Un Chico Enigmático

By HarukoMinLee

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Nunca pensó que un accidente cambiaría su vida por completo dándole una segunda oportunidad. *Este trabajo se... More

Sinopsis
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19.
20.
21.
Final

17.

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By HarukoMinLee

Hellooooo, aquí haciendo acto de presencia 😅😊
Niccole_am lo prometido días atrás 😉💖
Disfruten el capítulo, ahora veremos qué pasó con el pequeño Minhyuk...
♾️♂️♾♂️♾♂️♾♂️♾♂️♾♂️♾

—Por allá —les señaló Yoona indicando hacía una ambulancia. Luego se secó las lágrimas y añadió—. El bebé… —un ataque de tos le impidió terminar la frase.

Taemin rogaba en silencio que nada le hubiera ocurrido a su hijo cuando de pronto comprendió las violentas reacciones de Minho y de los padres de Timoteo al enfrentarse a la muerte de sus respectivos hijos. Perder a un marido era duro, por mucho que se hubiera convertido en un extraño, pero perder a un hijo… Los hijos, tuvieran la edad que tuvieran, ocupaban el corazón de los padres, y nada podía borrar una pérdida como aquella. 

Taemin espero a que la mujer terminará la frase antes de apresurarse a correr en busca de su hijo. Se esforzó por razonar positivamente y respirar con calma. En cuanto todo aquello terminara les mandaría a los Kim una carta con fotografías de su nieto. Y les diría que comprendía su dolor. Trataría de llegar a un acuerdo con ellos que les permitiera ver a Minhyuk sin renunciar por ello a su bebé. A menos que hubiera ocurrido algo que… 

Pero no, no podía ser. 

—Tranquila, Yoona —la tranquilizó Minho con voz profunda y tensa—. ¿Necesitas oxígeno? ¿Agua? 

Sin pensarlo dos veces, Taemin alargó las manos y las posó sobre las de Minho, que lo abrazaba por los hombros. La secretaria sacudió la cabeza. 

—Dame… —luego levantó una mano y comenzó de nuevo a toser. 

Taemin se inclinó hacia adelante. Sólo podía soportar aquellos instantes con el apoyo de Minho. Una vez más necesitaba su fuerza para sobrevivir a los acontecimientos, y una vez más estaba junto a él. Igual que en el momento de nacer Minhyuk. Taemin apoyó agradecido la cabeza contra el pecho de Choi, contento de no tener que pasar por aquello solo. 

Finalmente Yoona pudo respirar bien y contestar.

—Los médicos insistieron en examinarlo —dijo señalando hacia la ambulancia—, pero respiraba cuando yo lo saqué de la cuna. 

—¡Gracias a Dios! —exclamó el rubio dejando escapar el aire contenido en sus pulmones y volviéndose para marcharse. 

Yoona lo detuvo con un gesto de la mano. 

—Minho… Taemin… Yo… 

Taemin luchó contra sus ansias de correr en pos de su hijo. Sabía que los médicos le estaban procurando todos los cuidados que necesitaba, y era evidente que la amiga de Minho necesitaba decirles algo. 

—Suéltalo ya, Yoona —dijo Minho—. ¿Qué diablos ocurrió? 

Él torció la cabeza y miró a Minho. Volvía a mostrarse duro. Tenía los puños cerrados, la mandíbula tensa. Observaba la escena como si fuera un idiota, sin notar la palidez del semblante de su amiga. Aquello acabó con la indecisión de Lee. Mientras supiera que Minhyuk estaba bien podía permitirse el lujo de perder unos instantes defendiendo a la mujer que había salvado a su hijo. No iba a dejar a Yoona sola, a merced de Minho. 

—Según parece se ha quemado el edificio que está al final de la calle —comenzó la mujer a explicar—. El bombero que me dio el oxígeno me dijo que habían logrado controlar el fuego, pero que el humo se esparcía por toda la planta superior del edificio —añadió volviendo la vista hacia Taemin—. ¡Oh, Tae, lo siento mucho! 

—Pero Yoona, por favor, dinos qué le ha pasado a Minhyuk —insistió Choi. 

Tras otro ataque de tos, ella volvió a respirar del oxígeno profundamente y contestó.

—Bueno, no le gustó demasiado el biberón está noche, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta que está acostumbrado al alimento que le da su padre directamente, pero al final conseguí que se durmiera y bajé al salón a ver la televisión —explicó secándose las lágrimas—. Para cuando me di cuenta de que olía a humo y subí a la habitación el aire estaba ya muy cargado. Tomé al pequeño y salí de allí tan pronto como pude pero, no sé durante cuánto tiempo estuvo Minhyuk inhalando ese horrible humo del incendio. Los médicos han dicho que creían que estaba bien, pero nunca me lo perdonaré si le ocurre algo… ¡Dios, debería de haberme quedado arriba con él! ¿Podrás perdonarme, Taemin? 

Taemin alargó la mano impulsivamente y apretó las de Yoona. El incendio no había sido culpa suya pero ¿la culparia Minho a pesar de todo, aunque lo hubiera hecho lo mejor que podía?, se preguntó él mordiéndose el labio y apartándose de Choi para ver su reacción. Tras un largo silencio, Minho tocó el hombro de su secretaria y la consoló. 

—No hay nada que perdonar, Yoona. Te ofreciste voluntaria para cuidar de Minhyuk, no para salvarlo de ningún desastre. ¿Quién sabe? Si Tae y yo hubiéramos estado arriba, durmiendo, quizá hubiéramos inhalado el humo igual que el peque. Todos habríamos muerto. 

Eso era cierto. Taemin observó a Choi ocuparse de que su secretaria llegara sana y salva a casa y se preguntó si podrían haberlo hecho mejor él o Minho de no haber salido a cenar. Siempre era posible que ocurriera un desastre. Le podía pasar a cualquiera, en cualquier momento. Y sin previo aviso. Pero de los desastres podía salir también algo bueno, como por ejemplo Minhyuk. O cómo conocer a Choi Minho. Nunca se arrepentiría de su experiencia con ninguno de los dos, por corta que fuera. Lo único que cabía hacer era estar preparado para lo que pudiera ocurrir, aprender a recoger los restos del naufragio para comenzar de nuevo. 

Pero entonces, ¿por qué dejar que un par de pasos en falso terminaran con sus sueños para siempre?, se preguntó Taemin valiente, esperanzado a pesar del miedo. 

Los acontecimientos de aquella noche le demostraban que debía de preocuparse por el futuro de Minhyuk, tener en cuenta los imprevistos. Si algo le ocurría a él, ¿quién se ocuparía del bebé?
Taemin se propuso en serio dedicarse a preparar comidas para gente ocupada, pero también contactarse con los abuelos de su bebé arreglando todo para no perder su custodia. Musitó unas palabras de impaciencia y comenzó a caminar en dirección a la ambulancia, donde estaban tratando a su hijo. Necesitaba abrazarlo, cuanto antes. 

—Me quedaré contigo hasta que estés segura de que puedes volver a casa tú sola, pero me temo que Taemin quiere ir a ver a Minhyuk —explicó Minho a Yoona. 

—No, no, yo ya estoy bien —contestó la secretaria haciendo un gesto con la mano—. Ve con él también. 

Minho no necesitó que ella le insistiera. Taemin se abrió camino por entre los autos estacionados y la gente. Choi abrazó a Yoona y después lo siguió, decidido a pasar por aquello junto a él si Taemin y Minhyuk lo necesitaban. 

Después pensaba llevarlos a algún lugar tranquilo y bonito. Unos guardias de uniforme trataron de detenerlo, pero Minho los apartó a un lado diciendo.
 
—Al diablo, estoy buscando a mi hijo. 

—Parece que ahora está bien, señor —estaba explicando el médico a Taemin cuando llegó a su lado—. Enseguida podrá llevárselo. 

—Gracias —susurró él mirando al niño en sus brazos. 

Minhyuk estaba envuelto en una manta, observó Minho ausente mientras abrazaba a Taemin por los hombros. Necesitaba aquel contacto con él, acariciar la cabecita del 
bebé, sus bracitos, los piececitos desnudos. Sólo para asegurarse de que estaba bien. 

—La inhalación de humo en bebés de su edad puede ser grave, sin embargo —continuó el médico mientras escuchaba la respiración del niño—. Es posible que pueda desarrollar dificultades respiratorias durante las próximas veinticuatro horas. 

—¿Y qué hacemos si ocurre eso? —preguntó Taemin inmediatamente asustado. 

—Llevarlo de inmediato al hospital para que le hagan una terapia de oxígeno. 

Choi estaba de pie, justo detrás de Taemin. Lo abrazaba mientras lo respaldaba en su pecho, ofreciéndole su apoyo de nuevo. 
Exactamente como lo había hecho 
durante el nacimiento del pequeño Minhyuk, recordó Tae. 

—¿Y cuál es el mejor? —preguntó Minho. 

—Bueno, el Busan Sant Mary's Medical Center está cerca, y tiene un buen equipo de pediatras, tiene buena reputación. Escuchen, creo que está bien —añadió el médico en tono profesional—. Conviene que se mantenga despierto esta noche, eso le dejará bien abiertas las vías respiratorias, pero es evidente que ha inhalado humo, no obstante. 
Puede que no tenga apetito, así que si es así no se preocupen, es normal. En un día o dos estará perfectamente. Es un niño fuerte, y muy guapo —murmuró volviéndose hacia su compañero y comenzando a guardar el equipo. 

—Muchas gracias otra vez —dijo Taemin mientras el médico subía a la ambulancia—. Gracias por salvar a mi hijo.

Otra vez, pensó Minho. Taemin siempre lo llamaba su hijo, pero Minhyuk era también hijo suyo aún cuando no llevará su sangre. Y tenía que hacer algo al respecto. Cuanto antes. 

Minho abrazó a Taemin y musitó algo sobre el destino. La cena con un CEO y unos cuantos besos no parecían haber causado un gran efecto en él a juzgar por el entusiasmo que había demostrado con la idea de preparar comidas. Quizá, sin embargo, aquel accidente le concediera más tiempo, quizá sirviera para retrasar su despedida con la excusa de asegurarse de que el bebé estaba bien. 

Y quizá, incluso, Minho pudiera convencerlo de que no se marchara hasta que no hubieran pintado las escaleras. O, con un poco de suerte, la policía cerrará su casa y 
pudiera pretextar que necesitaba su ayuda para buscar otra. Para entonces quizá Taemin se hubiera acostumbrado a… 

Pero era mejor dejar los planes para más tarde. Tenía cosas más importantes que hacer. Lo primero de todo era buscar un lugar en el que quedarse aquella noche. Choi ordenó a Taemin que no se moviera y se acercó a indagar sobre la situación en la que se encontraban. 

La policía no permitía el paso a ninguna de las casas del vecindario hasta que el lugar no hubiera sido inspeccionado. Eso significaba que tendrían que dormir en el auto o en…
 
—Vamos, cariño —dijo el mayor nada más volver a ver a Tae, cerca del auto—. Saquemos a Minhyuk de aquí. 

Él obedeció sin decir palabra. Se había sentido exhausto ya antes de llegar a la casa y encontrarse con aquel desastre, pero tras Choi era incapaz de tomar la más sencilla decisión. Sólo deseaba sentarse y sostener a su bebé en sus brazos disfrutando el hecho de que estuviera vivo. 

Taemin se dejó guiar por el moreno. Subió al auto, lo observó entrar en un supermercado que permanecía abierto las veinticuatro horas y comprar pañales y algo de ropa para el bebé. Luego Minho buscó un lugar en el que pasar la noche. Aquel hombre era fenomenal cuando se trataba de ponerse en acción. 
En treinta minutos, Minho lo llevó al lugar de sus sueños, Un hotel cinco estrellas perfecto para la luna de miel de la que nunca había disfrutado. Minho se disculpó ante los recepcionistas por llegar a esas horas y les explicó lo sucedido, aceptando la única habitación que tenían libre, la suite del hotel con una sola cama. Otro detalle más a sumar a los sueños de Taemin la cama con dosel, en una habitación con suelo calefaccionado y altos techos. La fragancia de las lilas y de las rosas en los floreros llenaban el aire. 

Taemin se dejó caer sobre el amplio sofá sin poder evitar que unas lágrimas recorrieran sus mejillas. Entonces Minho se arrodilló delante de él, tomó a Minhyuk de sus brazos y le secó las lágrimas con su pulgar. 

—Ssshuu, Taemin —susurró en voz baja, haciéndolo estremecerse—.Todo irá bien, estás cansado, eso es todo. Minhyuk está bien, mañana por la mañana estará aún mejor.

Minho se puso en pie, dejó al niño sobre la cama y se quitó la chaqueta y la corbata dejándolas caer al suelo. Luego se soltó el cinturón, se quitó los zapatos y se desabrochó la camisa. Le ofreció la camisa a Taemin y lo guió hasta el baño, ordenando que se desvistiera y que la utilizara de camisón. 

Cuando Taemin salió del baño minutos más tarde, con un aspecto irresistiblemente sexy con la camisa hasta las rodillas y las mangas remangadas, Minho se disculpó apresuradamente y se fue a tomar una ducha fría. 

Minhyuk, tal y como les había indicado el médico, no tuvo hambre. Minho apagó la luz y se deslizó dentro de la cama. Colocaron al bebé sobre un montón de almohadas justo en medio de los dos. Taemin se estaba quedando dormido cuando notó un movimiento. Minho había entrelazado los dedos con los suyos sobre la piernecita del bebé. Su respiración se hacía cada vez más lenta y profunda. Con un suspiro, él volvió a echarle un vistazo a su pequeño, pensó en llamar a Yoona por la mañana y se dejó invadir por el sueño. 

Minho no supo qué le había despertado, y por un momento ni siquiera supo dónde estaba. Escuchó un ruido y vio una silueta con una camisa de hombre al otro lado de la cama. El ruido procedía del bebé, que hacía esfuerzos por respirar. Aquello lo alarmó terriblemente. 

—¿Qué… cómo está? —preguntó retirando a un lado las mantas y poniendo los pies en el suelo, listo para la acción. 

—No… no está bien —contestó Taemin tratando de contener su ansiedad. 

—Entonces deberías de haberme despertado, ¡maldita sea! —soltó Minho transformando su miedo en ira—. Vístete, lo llevaremos al hospital —ordenó buscando su ropa en la oscuridad.

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Bueno, bueno, 100% no está bien Minhyuk...
Minho se transforma por el pequeño, al parecer el bebé y Tae son su todo.

Hasta la próxima actualización 😘💋

Sigan cuidándose mucho 😷💕

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