atrás de ellos cuidándolos, sería algo muy tierno de ver.

—Uh... ¿podríamos ir ahora? —preguntó tímido.

—No creo que sea buena idea por Hyunjin. —el mencionado le miró mal.—Es que mírate, vas a estar gruñéndole a cada vampiro o lobo que pase por su lado. —dijo refiriéndose al castaño.

El heredero bufó, no podía controlarlo. Solo quería cuidar a su novio, no hacía nada de malo. Tal vez si se pasaba un poco porque hasta le gruñó a sus amigos, pero si ve que Jeongin se siente incómodo, haría lo que sea para que eso cambie.

vampire; hyuninWhere stories live. Discover now