Escuche como golpeaban un cristal.
Cuando desperté estaba dentro de mi auto.
Un oficial me miraba preocupado.
- ¿Estas bien? - escuche cuando baje el cristal
-Si me sentía un poco cansado así que me detuve antes de tener cualquier accidente- mentí un poco
-No hay problema siga con su camino- se alejo
Puse mi auto en marcha y fui a mi casa.
Para matar mi animo las canciones que salían en la radio era puro desamor.
Como de costumbre no presente ningún dolor de cabeza ya que el alcohol se había vuelto mi amigo una vez más.
Una vez estuve en mi casa mi corazón se sintió vacío como cada día sin ella.
Me duché rápidamente y me fui a la empresa.
Todo tenía que continuar no me detendría porque ella ahora es feliz.
No salude a nadie como era normal en mi desde que ella había desaparecido de mi vida.
-Señor Blake tiene visita- escuche a mi secretaria
Cuando abrí la puerta me quedé de piedra
Suspiré y cerré la puerta
- ¿Qué haces aquí te pedí que no vinieras? - mi tono fue seco
Cuando se giro su hijo estaba jugando con algunos juguetes de Cailin.
-Amigo tenemos que hablar, han pasado muchos años- menciono mientras se sentaba frente a mi
Deje mis brazos cruzados para no matarlo.
Alexander debes aceptarlo- pensé mientras giraba a ver al niño
- ¿Cómo se llama? - ni lo mire
Mi atención estaba completa en el pequeño ángel.
-Leonardo- escuchar ese nombre hizo que me girara de golpe
- ¡¿Como?! – cerré mis puños cabreados
-Leonardo- sonrió con descaro
-No te mato para no dejarlo sin padre- pase mis manos por mi rostro desesperado
-Sabes como siempre soñé con llamar a mi hijo de esa manera. Siempre hablamos de que mis hijos se llamarían Cailin y Leonardo- suspire para no matarlo
-Gracias por joder algo más en mi vida- me recosté en la silla necesitaba que por mis pulmones entrara oxigeno
-No lo hice con maldad- alce mi rostro y su estúpida sonrisa no se borraba
Me levante y tome al niño en brazos.
-Isabel cuídalo a lo que discuto algo con su padre- le deje el bebé en sus brazos y entre a mi oficina
Cabreado como nunca puse los cristales oscuro y me quité la corbata que me hacía prisionero.
-Ya me colmaste la paciencia- lo empuje para que se pusiera de pie
-Cálmate Alexander- levanto sus manos, pero su sonrisa no se le borraba
Sin pensarlo mi puño se fue contra su mandíbula
- ¡Alexander! - grito cuando toco su labio roto
- ¡LA AMO CARAJOS, NO PUEDO VIVIR SIN ELLA! - intente golpearlo pera esta vez me detuvo
- ¡NUNCA FUIMOS DE PELEAR ALEX! Cálmate- hizo una llave logrando dejarme estático
De la rabia que tenía comencé a sollozar una vez mas.
-Me afecta saber que ella es feliz sin mi y que pudo salir hacía adelante- caí de rodilla tapando mi cara
-Es igual de feliz que tu, lo más seguro tienes pareja- gire mi rostro matándolo
-No vuelvas a decir eso- como cualquier depredador que ve a su presa tome su cuello dispuesto a golpearlo
-Golpéame, así nunca la recuperaras. Cuando llegue a la casa y me vea golpeado a quien curará será a mi y no a ti- esta vez sentí un puño doble, uno fue directo a mi rostro y el otro a mi corazón
-Niégame que no tienes pareja- sus ojos estaban lleno de enojo
-No tengo pareja, porque tenía esperanza de que ella volvería a mi- mis ojos se llenaron de lagrimas
-Pero en cambio, ella encontró consuelo en tus brazos- limpie mi sangre de mi labio
Me odiaba por perderla.
-Pensé que estarías feliz por su felicidad y la mía, pero veo que eres el mismo egoísta de hace años- camino al sofá y se sentó
-Solo te pido que la cuides- mire mis manos intentando calmarme
-Como te comenté anoche no dejes que llore sola, amala cada segundo más y cuida de tu hijo es hermoso- levante mi mirada y él solo estaba en silencio mirándome desde lejos
-Quizás no podamos ser amigos- sentí como mi pecho se comprimía
-Me gusta tu mujer y no es sano que seamos amigos bajo esta situación- solloce
Estaba perdiendo a la mujer que amo y a uno de mis mejores amigos.
- ¿Enserio quieres esto? - pregunto colocándose de pie mientras escondía sus manos en su bolsillo
-Es lo más sano para nosotros- cubrí mi rostro mientras lloraba en silencio
-Es increíble, no se que paso entre ustedes, pero deberían hablar- su voz se alejaba hasta que sentí como la puerta se cerraba
En un arranque de dolor tire todo lo que estaba en mi escritorio al suelo
Mis gritos eran ahogados mientras lanzaba todo contra el suelo.
-Señor Blake cálmese- escuché a mi secretaria, pero no pare hasta destrozar todo
Cuando la miro su rostro era de miedo
Mis fuerzan no dieron para más y caí contra el suelo sin saber qué pasaría después.
Al despertar estaba en un hospital.
Cuando me senté todo me dolía.
Mis manos estaban vendadas.
-Dios al fin despertó- se acerco Isabel a mi
- ¿Qué paso? – mire mi alrededor
-Destruyo toda su oficina y se desmayo. Los de seguridad lo trasladaron hasta aquí ya que se corto con vidrios al caer contra el suelo- narro mientras tocaba una venda en mi rostro
-Gracias déjeme solo- pedí cerrando mis ojos
Cuando me quede solo suspire.
-Alexander no puedes hacer esto, tienes una princesa que cuidar- sentí como una lagrima traviesa salía de mis ojos
-Cailin te necesita- solloce
-Tu hija te ama- pause respirando
Al abrir los ojos noto que estaba vestido con el típico atuendo del hospital.
Me puse de pie y fui al baño.
No tenía ninguna maquina conectada a mi así que era fácil deambular por la habitación.
En el baño pude ver mi rostro.
Tenía pequeñas curitas en mi rostro.
Una estaba en mi frente y otra en mi mejilla.
-Espero no me dejen cicatrices- susurre
-Señor Blake- escuche la voz de un señor
-Dígame- salí y era el doctor quien me buscaba
-Vengo a limpiar sus heridas- menciono mostrándome un kit
- ¿No se supone que sea una enfermera? - alce mi ceja inconscientemente
-Si, pero si las dejo entrar lo violaran y mínimo 15 bebes tendrá por ahí- rio logrando que sonría
-Al fin lo veo reír, mira que llego con un semblante serio- me senté en mi camilla
-Puedo hablarle como si fuera mi padre, necesito un consejo- baje mi mirada nervioso
-Claro- sonrió y comenzó a quitarme la vendas de mi mano
-Tengo un problema – comencé a decir mirando lo que hacia
El doctor se mantuvo en silencio escuchando.
-Mi pareja se fue de mi lado hace casi dos años y no supe nunca el motivo- suspire para continuar hablando- esa noche que se fue le pediría que fuera mi novia, pero no se que paso que no regreso nunca más, ahora volvió siendo feliz junto a mi mejor amigo y teniendo un hijo- mis ojos ardían
-Veo que la amas y te duele no ser quien esta a su lado- limpio mi mano
-No, me duele mi mano- mentí
-No hijo, te duele tu corazón. Como un consejo es que hables con ella y cierres el capitulo por su bienestar. No puedes ser egoísta. Además, mi madre siempre me daba este consejo "si amas a alguien déjalo libre, si regresa siempre será tuyo, sino nunca lo fue"- subió su mirada para verme
-No veas a la chica como un objeto, pero si es feliz es momento de dejarla volar- susurro mientras cada una de sus palabras se insertaba en mi corazón
Intente ser fuerte, pero termine llorando como un niño al cual le quitan su juguete favorito
Pasaron semanas y el consejo del doctor seguía intacto en mi vida.
Gracias a la ausencia de Mark en la empresa me mantuve ocupado.
Claramente por mi destrucción esta semana estuve en su oficina mientras arreglaban la mía.
Ya era la hora del almuerzo así que esta vez tenía una invitación de Adam y Miguel para almorzar juntos.
Conduje hasta el restaurante en donde habíamos quedado.
-Dios, pensé que nunca llegarías- me saludaron los dos imbéciles
-Estoy muy bien- hable con ironía mientras entrabamos
- ¿Por qué sobran dos sillas? – señale mirándolos
-Un amigo quiere conocerte- esquivo mi mirada Miguel
-Saben que no me gusta mucho conocer a la gente mientras estamos comiendo- fije mi mirada en el menú
El restaurante era bastante hermoso.
Por lo que sabía era nuevo y su decoración era hermosa.
Hoy había una pareja que cantaba en un pequeño escenario.
Todo era un ambiente romántico lo cual lo hacía más agradable si tuviera pareja.
Pedimos nuestra comida y ellos ordenaron por la persona que no había llegado todavía.
El mesero trajo nuestras copas de vino mientras hablábamos de muchos temas.
Literalmente nos pusimos al día de lo que había pasado en nuestra vida.
Conté un poco de Madison, pero sin nombre no quería que después supieran que es la pareja de Jonathan actualmente.
-Lamentamos la demora- no podía estar pasando esto
-Tranquilo siéntense ya les pedimos la comida- gire mi rostro y ahí estaba ella sonriendo
Cuando nuestra mirada se encontró esa hermosa sonrisa se borro en su totalidad.
No había vuelta atrás lo sabía.
Jonathan como siempre se caracterizo le saco su silla para que se sentara.
-Hermosa ellos son Adam, Miguel y a Alexander ya lo conoces- nos señalo mientras ella nos miraba
-Un placer- les sonrió a mis dos amigos
-Blake- su rostro era una piedra
No había ninguna emoción al hablarme.
Definitivamente debo dejarla volar.
-Clayton- tomé mi copa y la vacié en segundos
No dejaba de mirarla y se que era un pecado desearla, pero solo necesitaba hablar con ella.