•Joke's•
No pensaba reírse. No lo haría. Sin importar que pasara, ni una sola carcajada saldría de sus labios sin importar que.
Después de los contantes chistes y bromas de Larry, estaba disidida a voltearle el papel. Ahora nada saldría de sus labios. Bien podía contar la mejor broma, no lo haría.
Por esa razón el camino en el auto había sido muy incomodo. Pues al primer chiste, Molly aguanto con todas sus fuerzas la carcajada, logrando que Fitzgerald la mirara sorprendido. Pues ella siempre reía ante sus comentarios. Pero hoy era diferente.
Al llegar al estadio, ambos bajaron y se encaminaron al inmenso lugar. Hoy era día de juego, y como siempre la chica lo apoyaría desde el palco. Pero de nuevo el camino al estadio estuvo en completo silencio, en una atmósfera incomoda. Mas para el chico.
—¿Esta todo bien?
—Si, por supuesto —contesto sin mas.
La miro, no muy seguro de su respuesta y entraron al estadio. En el camino se encontraron con Hopkins, amigo de ambos a quien saludaron.
—Amigo, ¿listo para el juego?
—Por supuesto que si.
Ambos hicieron su típico saludo. La chica los miraba con una pequeña sonrisa. DeAndre miro a su amiga y se aproximo a saludarla.
—¡Molly!
—¡Hopkins! ¿Como haz estado?
—No tan bien. Pero mejor que él si —señalo al novio de la chica. Esta al escucharlo soltó una carcajada. Sorprendiendo a Larry. Llevaba todo el día tratando de hacer reír a su novia, fallando en el intento. Y su amigo a la primera lo había logrado.
Hablaron por unos segundos mas antes de despedirse. La chica se disponía a irse a los palcos, donde siempre miraba los partidos. Pero una mano la detuvo al sostener su brazo.
—Espera —la llamo su novio—. ¿Puedo saber que te sucede?
—¿De que hablas? No me sucede nada.
—Eso no es cierto —frunció el ceño—. Haz estado callada todo el día, y apenas me diriges una pequeña sonrisa. Y con lo de Hopkins —su rostro cambio a uno triste y preocupado—. ¿Acaso piensas terminar conmigo?
Y por fin. En ese momento logro lo que tanto había querido durante el día. La chica soltó una sonora carcajada. Carcajada que llevaba guardada desde esa mañana. Molly limpio unas pequeñas lagrimas, y miro a su novio que la observaba confundido. ¿Que diablos estaba pasando? ¿Acaso estaba en sus días?
—Bien bien, ya no puedo mas —hablo sosteniendo su estomago—. No quiero terminar contigo Larry —explico—. Estuve reteniendome de reír todo el día.
—¿Porque?
—Para que aprendas a no hacerme bromas de nuevo.
Larry soltó un suspiro retenido.
—Diablos, eres malvada. Pero aprendí la lección —levanto ambas manos.
La chica negó sonriendo y se acerco a besarle. Cosa que él, acepto gustoso.
—Bien ahora, tu debes ir a cambiarte y yo al palco —asintió con una sonrisa.
Camino aliviado hacia los vestidores. Jamas había estado tan angustiado. De verdad pensó que la chica terminaría con él, cosa que de verdad le aterro. Pero ahora si estaba seguro de algo, no volvería a hacerle bromas a su novia. No por ahora.
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×JMRM×